Corría el mes de abril de este año que ya casi se nos va. Me habían invitado a la fiesta de Dj Babu en Chile, evento donde me reencontré con varios amigos a los que llevaba mucho tiempo sin ver. La instancia de compartir unos tragos y risas nos convocaba incluso más que el set que trajo el deejay de Dilated Peoples. En medio de esa algarabía, divise la figura del rapero argentino Mustafá Yoda entre el público, con quien dejé pendiente una entrevista en el 2012 que después de todo preferí no concretar. Sabía que el Hip Hop sería el encargado de darnos una oportunidad para conversar frente a frente y no con la frialdad que implica hacer un intercambio de correos electrónicos. No dejé pasar la chance de acercarme a saludarlo y preguntarle cuántos días más andaría por Santiago. Como me lo esperaba, no serían muchos más, así que la madrugada de ese sábado acordamos que al lunes siguiente sí o sí debíamos hacernos el espacio. Y así fue.
Entrevista realizada por Darío Gutiérrez O. (a.k.a Güissario Patiño) en abril del 2015.
Soy seguidor de la obra de Mustafá Yoda. Me parece que dentro del rap es de los pocos escritores contemporáneos que se hacen fundamentales para entender la América Latina del siglo XXI. Entrevistarlo era una misión que tarde o temprano debía concluir, pero me llamaba más la atención conocer a la persona que hay detrás de una de las referencias más obvias del rap de nuestro país hermano. Y digo obvio porque es poco lo que entendemos del rap argentino, y en ese desconocimiento he comprobado que muchos hacen mención a su nombre sin siquiera haber oído atentamente sus trabajos o apreciar sus impecables propuestas audiovisuales. Sí, el emcee de Argentina y punto… volvemos a nuestro ombligo. Bueno, actualmente en la Argentina están sucediendo hitos importantes en el desarrollo interno de su movida, acontecimientos que no nos pueden parecer indiferentes. Nombres como los de Devak y Linyeras Crú, T&K, Urbanse, Fianru, además del universo de freestylers con máquinas como Kódigo, Papo, Tata o Sony; son imprescindibles para los oídos exigentes que buscan con qué saciar sus caprichos. Y que quede claro que sólo he mencionado una mísera parte de la tripulación de toda una aeronave que día a día acelera su despegue.
Sabía que reuniéndome con el emcee oriundo de Moreno, Buenos Aires, más allá de profundizar en su trayectoria que por sí sola da para sostener una contundente platica, lograría adentrarme en la forma y fundamento del Hip Hop argentino del 2015. Musta es un conocedor de Santiago. Ha venido desde siempre y sabe cómo funcionamos los capitalinos. De hecho, el principal motivo de su visita era el evento de freestyle BDM Deluxe que se había realizado ese mismo fin de semana, donde participaba su amigo y compañero de escenarios, Kódigo. Sugirió que nos encontráramos en el barrio Bellavista, ya que esa misma tarde había quedado con amigos que tiene por acá, como Nuclear (de Natural Banda y Bloody Venoms Crew) y su compañero de crew en Sudamétrica, Pequeño Search. Nos instalamos todos en uno de los pocos bares que van quedando con cerveza a precios populares. Nos acomodamos, debatimos un par de ideas sobre la movida del freestyle, pedimos la primera ronda de birras y todo lo demás es como sigue esta publicación.
“Y nadie sabe cómo vine a parar yo al Tercer Mundo”
La escuela del Hip Hop argentino está bien silenciada para el resto de Latinoamérica, en general. Su historia se desconoce. De los hitos estuvo al margen en una larga primera etapa. Eso digámoslo en términos de Hip Hop como un elemento socialmente ya instaurado, porque, al menos en rap, entre fines de los ochenta y principios de los noventa salieron unos muy buenos intentos por proponerlo. Algunas joyitas y rarezas que legaron genios como Charly García, Los Fabulosos Cadillacs, Fito Páez o León Gieco; confirmaban esa visión adelantada que ha engrandecido a la música de los argentinos, pero todo eso es una historia aparentemente aparte. ¿Cuál es la otra? ¿Qué nos puedes compartir tú, desde tu experiencia, para entrar y contextualizarnos en cómo se desarrolló el Hip Hop en Argentina?
Sí, puede que seamos unos adelantados, pero menos en el Hip Hop, porque, como vos bien sabés, hubo una época en la que hubo muchos desaparecidos en Argentina y Latinoamérica, que es con la “Operación Cóndor”. Esto hizo que haya mucho exiliado político en Chile, y que esos exiliados después vuelvan de esos países con el Hip Hop. No así pasó en Argentina, donde fue prohibida la música en otro idioma. Esto limitó que el Hip Hop entre a la Argentina, lo que no fue así en países como Chile, Colombia o Venezuela, donde éste se desarrolló con muchos más años de ventaja que nosotros. Pero sí algunas células llegaron, obviamente. En Argentina hay b-boys que están desde año 84. Cuando más lo prohíbes, más llega (risas). Lo que pasó es que no llegó en cantidad. El rock argentino se desarrolló por sobre los pares de Latinoamérica e hizo escuela en el habla hispana justamente por esto. Al prohibir la música en otro idioma se desarrolló el rock and roll argentino. Tan así se desarrolló que mucho argentino creía que el rock se había inventado en Argentina. Así de loco. Los mismos argentinos que después, cuando me veían con mis pantalones anchos en el año 93-94, me gritaban “pantalones cagados” o “yankee”. Como si el rock lo hubiesen inventado ellos allá.
Lo que veo es que la vieja escuela de Argentina no hizo del todo bien las cosas, porque limitaron mucho la comunicación, el “pasar la cosas”. Acá existió Mapocho, por ejemplo, pero allá no existió esto de cambiar discos. Allá te vendían el disco que no les gustaba. Lo compraban ellos, y como no les gustaba, te lo vendían. Cuando les preguntabas dónde podías comprar los discos, te decían que en un lugar secreto. Nos limitaban. Y nosotros comprábamos pura mierda, ¿me entendés? Caíamos en los lugares donde estaban los vieja escuela, como fanáticos con catorce años. Llegábamos y los locos estaban bailando break dance, pero no te enseñaban ni un paso y te hacían pagar los bizcochitos o la gaseosa (risas). Pero tú estabas ahí, mirando. No teníamos plata para comprar una grabadora y aprender los pasos, entonces después íbamos a casa y nos rompíamos el lomo para aprender a bailar. Un día empecé a escuchar a los raperos éstos y sentí que lo que hacían no me representaba, entonces agarré el micrófono y me puse a hacer freestyle. Entendí que había que improvisar mucho antes de la película de Eminen o de que viniera a Chile. Nadie me lo dijo, no había internet. Me puse a improvisar y lo primero que entendí era que había que hacer una crew de freestyle. Haciendo una crew de freestyle íbamos a provocar que haya más crews de freestyle y competir en seguida, porque nadie iba a querer que nos quedemos con todo el trozo del pastel. Es ley de la naturaleza.
Cuando me enteré que acá en Chile andaban tan bien para los freestyles, vendí mi bicicleta, nuevamente, y otra vez mi vieja me agarró a puteadas, ¡pero me vine a Chile, brother! Con una mano atrás y otra adelante, a trapear o lo que
sea. Me metí en Renca, La Florida, La Legua, a todos lados a rapear y aprender. La gente de acá me enseñaba a rapear. No se daban cuenta, pero hacían freestyle y yo aprendía. Vine, obviamente, en bus. Imagínate, entrar a la ciudad y ver tantos tags… ¡me caían las lágrimas! Sentía que había ido a Nueva York, ¿me entendés? (Risas). Era algo así, que me alimentaba tanto el alma, siendo joven, con tanto espíritu.
¿Fue como encontrarse con la escuela que no pudiste hacer en Argentina?
Totalmente, brother. Tal punto de inspiración fue que una vez tuve un cruce en un foro con un chileno que dijo que el rap argentino valía mierda. Yo nunca escribo, pero después me trató de nacionalista. Le dije: Loco, mi productor es Dj Manuvers, el que masterizó mi disco es Raff, el que me hizo el logo es Fisek, ¿dónde está lo nacionalista, la concha de tu hermana? ¡Soy más chileno que vos, boludo! (Risas). La diferencia es que vos me estás criticando, y yo no sé quién mierda sos. Otro crítico más que habla sin saber. – Bueno, creo que ahora le gusta mi música (risas). Hablamos de repente. Hay que sacar las asperezas, la gente habla sin conocimiento muchas veces. Mi disco Imaquinar es más chileno que argentino.
Una buena firma por parte de ambos. Estuvimos conversando de Imaquinar con Manuvers el año 2011. En la entrevista afirmó que le apeteció ser parte del proyecto por la seriedad con la que lo venías desarrollando, destacando el compromiso y la visión, pese a la adversidad de maquinarlo a larga distancia (Miami-Buenos Aires). Eso, a diferencia de otras ofertas similares que ha tenido en Chile, su país de origen, donde hasta ahora no registra un álbum producido por él en su totalidad, cuando mucho una que otra colaboración, pero nada a lo que le podamos llamar “un disco con sonido de Manuvers”. Imaquinar es con seguridad el álbum que te consolidó como letrista latinoamericano, pero para ese reconocimiento tuvieron que pasar varios años de trabajo. A fines de los noventa empezabas a darte a conocer en distintos escenarios junto a La Oz (La Organización). Hasta esa fecha todavía era poco lo que salía masivamente desde la Argentina. Podemos mencionar al Sindicato Argentino Del Hip Hop o las voces del recopilatorio Nación Hip Hop, por ejemplo. ¿Qué pasaba con ustedes entonces?
Nación Hip Hop fue un compilado en el que nosotros fuimos tan pendejos que no quisimos estar. Era un tiempo en que los demás rapeaban: “es-ta-mos can-sa-dos… y todos des-con-tro-la-dos”; pero nosotros veníamos “con ansia de abundancia, coherencia sin carencia, de la esencia…” Íbamos con una métrica así, entonces nosotros éramos los rebeldes, los punks, no nos gustaba lo que hacían los demás. Mirá las puertas que nos cerramos. ¡Unos pelotudos! Cuando vine a Chile, de lo único que sabían era de Nación Hip Hop, pero no sabían de nosotros por haber dicho que no a ese compilado. Se los comenté luego a mis compañeros: Somos unos pelotudos bárbaros.
LA ORGANIZACIÓN (LA OZ) – LA DIFERENCIA (2001) | DESCARGA GRATIS
En el 2001 lanzaron el disco La Diferencia y luego abandonas la agrupación para aventurarte como solista. El reconocimiento local no tardó, convirtiéndote en uno de los representativos del rap argentino en la primera mitad de aquella década. Hagamos un repaso de los pasos que llevaron a esa posición.
En el 2002 salí campeón nacional de freestyle. En el 2003 volví a serlo. Entre medio de esos dos años gané un campeonato local aquí en Chile organizado por la ZNC. El 2004 lancé Cuentos De Chicos Para Grandes y el 2005 el vinilo de El Prisma Elemental que me editó en España el sello Bajo Tierra. Ese mismo año fui juez internacional de la Red Bull Batalla De Los Gallos y también creador del reglamento.
Esos pronunciamientos que tuviste en España, como la edición del vinilo El Prisma Elemental o la colaboración en “Un sueño y un café” para el maxi El Hombre de Juaninacka, fueron en años en que el rap de ese país se proyectaba como una industria de actividad constante y ascendente, pero pese a todo te mantuviste en Argentina. Para cualquiera hubiera sido la oportunidad, el momento y el lugar para hacerla, ¿por qué para ti no?
Perfectamente me pude haber quedado, pero también vi que, habiendo grupos muy fuertes, de primera línea ya establecidos, no había mucho por hacer en España en el año 2005, pero en Argentina estaba todo por hacer. No sé, siendo “sudaca” creo que no habría sido tan fácil estando allá. Tampoco tenía ganas de luchar por algún puesto. Creí que tenía más para aportar en mi país y gracias a dios tomé una buena decisión.
MUSTAFÁ YODA – CUENTOS DE CHICOS PARA GRANDES (2004)| DESCARGA GRATIS
“El Hip Hop en Argentina puede ser el nuevo rock”
Dentro de lo que se te puede reconocer como aporte al Hip Hop argentino, está la fundación del colectivo Sudamétrica, que es una referencia intercontinental. Pones en acción tu convicción de que debías hacer una crew de freestyle, pero ésta termina siendo internacional. ¿A raíz de qué se origina? ¿Cómo fue tomando fuerza? ¿Para dónde se proyecta?
Bueno, primero que nada, Sudamétrica era uno de los nombres tentativos para el disco de La Oz, mi primer grupo, pero fui muy celoso del nombre. Mi personalidad de freestyler tenía claro que ese nombre debía ser para una crew de freestyle (risas). Al final le pusimos al disco La Diferencia. La crew la hicimos en Argentina, pero inmediatamente nos conocieron unos chicos de acá llamados Dardo Perfecto, donde estaba el Destreza y el Conejero –que les mando un saludo—. Después conocí al Pequeño Search arriba de una micro haciendo freestyle, batallándonos. Todo mal, casi nos agarramos a combos. Y nada, hasta el día de hoy es mi hermano de la vida, uno de mis mejores amigos, una de las personas más nobles y sinceras que he conocido en mi vida. Aprendí muchísimo del Pequeño Search. Me parece que es el mejor maestro de ceremonias que vi en habla hispana, y, humildemente, yo ya estuve en quince países ya. El maestro de ceremonias es alguien muy importante, tiene que ser valorado como cualquier artista o grupo que toca. No me parece que un grupo que toca veinte minutos se le pague más que a un hombre que está tres o cuatro horas manteniéndote el evento arriba. Eso no puede ser así. Partamos de la base de la palabra MC: Microphone Controller. Ese loco es de los mejores que hay, hay que valorarlo en verdad… y si no lo valoran, bueno, me lo voy a llevar a Argentina y lo vamos a valorar nosotros.
Creo que Sudamétrica fue creciendo porque, antes que nada, la disciplina y la militancia fue lo que nos marcó. Salimos a hacer talleres de rimas cuando todo el mundo nos decía que el rap se aprendía solamente en la calle. Pero en la calle se aprenden muchas cosas más, no solamente a rapear. Me parece que si a nosotros nadie nos enseñó a rapear, por qué íbamos a hacer lo mismo con los demás. Si, humildemente, podés transmitir el conocimiento que tenés, me parece fantástico. Tú vas a darle unos tips, pero después la persona va a desarrollarse. Al principio todos tenemos influencias. “La influencia está en el aire”, dijo FDA. Es así. Todos nos nutrimos de eso y después sacamos nuestro propio estilo.
Sudamétrica es un concepto que nace desde su nombre e imagen. La gente me pregunta por qué en el logo el continente está al revés. Bueno, la Tierra gira y en el espacio no hay derecho ni revés. ¿Por qué Sudamétrica?,p reguntan. Sudar-métrica, es un juego de palabras y nos representa mucho. Te voy a decir una disparatada que nunca he dicho en una entrevista, pero yo me guío mucho del potencial de los emcees o los artistas cuando escucho su nombre. Tengo un diseño fotográfico cuando me dicen un nombre, ¿me entendés? Si se llama “Mocholate”, me suena a leche chocolatada, ¿no?
Te reís, pero es así. Eso es lo que marca a una persona, porque sé que se te están ocurriendo grupos ahora, y te representan eso. Es sentido común entre los hiphoppers. Las cosas hay que empezarlas a decir, hay que empezar a hacerse cargo. Estamos en el 2015 y los odiadores tienen que desaparecer ya. El morbo tiene que desaparecer y empezar a apoyar la calidad, porque en habla hispana hay mucho rapero que lo está haciendo bien. Estamos en frente de un rapper tremendo de acá –señalando a Nuclear (Natural Banda-BVC) —. Hay cosas muy buenas que tienen que pesar en la sociedad. Es la hora de que empiecen a tomar cartas en el asunto, sacar cosas y salir adelante. Porque esta consigna de que “el underground”… ya, está bien, pero el underground tiene que ser activismo y todos los días. Si yo pusiese en mi Facebook todo lo que hago todos los días, me odiarían diez veces más. Te juro que no lo hago para bajar el nivel de haters, porque todos los días estoy haciendo un taller, saco un proyecto, hago algún movimiento. Si tuviera un Instagram, ¡Prff! Gracias a dios mi vida es buena. Estoy con gente que está mirando lo que es el Hip Hop. El Hip Hop en Argentina puede ser el nuevo rock, porque hoy en día en Argentina el rock se fue para el lado del pop. ¡Los últimos que tocaron en Viña fueron Miranda, boludo! ¡Miranda es el grupo que representa al rock argentino! ¿Me entendés lo que te estoy diciendo? Es nuestra oportunidad. Vamos a ir y vamos a agarrar ese lugar, porque la gente de las villas, las poblaciones, los barrios, también los cuicos… todas las clases; no les representa esa mierda. Esa mierda está porque le están poniendo plata, está sonando en las radios y te la están metiendo hasta por el culo; pero si hay que poner plata, vamos a buscar marcas y vamos a poner plata para sonar, y nuestras canciones van a ser los libros de los pibes.
¿Cómo ves la proyección de Sudamétrica a un corto plazo con los acercamientos que se están dando dentro del Hip Hop latino? Hoy somos más hermanos, en términos reales, ya que estamos conectados. Algo que le viene muy bien a un proyecto transversal como lo es Sudamétrica.
Por fin la palabra “brother” está teniendo un peso realmente. Todos nos llamamos así, pero a partir de la connotación es el sentido que le estamos dando ahora. Mira, Sudamétrica es profesional, pero improvisa. De acá a septiembre te puedo decir toda la agenda, porque la tenemos, pero de acá a los próximos años, no sé. Vamos conociendo gente, hay gente que se quiere integrar, hay gente que está viendo lo que es Sudamétrica. Sudamétrica acaba de hacer algo histórico: desafió al mundo con un equipo de freestyle sólido. Si dimos el paso e hicimos algo histórico, vamos a respaldarlo con hechos, porque antes que las rimas, en Sudamétrica están los hechos. Nosotros no somos freestylers o liricistas, porque antes que eso somos activistas de la cultura Hip Hop. Con todo respeto y cariño lo digo, pero hay mucha gente que se volvió activista de la cultura o se metió en esa postura porque no le pudo pegar como artista. Como el profesor de tenis, ¿me entendés? Con Sudamétrica no pasa eso, nos da la nafta para hacerlas todas, pero nos bajamos con humildad, y si después me llaman de un colegio para ir a hacer un taller, vamos
de una. Somos hiphoperos, amamos una cultura. Cuando vemos a un pibe con talento, más que ver cómo improvisa, lo vemos como un contribuidor nuestro. Cada vez que nace un exponente es alguien que nos puede tirar a todos para
arriba, es un flyier más, es alguien más que está promocionando nuestra cultura, nuestra política de vida. Venimos a sumar, no a dividir. Lamentablemente, todavía tenemos que lidiar con gente que se hace la huevona, porque no creo que no entienda lo que hacemos. Es feo que estemos en el 2015 y todavía exista eso. También es feo que exista gente que lo apoye, que son los que nunca aportan nada y después están pagando entrada y te ven desde las butacas. Son los mismos de siempre.
“Lanzando pifias desde el lado del baño”, dice Jonas Sanche en una de sus rimas. El hater está inserto, es parte. Erradicarlo creo que es pensamiento perdido, por eso aún se está aprendiendo a cómo convivir con ello.
Yo creo que no hay que dedicarles más canciones a esa gente, bro. Ni un punchline, ni una línea. Los haters mueren
ignorados, tiene que ser así. Emcee es una palabra dorada en mi vida. Rapear me salvó la vida. Vengo de un lugar en el que pude haber tenido cualquier destino, como muchos chicos más, pero me salvó la vida rapear. La palabra emcee es mi tesoro. Vos me la nombrás y yo me la imagino en dorado. Los emcees no tienen que hablar más de los haters, no tienen que darles cabida. Los emcees no se pueden bajar, ellos tienen que comunicar. Como caballos de carrera, ésa es.
También tuviste tu intento por extender los horizontes del Hip Hop con instrumentación en vivo. El 2012 presentaste junto a la banda de Los Métricos el álbum La Poderosa. ¿En qué quedó aquel proyecto?
Qué difícil que es mantener nueve pibes y moverlo en Argentina. Me encantaría tocar en formato banda, pero no lo puedo mover, no es rentable. A lo mucho puedo viajar con Pharuk y alguien más, pero más allá de eso, el caché se te va. Ahora no es el momento, pero más adelante tal vez. Me encantaría que fuera así, o con un cuarteto quizás, que es más reducido.
Dos discos como solista, un maxi editado en vinilo y un álbum con banda. Antecedentes contundentes para sacar conclusiones sobre tu discografía. Con este proceso a favor, qué pasa por ti al momento de plantearte el trabajo de un nuevo disco para que éste vuelva a dejar una huella.
Bueno, soy papá hace tres años. Mi cabeza cambió muchísimo. Creo que si me hacés la misma entrevista sin ser papá, mis respuestas hubiesen girado 360° al otro lado. Brother, te hubiese dicho que a los haters hay que matarlos (risas). ¿Entendés lo que te digo? El disco que viene se llama Tormenta En El Hormiguero, que es un título que anticipé hace muchísimos años y éste será el capítulo uno. Debes tener desde veinticinco años hacia arriba para entenderlo. Creo que en habla hispana ya tenemos ese público, entonces, nada, voy a hacer rap para la gente que sabe rapear, totalmente para el purista y no para el youtuber. Estoy muy tranquilo con eso. Todavía no vivimos la época dorada del Hip Hop en habla hispana, donde hay un circuito de tantos países conectados con el mismo idioma. Sabés el desastre que será cuando empiece a entrelazarse el argentino que hizo un tema con el colombiano aquel, con el cubano aquel, con el venezolano aquel, con el mexicano aquel, con el chileno aquel, con el uruguayo aquel, con el peruano aquel, con el boliviano aquel… ¿qué te imaginas de eso? Esto recién comienza, se viene el carnaval.
Una de las últimas entrevistas que publiqué fue a Kapi, un argentino criado en Barcelona que lleva toda una vida dedicada al Hip Hop. Dentro de sus posturas, estaba la idea de que se aproxima una nueva golden era, sobre todo por la forma en que se están dando las conexiones. ¿Cómo lo concibes tú?
¿Kapi es argentino? ¡No lo sabía! Creo que Chile tiene muchísimo qué aportar. Primero que nada, porque tiene muy buenos emcees. La Ana (Tijoux) es una representante del habla hispana que puso la bandera muy alto. Está en los Grammys, está girando en los Estados Unidos, supo moverse. El saber moverse también entra dentro del talento, porque vos podés saber rapear bien y tener buen oído para elegir buenos beats, pero saber dar los pasos es otro level. Yo tengo treinta y ocho años y he visto cómo se han perdido emcees que han sido muy buenos por no saber dar los pasos o por haberse juntado con gente que los parasiteó. A muchos perros de la calle se los comieron las pulgas que decían ser sus amigos. Bueno, para que no te pase eso, mirá a la Ana. Ella pone en el mundo el Hip Hop de Chile. En Chile también hay deejays y productores que son muy buenos. El público también, que es muy importante, porque sin ellos los artistas no alimentan su ego. Es importante el ego para el artista, te seguriza. La gente cree que un artista te tomará por groupie si te acercas y le comentas algo positivo sobre su disco. El artista que piense eso no es para mí un artista, es un pelotudo. Esto hace bien, aunque algunos pueden sentirse seguros con lo que hacen, si les podés decir eso, sirve. Nuestra comunidad hiphopper tiene que tener la personalidad y la actitud –porque para rapear tenés que tener primero la actitud, y la actitud es la no vergüenza— para acercarte al loco que escuchás y decirle. ¿Sabés lo que provocás en esa persona? Lo agrandás, pero en el buen sentido. Es una bocanada de aire. Capaz que estaba pasando por un mal momento, vino a dar un show y sólo había cuarenta personas, pero vos llegaste, le dijiste y lo tiraste para adelante, lo rejuveneciste.
Manuvers se refería de ti como alguien que aprovecho su paso por Chile para absorber todo lo que pudiera para llevarlo a Argentina y aplicarlo, pero no entendía por qué Chile se estancó tantos años en su profesionalismo, siendo que en menos tiempo lograste acercarte a eso aplicando lo que aquí te inspiró. Es algo que supongo también tienes claro, lo suficiente como para hacer un paralelo.
Eso va a terminar cuando los chilenos entiendan lo que tienen acá. Cuando dejen de decir tanto “CEACHI-CEACHEI” en la calle o los eventos y realmente lo sientan, ¿me entendés? Cuando tire para arriba a sus artistas y les tengan respeto. Escribimos desde el alma y eso no tiene precio, la entrada es simbólica.
En Argentina está todavía todo por hacer. Los radares están recibiendo. Cualquier propuesta que caiga por ahí y que guste va a tener buena acogida, porque los chicos están muy a la espera, quieren aprender, están receptivos. Eso ya pasó acá. El Hip Hop tiene ciclos. Sin temor a equivocarme, Chile está adelantado a Argentina en unos diez años de desarrollo. Primero que nada, partamos de la base de que acá una Technics 1200 sale tres veces más barata que en Argentina. Es una locura. Nadie elige ser deejay porque no tienen para comprarse una tornamesa, eso limita mucho. Vamos a tener que llevarnos veinte deejays chilenos para empezar a desarrollar a los grupos. Serían muy bienvenidos allá, muchachos. Allá tienen trabajo, las chicas son muy buenas, la carne es más rica… ¡los esperamos! (risas). Hay muchas cosas muy ricas para hacer, brother. El día en que nuestros países empiecen a olvidarse que hay una puta barrera, podemos hacer una cosa tan loca.
Se me viene a la cabeza una idea similar que tratamos en la misma entrevista con Kapi, sobre la influencia que significó el Hip Hop de España para los países latinoamericanos, teniendo la ventaja del idioma. Creo que Latinoamérica está siendo cauto en evitar ciertos errores ya vistos, y me imagino que en ese sub-mundo, Argentina aprende mucho también de los errores chilenos.
Totalmente. Primero que nada, soy una persona muy autocrítica. Más allá de lo pedante que puedo caer en muchas ocasiones, que es por un orgullo de llevar muchos años y ser un perro viejo en el asunto, tengo que ser bien objetivo y decir que acá en Chile hay muy buena escena, pero están demasiado atentos a lo que pasa afuera, siendo que a la escena chilena yo la veo muy autosuficiente para desarrollarse. Cuando la escena chilena entienda esto se va a desarrollar más. Hoy en día Argentina es una de las potencias de freestyle, pero imagínate que yo puedo hacer un parámetro de que por cada mil raperos chilenos hay uno argentino, aún así, en calidad en freestyle o breakin’ se gestó algo muy loco, hubo una escuela rara que me atrevería a decir que fue la escuela de La Oz. Por ejemplo, Apolo Novax, que era uno de mis compañeros emcees, hizo una muy buena escuela de breakin’. No puedo hacer comparaciones, porque tengo muy buenos amigos chilenos y ellos tienen una forma de pensar que es muy igual a la mía. A veces no entiendo cómo pasan algunas cosas que pasan acá. Veo tanto potencial que me dan ganas de venirme a vivir aquí para ayudar, humildemente, a lo que aprendí a hacer allá, que es ejecutar. La última puesta en escena de A Cara De Perro Zoo de dos contra dos salió en la televisión. Aprendí mucho de Chile, tuve muy buenos maestros aquí. Cuando vine estuve observando, no solamente tomando (risas). Soy una persona inquieta, que observa y aprende. Me junto con algún viejo en una plaza a jugar una partida de ajedrez como excusa para hablar y sacarle info de su vida.
Argentina como potencia de freestyle, ni más ni menos. Muchos años de trabajo sigiloso avalan que hoy varios compartamos ese pensamiento. Puntualmente a qué le atribuyes la explosión que tuvo en freestyle.
Con Sudamétrica. Cuando fueron a Argentina el Pequeño Search, Dardos Perfectos, Racek y Sandoval, éramos siete y le íbamos a llamar Pecados Capitales a la crew. Aparecimos en las fiestas de allá, entraba uno y ya estaba… se te acababa la ronda del cypher. Era una diferencia muy buena.
Trato de digerir todo lo que me llega de Argentina, aunque no es mucho lo que conozco. Siempre destaca una que otra referencia, o quizás un qué se yo que le puedes encontrar a algún emcee, pero si te soy franco, aún estoy a la espera de ese disco redondo, ése que se convierte de manera inmediata en referencia obligada. No puedo apuntar a muchos títulos que gocen de esa categoría en el rap de Argentina, pero por otro lado, no tengo nada que decir sobre su freestyle, que es donde más horas me he pasado viendo vídeos en Youtube de las plazas y barrios, en el subte o el escenario. Eso me alimenta más que la idea de un buen disco, por lo mismo, preferiría mil veces estar en Plaza Mitre viendo las rondas de freestyle que en un concierto de cualquiera de sus grupos. En Chile me pasa al revés. Reconozco que aquí también hay muy buenos freestylers, pero es una escena se concentra mucho en el formato de batalla. Creo que en ese aspecto se ha adelantado más. El rap de Argentina vive más en la espontaneidad que en la elaboración. Hay un herencia cultural de payadores que ustedes se han encargado de reconocer, por ejemplo, con el encuentro entre Tata & Kódigo versus Emanuel Gabotto & David Tokar hace un par de años. Le tengo respeto al argentino, porque cuando le da por hacer algo, lo hacen bien. Hace treinta o cuarenta años hicieron los discos que escucho el día de hoy… quizás qué vaya a pasar ahora con su rap desde que tienen tan metido el freestyle como herramienta.
Partamos de una base, que espero no me interpreten mal, pero creo que vos lo sabés. Un libro acá sale cuatro veces más caro que en Argentina. Eso es una LOCURA. Apliquemos el sentido común. Cuando yo escucho a un emcee chileno, no escucho mucho vocabulario, escucho buenos ritmos y buenos flows. Acá están limitados, boludo.
Bueno, aquí el corte cultural de la dictadura funcionó. Ya no hay representatividad ni se generan los puntos de encuentros para pensar o cambiar ideas, como los hubo alguna vez. Ya ni siquiera en las universidades, porque, al menos desde mi punto de vista, las ideologías de los más politizados sigue estancada en un mismo círculo, pero no hay una reconstrucción. Eso sólo para una porción pequeña de la población, porque la mayoría simplemente se duerme. Allá, el flaite argentino puede estar todo el día instalado en la esquina, pero leyendo el diario, es informado y opinante, conocedor de sus derechos. Van a saber tanto de fútbol de la misma forma en que saben de la economía del país.
Así es toda la vida, o no vas a tener de qué hablar. Al argentino le gusta hablar, aunque seas el más pelotudo, pero vas a hablar sabiendo de lo que hablas. Tengo muchos amigos chilenos que viven allá, porque, con lo que pagás por una carrera universitaria en Chile, te podés ir para Argentina y alquilar un departamento, comer e ir a la Universidad Austral, que es una de las mejores universidades de Latinoamérica. Un título de la UA te sirve acá, en México, Nueva
York o donde sea. Como dices, hay que estar alerta con lo que está pasando hoy en Argentina. Si somos sinceros, toda habla hispana está pendiente del campeonato A Cara De Perro Zoo: cómo lo hacemos y cómo lo dirigimos. Vamos a cambiar todo el formato este año, los vamos a dejar a todos volteados, como el continente de Sudamétrica, porque creo que estamos marcando los tiempos, le duela a quien le duela. Te lo está diciendo alguien que creó el reglamento de la Red Bull Batalla De Los Gallos. Fui campeón de Argentina tres años antes de que se cree Batalla De Los Gallos y antes de que salga la película de Eminem. ¿Me entendés de lo que te estoy hablando? Yo no estoy haciendo freestyle por moda, brother, como muchos tantos lo hacen.
NUCLEAR: Yo creo que en cierta forma, el freestyle está muy aparte de los grupos que están sonando y reventándolo más que otros. Son dos movimientos completamente diferentes. Los raperos que más suenan no están metidos en batallas.
Antes era así. Me acuerdo, por ejemplo, que en las primeras versiones de Batalla De Los Gallos en Chile, participaban personajes más representativos del rap chileno, como Portavoz, Pequeño Search, Yntro, Omega o Emone; pero con el tiempo se fue integrando una nueva escena emergente, a la vez que la existente se afirmó y no necesitó ir a buscar más espacios. Así también en España, con Zatu, entre otros.
Esto pasó en Estados Unidos también. Aquí estamos viviendo un quiebre y aproximándonos a la época dorada. Ésta es, donde hay freestylers y liricistas. Todos sabemos que el primer disco de Supernatural fue una mierda, pero le había partido el culo a todo el mundo, boludo. El hijo de puta rapeaba como Method Man, pero haciendo freestyle.
Son dos mundos paralelos. Puedes hacer freestyle, pero escribir canciones es muy distinto. Yo he conocido muchos freestylers que cuando fluyen ganan expresión, que la expresión es el flow, pero los escuchas en una canción y son mecánicos, no tienen sentimiento. Como también conozco gente que escribe muy bien y me enojo con ellos, porque, si escriben tan bien y tienen tanta capacidad de razonar algo, ¿cómo no va a ser posible que hagan freestyle? Y claro, no ejercitó la cabeza para llamar a las rimas rápido, porque eso es un ejercicio mental, es algo técnico. Amarillo rima con estribillo, grillo, ladrillo… ¿me entendés? De tanto hacer freestyle, tú ya sabés, entonces lo último que hacés es cambiar el contexto, pero el banco de rimas ya lo tenés. Si dijiste gorra, ya sabés cómo tenés que terminar el punchline: la zorra, por ejemplo. Cómo haces para navegar hasta esa idea y que te la aplaudan. Con dos rimas básicas
hacer la IDEA. “La vida es impredecible y yo amo lo improvisado”.
NUCLEAR: ¿Y a ti qué te representa más? ¿Hacer freestyle o escribir un tema?
En ese orden (risas). Yo vengo del freestyle, brother. Creo que me he convertido en un liricista pesado. Quebrar ese puente de freestyle-liricista es muy difícil. De hecho, creo que los gallegos me prestaron atención porque Violadores Del Verso vinieron a tocar a Chile en el 2003 en Pudahuel con Panteras Negras. Yo me subí a hacer freestyle y Kase.O me gritaba desde atrás “la máquina del freestyle”. Después, en Hip Hop Nation, salió una nota en la que a Kase.O le preguntaban qué le gustó de Sudamérica. Hablo muy bien de Chile y además mencionó que había un argentino que hacía freestyle… y bastó que ese loco diga eso nada más para que al toque me estén llevando para allá. Mirá el poder de la palabra de ese tipo y la mano que me dio en la vida Javier (Ibarra).
En mayo del 2012 se escribe un nuevo hito en la historia del freestyle de Argentina: A Cara De Perro ZOO, la Película: la que documenta el desarrollo y experiencias de los protagonistas de la liga que iniciaste en tu país, convirtiéndose en la primera película de freestyle de habla hispana, por lo demás su financiamiento fue totalmente independiente. ¿Qué te pasó a ti que te dio por hacer realidad esta locura?
Brother, vos cuando tenés una corazonada, les das. Yo ni vi los registros, no sabía que iba a ser la primera película documental de freestyle en habla hispana. Nunca miro estadísticas, nunca hago algo revisando quién ya lo hizo. Lo que me gusta hacer, lo hago y ya está, pero después de que hicimos la peli me enteré que era la primera. Sincera y humildemente, no lo podía creer.
¿Cuál fue el alcance tuvo el proyecto?
Ocho presentaciones en cines de cuatrocientas personas cada una. En Chile la presentamos en el festival Planeta Rock. La gente gritaba. No lo podíamos creer. Traje al director (Federico Suárez) porque quería que lo vea. La verdad es que la película A Cara De Perro Zoo me parece que es un antes y un después en el freestyle de habla hispana. Me parece que es una buena guía para quienes están iniciándose en el arte del freestyle, como motivación y fuerza motriz, como un humilde incentivo y aporte del país que tal vez menos hiphoperos tenía, porque ahora se están multiplicando. Es bueno que desde el culo del mundo salga la mejor mierda en freestyle, lo hace de exportación. La película ahora está en Youtube. Le ha ido muy bien para ser una película-documental independiente.
¿Qué te gusta de lo que está sucediendo en Sudamérica?
Mucho, mucho. No terminaría. Soy fanático del rap de Chile. De Sudamérica me gusta Criolo de Brasil.
Brasil es la escena independiente, desconectada casi totalmente de América Latina. Tienen su Hip Hop, entendido sólo en sus formas propias. Como son su escena, me da la idea que influencia a sí misma y lo local vive con el reconocimiento que merece. Tú has ido, ¿cómo es allá?
En Brasil están más agrandados que Chile, Argentina, Colombia, etc. ¡En las favelas creen que ellos inventaron el Hip Hop o el funky! Tenemos que ir a Brasil, che, para aprender, mirar y decirles que sí a todo (risas). A los raperos que les va bien, son millonarios, llenan estadios.
Y para cerrar, ¿Dtoke o Stigma en el 2013?
Vos sabés. Yo vengo de la escuela de los que rapean bien. Ya está respuesta, ¿no?
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