"PRODUCIDO POR…" | Conversaciones y análisis con los productores Patricio ‘Adonai’ Loaiza & Gastón ‘Cenzi’ Gabarró.

Tenía ganas de hacer un nuevo reportaje del mismo estilo que definió en noviembre pasado las conversaciones con los fotógrafos Inti Gajardo, Luciano Marchant y Carlos Rodríguez. Claro, los que lo leyeron sabrán que son proyectos que toman tiempo, pero ya teniendo registrado en mi grabadora aquel tesoro que son los testimonios, cumplo primero conmigo mismo desclavándome una espina, y lo que siga después con la edición ya es cuento personal. Ahí veré yo cuándo soltarlo a la luz. Son las ventajas de tener tu propia línea editorial, no hay presión más que tu misma ansiedad… y cuando ella lo estima conveniente simplemente te envía la orden y te encierras en la faena de la redacción. El archivo de a continuación es probablemente el más completo que he hecho hasta ahora, de esos en que las expectativas se satisfacen al cien por cien, como hacía tiempo no me pasaba.

Advierto que es extenso, mucho más de lo acostumbrado (sí, en serio), por lo que decidí separarlo en capítulos clasificando las diferentes etapas y tópicos de la conversación. Con esto no espero más que los lectores habituales puedan disfrutarlo tanto como yo lo hice en la entrevista misma. No es necesario leerse todo el reportaje de una sentada, porque ni yo lo he hecho de esa forma. La idea es ir tomándolo por partes, cada quien verá sus propios
ritmos.

 Entrevista realizada por Güissario Patiño en agosto del 2013.
Fotografías de Damaris Sedini.

Propiedad exclusiva de Laceldadebob.cl
* Muchos archivos complementarios rescatados de internet.
Era el primer sábado de agosto y mi último día de una pasajera estadía en Santiago, pues la mañana siguiente despegaba el pajarraco que me trajo varios kilómetros más al norte. Dentro de mis planes, el único certero era no tener ninguno, por cuál sabía que podría pasar mucho tiempo antes de volver a andar por la capital. Fue un “ahora o nunca”, me refiero a esa vieja idea en mi cabeza de sentarme a conversar con algunos de los que considero piezas clave en el backside de la historia del rap nacional. Por una parte está Adonai, genio responsable de la sonoridad musical que, entre otras propiedades, fue una de las características cruciales para que Tiro De Gracia, de ser una banda de jóvenes raperos del under, pase a convertirse en una de las principales referencias del rap latino de todos los tiempos. Por la otra está Cenzi, quien no necesita mayores descripciones de logros para ser presentado, sino que ya es en sí una auténtica institución del Hip Hop nacional. Por lo demás había vuelto hace un tiempo al país tras una larga temporada en Canadá. Hechas todas las confirmaciones, nos reunimos finalmente en la estación de metro Franklin al mediodía.
Y ahí me estaban esperando los maestros. Primero Adonai, de apariencia más canosa y madura que en aquellos vídeos, parado junto a su bicicleta en la salida de la estación: “Recién me encontré con Gastón, te está esperando abajo, en las boleterías, por si aparecías por ahí” –me indica luego del saludo. Parto a buscar a Cenzi. No fue difícil distinguirlo, aún entre toda esa multitud de consumidores del Persa Bío-Bío en pleno fin de mes. Su camiseta propia y abrigo de invierno canadiense buscando habituarse al clima ni fú ni fá metropolitano. “Así que tú erís el que está detrás de todo, por fin te conozco” –me dice después de un afectuoso saludo. Caminamos algunas cuadras por el  ector, conversamos de todo un poco. Los muchachos se pusieron al día en algunas banalidades tras varios años sin verse. Yo internamente agradecí el hecho de sentirme el cabro chico ignorante que alguna vez fui, mirar a los mayores con respetuoso silencio, ser nuevamente un libro abierto. Nos estacionamos en una plaza cuando el hielo ya se había roto. Fue simple instalarse, sacar la grabadora, mirarnos y decir: “Ya, a lo que vinimos”.
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PRODUCIDO POR… | Conversaciones  y análisis con los productores Patricio ‘Adonai’ Loaiza & Gastón ‘Cenzi’ Gabarró.

CAPÍTULO I – “Calma antes de la tormenta”. Acercamientos al Hip Hop y umbrales de la producción musical.
CAPÍTULO II – “Cuando el juego se hace verdadero…”. Orígenes de Tiro De Gracia y Makiza, la entrada al mercado musical.
CAPÍTULO III – “… te quemas con un fuego, que juega contigo como un muñeco”. Inserción en los sellos
discográficos. Experiencias, ventajas y desventajas del arte contractual.
CAPÍTULO IV – “Dime sí o no: El rap cambió tu vida para siempre”. Independencia contractual, el regreso de la autogestión.
CAPÍTULO V (FINAL) – “La chupaya 2013”. Análisis y opinión sobre actualidad musical. Próximos objetivos.

CAPÍTULO I – “CALMA ANTES DE LA TORMENTA”
Acercamientos al Hip Hop y umbrales de la producción musical.

Agradeciendo desde ya la participación y puntualidad de ambos, quiero explicarles la idea de este reportaje antes de que comencemos. Lo primero es dejarles claro que no vengo preparado con una pauta de preguntas, esto no es un cuestionario, sino que es la respuesta a una obsesión que tengo en la cabeza desde hace muchos meses y que por fin, gracias a su buena disposición, puedo concretar. Se trata de recopilar y dejar registro de la historia que pueden aportar basándonos en sus experiencias como productores, siendo a mí parecer elementos fundamentales para entender el auge del Hip Hop en Chile hacia fines de los noventa y puerto de entrada para las generaciones de los dos mil. Yo voy a participar muy poco de esta conversación, la pega me la llevo a la casa cuando tenga que transcribir todo lo que tengan por decir. Por ahora me interesa que entre ustedes mismos vayan escarbando y sacando del baúl anécdotas, armen el rompecabezas de la historia compartiendo una misma conversación, desde el día cero al presente. Partimos.

ADONAI: Mi nombre es Pato Loaiza, cuarenta y un años, soy amante de la vida (risas). Me gusta mucho la música, la creación, la creatividad. Piso la tierra, pero también ando mucho en el aire, entonces esa actitud me hace tomar más seriamente las cosas que están en el aire, que son volátiles. En eso está la música, la luz… me gustan los cuadros naturales, como éste (señalando una escena cercana a nosotros). Y claro, en lo práctico me metí a estudiar sonido, entonces ahí caché el aspecto más técnico de la música.
¿De qué época estamos hablando?
 
Estoy hablando de comienzos de los noventa. Me metí al Vipro (Vicente Pérez Rosales) y ahí me encontré con ene gente que por diversos motivos estaba estudiando sonido, no precisamente por grabar, mezclar, ni nada, sino que gente que le gustaba el rock, o tocaban guitarra o que le gustaba el audiovisual. Estuve en una universidad bien extraña, porque juntaba el arte de la moda, el sonido y la biología (risas). Era una cosa rara ahí, pero entretenida, porque todos nos juntábamos. Era un lugar chico. Hay harta gente que viene de esa familia, porque se podría decir que era como una familia. Ahora ya es una universidad grande, pertenece al Inacap y toda la cuestión.
CENZI: El Raff es de ahí, ¿no?
ADONAI: Sí, pero el Raff es de varias generaciones después. A él lo conocí primero muy metido en la música, después se puso a estudiar la herramienta técnica. Y hay hartos ya que me he encontrado que son de ahí y que ahora están metidos en Hip Hop, en la cosa profesional de grabación, películas, etc. Obvio, el sonido es así. Bueno, y después de estar ahí sin tener un rumbo fijo más que aprender la técnica, me encontré con una queridísima y gran familia musical que fue la DMS (Demosapiens), a la cual pertenecía Tiro De Gracia, Gastón, y una serie de gente muy productiva. Ahí me encontré con la parte más artística, fue como un piscinazo, porque vino la parte humana, no la parte técnica que estudié en el Vipro, donde me hice de varios amigos sonidistas. No sé si podría decir que entré en la DMS, porque me inserté, fue una cosa bien rara. Encontré amigos como Gastón, el Barça, el Sha K. Me acuerdo de la Mona, la Nalini, el Chico A… no quiero que se me escape ni uno. El Diego, que después se fue de Chile, Piojo, el SQB también lo caché por ahí de la zona norte.
 
CENZI: Él nunca fue de la DMS, pero siempre fue parte del círculo. Compartíamos puros amigos, jamás un enemigo.
ADONAI: Claro, había ene gente así, que no pertenecía, pero era muy cercana. Fue todo muy amistoso. Mirando para atrás, la recuerdo como una época muy viva de mi vida, porque en el fondo yo era un hueón demasiado tímido, me acercaba poco a la gente… y ahí creo que fue como mi gran entrada social. Mira, qué heavy lo que estoy diciendo (risas).
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Imagino que ése despertar social viene de la mano con todo un autodescubrimiento y replanteamiento artístico.
ADONAI: Sí, porque al mismo tiempo también entré a conocer técnicas que no conocí en el Vipro. Ahí era estudiar mucha matemática, física, después meternos al estudio, la cosa técnica, aquí, allá… pero tampoco era taaan profundo que digamos, o que te enseñaran los estilos y cómo desarrollarlos. Con suerte era el rock, el pop, folclore, lo clásico y listo, eso sería. Entonces aquí fue como “wooooaah”. Cachar la técnica de la grabación por trozo, la manipulación, el arte de la rima, la cosa social, de compartir, generar proyectos dentro de gente que no era su profesión ser productores, pero ahí se estaban haciendo miles de cosas. A eso quería llegar, al encuentro con Gastón y con Tiro De Gracia, con la cosa callejera que a mí me encantó. Hay mucha gente que conocí en el Vipro o antes y me dicen que nunca se imaginaron que yo iba a terminar con una banda de Hip Hop, lo único que puedo decir es que yo tampoco (risas). Tenía muy poca cultura, la cultura más callejera que tuve fue en Viña Del Mar, en un cerro en el que crecí que era una zona súper tranquila, pero que después comenzó a poblarse y entonces tuve poblaciones cerca. Mi vieja tuvo un local, que primero fue librería, después bazar y después botillería. Conocí el entorno atendiendo el negocio. Eso me gustó mucho, descubrí una cosa social bonita ahí, de compartir, fue entretenido… y bueno, después de lleno con la DMS.
CENZI: Me acuerdo que nos quedamos en la casa de tu mamá una vez, fuimos una noche.
 
ADONAI: ¿Y ya tenía la botillería?
CENZI: No me acuerdo, lo único que me acuerdo es que fui con una chica que no quería nada (risas). Ése es el recuerdo que tengo. Qué loco, no sabía que la DMS te había impactado tanto.
 
ADONAI: Sí, profundamente, es que tú no me conociste antes, me conociste así, cuando ya estaba embalado. Obviamente en un comienzo fue una hueá súper profesional, queríamos hacer cosas. Con Camilo (Cintolesi), que era mi socio en ése momento, que venía del Vipro, de mi mundo antiguo, técnico… con él había tenido unos trabajos musicales.
 
CENZI: ¡Roma!
ADONAI: No, no precisamente Roma. Él tenía Roma y yo era amigo de la gente de ahí, pero no participé. Lo que sí me acuerdo es que hicimos canciones, él me grababa a mí y después yo lo grababa a él. Algunos amigos también participaron, cantando o tocando guitarras, etc. Ahí desarrollé un poco la creatividad y empecé a programar, que fue lo importante. Yo tocaba teclado, pero ahí me metí en los secuenciadores. Eso fue lo primero que caché bien. Me compré un Kurzweil justo antes de conocer a los muchachos y me lo estudié, ahí descubrí el sampler. Inmediatamente pensé que eso era una excelente herramienta, porque caché que uno podía robar cosas muy bien hechas, pero haciéndolo de una manera muy discreta. Entonces se me encendió la ampolleta, sabía que comprándome un sampler podía lograr un buen sonido con poca plata, que no era tan poca plata tampoco, pero digamos que en vez de un estudio que requería mucho más dinero en esa época: equipos, grabadoras, todo eso. Y bueno, después conocí a Gastón que hacía toda su música y cuestiones bacanes en un computador… entonces dije: “puta hueón, por aquí va la cosa” (risas). Pero claro, como yo era tecladista, igual el teclado me servía mucho, tenía todos los sonidos ahí: bajos, orquestas… todo. El K2000 es un clásico para muchos, es el teclado que seguimos usando (risas).
Kurzweil K2000
CENZI: ¡Hasta anoche haciendo música! (Risas). Muy bueno. De hecho, trabajando con Adonai fue como aprendí a usar el teclado, si antes de eso nadie lo usaba. Es que nosotros entramos mal a la música, entramos por una puerta equivocada, porque todo el mundo usaba midi. Seguimos siendo unos de los pocos hueones que nos negamos al midi, no lo trabajamos. Yo soy anti-midi, entonces cuando caché el teclado fue como: “bacán, otra cosa que no es midi” (risas). Incluso alguien nos metió en la cabeza que estábamos haciendo las hueás mal, entonces cuando hicimos el disco Aerolíneas con Makiza fue cuando tuvimos plata por fin para comprar nuestro propio Kursweil. Nos dijeron: “Ya, ahí tienen, cómprense un sampler”. Me compré lo único que sabía usar, que era el Kursweil… ¿era el tuyo?
ADONAI: Sí.
CENZI: ¡Cacha! Hicimos Aerolíneas con el mismo que el Ser Humano!! de Tiro De Gracia. Usamos el Kursweil y además me obligaron a usar midi, entonces el disco Aerolíneas es entero Cubase… y lo odio loco. Me carga ése disco por ése sonido. Es todo tan mecánico, porque está todo cuantizado. No sabía ponerle un flow, un swing, porque con el Cool Edit lo mueves todo un poco para el lado, haces algo con el movimiento rítmico. Hay una canción de ése disco, que es con el Cotorro, que es súper brasileña, es samba, es bacán, pero la batería es “tucutucu-cacaca-tucucacacá”. Una mierda el midi, parece un Casio la hueá. Así que ahí dije: “NUNCA MÁS”.
 
ADONAI: Pero no se nota tanto, los sampleos le dieron vida.
CENZI: Sí, salvé los sampleos. Imagínate, la misma secuencia de “La rosa de los vientos” era midi, si hubiese hecho el disco con Cool Edit nunca habría hecho ése cambio. No me nacía ni me nace. La única forma de salvarme fue sampleando loops de baterías y poniéndolos por debajo. Así me sacaba el cuadrado de encima.
Siendo así, ¿bajo qué métodos propios fue gestado el Vida Salvaje y cómo en esa época te hacías de esos métodos propios? ¿Cómo se conseguía ése concepto primitivo de producción?
 
CENZI: El Vida Salvaje fue hecho completamente con computador, entonces era mucho más entretenido. Era un 386, cacha. El Cool Edit 1, ni siquiera el 2.1, que los hueones gozan aún. Ahí ni siquiera podías samplear. El total de sampleos era de un minuto, por ejemplo, entonces tenía una batería y decía: “Ya, de A a B va el loop, pero de A a C va la mitad del loop, entonces quiero que haga de A a C cuatro veces y después de A a B una vez”. Secuenciaba los loops, era una locura. Eso lo aprendí a usar con Diego Medina, que era el Moog One, partner del Seo2 en el grupo CFC (Castro Family Crew). Yo era mucho más amigo del Diego que del Seo. Cacha, estudiaba en la USACH con el Seo y nunca lo fui a ver en dos años, estudiando ahí mismo (risas).
ADONAI: ¿Pero conociéndose ya?
CENZI: Sí, entonces el Drago, por ejemplo, pasaba a fumarse un pito conmigo y me decía: “Ya, me voy a saludar al Seo”.“Ya, mándale saludos”. La voladita (risas).
ADONAI: ¿Qué estudiabas ahí?
CENZI: Ciencias De La Computación. Soy matemático a cagar, lo cual me ayuda caleta en la música.
ADONAI: Yo también fui bueno para las matemáticas, me gustó harto Cálculo y las Ciencias Matemáticas que tuvimos como tres años. Todos reclamaban que querían meterse al estudio, pero yo lo encontraba entretenido, no sé, los límites, las curvas, las derivadas.
Considerando el desarrollo tecnológico que implica los últimos veinte años y que ahora que por necesidad el sonido se hizo una carrera más común, casi al punto de hobbie o de cultura general, ¿cómo concibes el acontecer instructivo de la producción musical? ¿Queda algo de esa escuela más rigurosa como la que te formó, siendo que ahora es más numerosa la cantidad instituciones que imparten la carrera?
ADONAI: La Ingeniería sí, siempre va a seguir ahí. Bueno, nosotros en cierta medida envidiábamos a los técnicos, porque el segundo semestre ya estaban metidos en el estudio, nosotros en el tercer año… ¡recién! Había dos años en que estábamos pelando el cable con física. Yo me metí en ése mundo y me gustó mucho.
CENZI: Es necesario igual. Por ejemplo, yo, que no sé la matemática del sonido, ayer mismo estuve peleando porque tengo una canción con dos bombos y dos bajos. Sonaba mal, entonces al oído tengo que cachar cuál es la frecuencia a sacar de cada elemento, mientras que el Raff o el Adonai, por ejemplo, que saben e estas cosas, no son como yo que me tengo que poner a jugar hasta que me suena.
ADONAI: Pero eso es algo bueno, porque es intuitivo y al mismo tiempo estás con la práctica. Hay gente que por lo que sabe se van directo a lo que quieren, pero no se pasean entremedio, y de repente paseándose entremedio uno descubre cosas. Yo lo he tratado de hacer así ahora.
CENZI: Entiendo eso, pero hay un lado matemático del sonido que super vital profesionalmente. Por ejemplo, alguien una vez me preguntó si podía masterizar su disco. Yo lo puedo hacer al oído, pero no le puedo cobrar por eso, porque el otro hueón que sabe merece la plata. Si yo lo hago al oído, él lo hará al oído, a la matemática y a los cuatro años que estudió. Es mucho más justo. Creo que recién podría alcanzar su nivel si él dejara de masterizar por cuatro años y yo continúo por veinticinco más, ahí estamos al nivel, así lo siento. Ahora hay cabros que son nuevos, que salen del Vipro, que tienen en su casa su computador con todos los programas instalados, tienen su sampler comprado… y suenan increíble, suenan de puta madre. Ahora, su música culeá es fome y me la paso por la raja, pero puta qué suena bonito (risas). Tienen su lado técnico desarrollado, pero el lado artístico viene o no viene, eso depende de cada persona.
En aquella época en Chile aún no existía mucha cultura de cómo hacer Hip Hop. Había que buscárselas para llegar al sonido que se quería lograr, pero primero, ¿cómo se llega al Hip Hop y desde ahí decir “esto es lo que quiero hacer”?
 
ADONAI: Lo mío es re-corto. Yo venía influenciado por la típica música que se conocía aquí en Chile, la música de radio, nunca fui muy de rock. Así como muchos parten conociendo los clásicos del rock, a mí me gustaba la música negra, porque me tocó la suerte de viajar el año 1988 a California. Estuve ahí y conocí cosas muy interesantes. Me gustó la música pop que se escuchaba en esa época, era muy negra, pero esto te lo digo sin haber conocido nombres de grupos ni nada. Mi primer acercamiento pleno con el Hip Hop fue un cassette que por error me pasó mi primo, que era el It Takes A Nation of Millions To Hold Us Back de Public Enemy, que es del año 88, por ahí. Lo encontré super hardcore, me chocó la dureza, era muy ruidoso. Después, en los noventa, ya habiéndome metido en el mundo de los sampler, descubrí que era un disco que había marcado un hito por la cantidad de grabaciones que se usaron en él, así como un sampleo sobre otro, sobre otro, sobre otro… y todo el rato bombardeando. Claro, a mí me chocó un poco ése disco, pero al mismo tiempo me acerqué mucho más a lo que hacía Prince, que es como el lado más pop de la música negra. También tuve una época media trash-metal, yo creo que esa fue una rebeldía contra mis papás (risas). Ahí caché a Beastie Boys, su parte más funky con el “Fight for your right”. Después, como en el 95 o 96, fue el chapuzón con la DMS y ahí fue como que me cayó toda la música de una. Aluciné.
Por tu parte Cenzi, el producto de Hip Hop como fin ¿era algo que descubriste en Chile o ya venías con la curiosidad antes de llegar al país?
 
CENZI: No, yo llegué a Chile a los dieciséis, y a los quince ya era deejay de una radio en Canadá. Ya amaba el Hip Hop. Soy malo con los años, pero ponte tú el 88 ya tenía el disco Licensed To III de Beastie Boys. Lo recuerdo por la canción “Paul revere”, donde todas las baterías van al revés. Increíble esa canción, me hacía cagar escuchando las líricas. Habré tenido unos once años y con los cabros de mi barrio caminábamos por las calles rapeando las letras, pero en vez de decir “My name’s Mike D…” decía “My name’s Gaston and I’m about to get money” (risas). Hablábamos puras hueás, pero nos reíamos. Después salió Kool Moe Dee, Fresh Prince & Dj Jazzy Jeff, buenísimo disco, todavía lo escucho… todos esos discos del año 89. Pero cuando salió el disco de De La Soul, me regalaron un single que tenía un remix. Quedé para la cagá porque descubrí el lado productivamente musical de las canciones. No entendía por qué tenía tres versiones de la misma canción. Desde ahí nunca más me interesaron las líricas, de hecho, todavía no me aprendo la lírica de “La rosa de los vientos”, no me la sé, creo que la he escuchado una pura vez. Las líricas son tú problema, no el mío, les digo a los emcees. Las escucho, pero las escucho como un instrumento. Para mí los hueones van rapeando así: “woawoawoawoawoawoa-woawoá-woawoá”.
–“A ver, devuélvete al “woawoá”. Bacán, hagamos un quiebre ahí”
–“Pero es que ahí dije tal y tal cosa”
–“Ah, no me importa, ése es tú problema… pero juguemos con ese espacio”.
 
ADONAI: A mí me pasa lo mismo. Voy cachando el ritmo y cómo van cayendo, de acuerdo al ritmo que van haciendo también se me van ocurriendo otras cosas como para acoplarme al ritmo. A veces tomo un significado y meto elementos por ellos, pero más que nada los quiebres son por los ritmos que te da el flow.
CENZI: Yo puedo decir que hay pocos productores. Veo a Adonai y te digo que somos dos de los cinco productores – y estoy siendo generoso con el número cinco—que realmente hacen quiebres según el flow lírical de los hueones. Siempre estoy buscando eso. Por ejemplo, vienen y te dicen que el disco del Jonas Sanche tiene las tremendas producciones, pero yo digo que no, que esas pueden ser las tremendas pistas, los tremendos loops, pero no son las tremendas producciones, porque producción es escuchar atentamente la hueá. Eso fue lo que aprendí desde muy chico, era lo que más me interesaba. De hecho, ¿sabes lo que hacía yo? Cuando mis amigos me prestaban cassettes –y te estoy hablando de principios de los años noventa, cuando hasta tener cassettes era caro—, yo no grababa todo lo que me llegaba. Por ejemplo, ¿qué hacía si tenía diez cassettes y mis amigos me prestaban quince? En el fondo empecé a juntar y grabar mis canciones favoritas y después iba a las canciones que no me gustaban tanto, pero escuchaba igual, y grababa solo los puentes musicales, o los intros o los outro. Tenía puras colecciones de los puentes musicales de los grupos. De hecho, debe haber un par de cassettes de esos circulando por Santiago. Lo que pasó fue que me empecé a dar cuenta de que, por ejemplo, Too $hort, que habla puras hueás y además su música es fome, era uno de los pocos raperos que tenía quiebres musicales. Entonces hay gente que te dice que Too $hort es misógino, habla solo de putas, de plata, de gangsters… yo digo que no lo sé, que no estoy escuchando su lírica, pero el hueón tiene un bajista que toca dos bajos en izquierda y derecha en los parlantes, que escuche eso. Valoraba todos esos detalles. ¿Y sabes qué Adonai? Me pasó lo mismo que a ti con el de Public Enemy. Lo encontré tan ruidoso, mucha cacofonía para mí. Me pasó exactamente lo mismo con los primeros discos de N.W.A. y de Geto Boys. De hecho, cuento aparte, una vez me presentaron al Drago, un amigo. Él era el primer rapero que conocía en Chile, yo tenía dieciséis años y se me acerca bien petulante.

– ¿Te gusta el rap?
– Sí.
– ¿Qué opinai de N.W.A.?
– No me gustan.
– ¿Qué opinai de Public Enemy?
– No me gustan.
– ¿Qué opinai de Geto Boys?
– No me gustan.
– ¡Ah! Vo’ no cachai nada de Hip Hop.

Y se fue (risas). Después, por cosas la vida llegó a mi casa, entró a mi pieza y vio toda mi colección de CD’s y cassettes. Quedó pal pico. Tenía seis veces más de lo que jamás pensó que él tendría. Lo mío era valorar. Yo valoraba a Digable Planets, De La Soul o A Tribe Called Quest por la música, siempre ha sido eso. Entonces, ¿influencias? Estoy influenciado por absolutamente todo, porque si entró a mi oreja y no me gustó, me influyó, porque nunca voy a hacer eso. Y si me gustó, me influyó aún más.

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ADONAI: Podría mencionar también que a mí siempre me ha gustado la música étnica y la folclórica, nunca fui un lana ni nada, pero me gustaba. Bueno, ahora lo soy, ando con el chalequito y todo (risas). Me entró muy bien esa parte del Hip Hop que se salió y comenzó a hacer hueás trip-hop. Se salió, pero también siendo un poco Hip Hop, porque tenía algunos ritmos de 90 o 95 BPM, pero comenzaron a tomar el mundo entero como inspiración. Empezaron a meter hueás chinas, europeas, americanas, pero esos sonidos más de la tierra que instrumentales, un producto más orgánico.

CENZI: Se notaba caleta en tus producciones esa influencia, por ejemplo en “Opyo” o el tema con Joe Vasconcellos. La época de Asian Dub Foundation, Portishead
ADONAI: ¡Transglobal Underground! (Risas).Gran valor, saqué un sample de ahí que no podía no sacarlo, estaba muy bonita esa hueá.
CENZI: (Riendo) Sí, si me acuerdo. Si una vez me prestaste el disco y al final te lo robé. Después lo encontré barato en Falabella o Feria Del Discocomo a luca. Ahí te lo compré y te lo devolví.
ADONAI: (Riendo) Qué buena. Sí, y así seguí con mucha música de Latinoamérica. En las próximas producciones se aprecia más lo sabrosón, con el Lenwa hicimos unos temas más pesados.
Por fin llegamos al punto en que cada uno tiene su escuela de influencias identificada, toman lo bueno y desechan lo que no les sirve, luego empiezan a producir, a generar producciones de rap chileno con sus respectivos proyectos. Siempre me llamó la atención que se le dio una identidad a un género nacional que no tenía por qué tenerla en ése momento. Podemos decir que se da origen a un sonido y se crea una escuela de rap chileno. La pregunta es… ¿cómo?
 
CENZI: Sabes, teníamos una escuela, pero nuestra clase éramos nosotros, porque  en realidad no había un punto de comparación con lo que queríamos. En ése momento existía La Pozze Latina, La Frecuencia Rebelde, Panteras Negras, M-16, etc. Para mí todo eso estaba como “bien por ellos”, pero yo no quería sonar así, yo quería sonar como lo que había hecho el Barça la noche anterior, por ejemplo. Barça era el deejay de Zicuta Ejecuta y de Tiro De Gracia en sus orígenes. Para mí él había hecho algo bacán y quería escucharlo. Después el Adonai se encendió al tiro y empezó a hacer bases, entonces quería hacer algo como lo que hizo él. También me acuerdo que el Diego Medina tenía un temazo en el disco Viviendo de CFC, parece que se llamaba “Ciclo natural”. En el fondo, nosotros nos autoalimentábamos entre nosotros mismos. De hecho, nos prestábamos discos, nos compartíamos samples, bombos, cajas, etc. Era cero competencia, creo que nunca jamás dije que quería hacer algo mejor de una manera competitiva, si quise hacer algo mejor fue por algo natural, porque quise hacer algo distinto con lo mío, porque hay que ser hueón para querer hacer una hueá peor. Lo nuestro era como una clase sin profesor.
ADONAI: Sí, yo quedé alucinado cuando salió Aerolíneas de Makiza. Me alegré tanto de ver como esta cuestión iba prendiendo. Me alegré por Gastón al escuchar unas tremendas bases, los ritmos, los cambios. Y claro, estaban las otras bandas que mencionaste antes, que para mí sonaban bien, pero no era algo que me gustara tampoco.
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El éxito y llegada masiva es reflejo de lo mismo, hacer que singles de rap suenen todo el día en las emisoras de radio, vender decenas de miles de copias. Porque dentro de los productores de la misma época, ¿a quién más se le podría atribuir la producción de hits? ¿Dj Raff?
 
CENZI: El Raff empezó a enganchar después, pero él también. Por ejemplo, la canción que a mí más me gustaba de La Frecuencia Rebelde era la más “bubble gum” de toda la hueá, que decía algo así como “échale sol a tu corazón…” (Tarareando).
“Riega la semilla”.
 
CENZI: ¡“Riega la semilla”! Para mí ése era el mejor tema del disco, pero es super popero, dentro del buen concepto. Me encanta loco.
ADONAI: Igual uno dice pop y todo, pero hay un pop que tiene relación con lo popular, con lo que entra y te gusta al tiro, que puede hacer que una melodía te encante a la primera. Como hay otro pop que es para vender, que es tan chabacano, que ni lo mencionamos acá porque la chabacanería no tiene nombre. Hay un pop que viene del alma, entra natural, te llena y te agrada. Ése agradar pasa con toda la gente, entonces se vuelve popular. De ése pop estamos hablando. La música étnica también tiene eso, muchas raíces de cada sector de la tierra y hay partes de eso que a mí me entraba y me hacían sentir parte de lo mismo. Me inspiraba y trataba de meterlo en una base, o en otra, hasta que me salía y lo lograba dejarlo bien inserto en un beat.

CENZI
: Nosotros siempre vamos a ser muy armónicos. Sea como sea, sea la escala que sea, siento que mi música siempre va a ser armónica. Por eso cabe destacar la producción de hueones famosos, como Dilla, que ese productor en particular siempre usó música jazz muy afónica, por ende a mí nunca me llegó, nunca me entró en la cabeza. Es abismal la diferencia entre los primeros tres discos de A Tribed Called Quest, que están producidos por Q-Tip, y después, cuando entra J Dilla, que fue cuando toda la música se va a la mierda. Nada es bueno, rico y fácil como sonaba antes. Ahora es música compleja, que me costó respetarla porque era demasiado raro para mí. Ése free jazz que me carga: “tapititutap-tatap-tapitutitutap” (tarareando). ¡Cállate!
ADONAI: ¡Cállate un rato! Haz una nota sostenida por lo menos dos segundos (risas).
CENZI: Entonces me costó caleta meterme en ése mundo musical. Llegó al punto de quiebre con gente que trabajaba, que les gustaba y querían ése tipo de música, pero como me negué me dijeron que no podíamos trabajar juntos. Perfecto. Porque no es que yo sea intolerante, es que simplemente no me entra en la cabeza. De hecho, me acuerdo que una vez el Seo sampleó un jazz horrible para una canción del disco de Némesis, no me acuerdo cuál, y era tan fea la base que no la lograba entender. Lo ayudé con unos bombos, unas cajas y la rapeó. Después llegó el Pedro Piedra, la escuchó y dijo: “Ya, yo le pongo un bajo”. Yo realmente lo miré, lo escuché, y me sentí como un niño chico viendo por primera vez el hielo derretirse y convertirse en agua. Vi cómo el Pedro agarró las notas más feas del mundo y las amansó, las tranquilizó con un bajo. Ahora me gusta el tema, más que nada porque el bajo es melodioso. Admiré esa capacidad musical, entonces me di cuenta que yo también podía hacer eso, así que la próxima vez que alguien me traiga algo feo, yo le voy a buscar la quinta pata al gato. Es un desafío realmente gigante. Hago mucha música en mi casa, solo, como entrenando, entonces a veces busco a los jazzistas de ése tipo de onda, a ver si me sale algo estilo J Dilla. Así, para cuando los idiotas me pregunten si tengo algo del estilo de J Dilla, poder decirles: “Sí, aquí tengo dos pistas feas. Toma”. Para mí ése es el equivalente (risas). –“Oh, están bacanes” –“Sí po, obvio, porque es el estilo feo de ustedes”.
 
(Risas) Oye, ¿les parece si nos movemos y vamos a comer algo por ahí?

El inicio estuvo así de historiado como lo leyeron, pero ya era hora de almorzar y además se hacía necesario cambiar de escenario. Caminamos varias cuadras y nos internamos en el mítico Persa Bío-Bío, buscando la mejor picá que además nos pueda acoger para seguir con la entrevista. Aterrizamos en una restaurant peruano, nos acomodamos y pedimos algo para compartir y beber. Grabadora sobre la mesa en REC y seguimos con lo nuestro.  

CAPÍTULO II – “CUANDO EL JUEGO SE HACE VERDADERO…”
Orígenes de Tiro De Gracia y Makiza, la entrada al mercado discográfico.

Repasamos el camino que los llevó a convertirse, o mejor dicho, a hacerse productores de rap,  y entramos al último tramo de los años noventa, época en que los respectivos grupos a los cuales pertenecieron ya acusaban su existencia y los sellos discográficos empezaron a echar el ojo a lo que pasaba por ahí. Sus historias se conocen más popularmente desde que cada LP editado profesionalmente ingresó a la listas de ventas, pero, ¿qué fue precisamente lo que pasó para pasar de maquetas a álbum de estudio?

CENZI: Son distintas las dos historias. Déjame contar a mí Adonai la historia de ustedes, a ver si me la sé bien (risas). Bueno, lo que supe yo es que había un gringo llamado Juan Sebastián Domínguez, y él llegó con plata para hacer un programa de televisión. El programa fue conducido por el Jimmy (Fernández), filmaron el piloto y no se vendió, pero dentro de ése show él le pidió que trajera unos grupos raperos para filmarlos en vivo. Jimmy llevó a Tiro De Gracia y a CFC, el grupo del Seo. Al Titín le gustó tanto Tiro De Gracia que cuando al piloto del show le fue como la mierda, él quiso rescatarlos. Ahora, cómo y por qué logró que Tiro De Gracia saliera por un sello, eso no lo sé, pero sí sé que llamó a su primo Camilo (Cintolesi), y Camilo tenía un amigo medio huequito llamado Adonai (risas). Ellos dos iban a hacer la producción de los demos. Entonces ahí se juntaron con nosotros porque teníamos las canciones hechas. ¿No sé si ustedes pensaban crear canciones o grabar solamente lo que existía?
ADONAI: Nunca hubo una idea.
CENZI: Eso pensé. Entonces ahí llegamos nosotros e hicimos la primera canción, que se llamaba “La primera canción”… y es la segunda del disco (risas).
¿Hablamos de “Ser humano N° 2”?
 
ADONAI: ¡Ser humano N°2”! Verdad. Cacha po hueón (risas). Bueno, en realidad mucho tiempo se llamó “La
primera canción”
y al final fue inscrita como “Ser humano N° 2”.
tiro-de-gracia-1997-por-juan-sebastian-dominguezFotografía Tiro De Gracia, 1997 | Por Juan Sebastián Domínguez

Entonces, Adonai, ¿tú entraste a Tiro De Gracia en ésa transición, en ésa fase del proyecto discográfico como objetivo?
 
ADONAI: Claro, se podría decir que yo entré en la vía profesional. A todo esto, está muy bien contada la historia en general, porque fue “El Gringo”, Titín, el que efectivamente llegó a Chile con la intención de hacer un programa Hip Hop, algo que no había acá. “El Gringo” llegó a lo gringo. Llegó con su platita, venía recién salido de la Universidad De Cine de Nueva York, tenía un contacto muy bueno, que era su propio padre, que trabajaba en el medio de canales de televisión. Entonces vino a lo grande. Lo que sé yo es que él comenzó a pedir bandas. No sabía qué tantas iban a llegar ni cuáles, pero le pidió al Jimmy, al Raff, entre otros, que pasaran el aviso. Llegaron hartas bandas de las cuales hicieron una selección. Entre medio estuvo Tiro De Gracia y varias bandas más, que finalmente nunca supe cuáles fueron. Mira, qué heavy igual, porque fue un programa piloto en el que se invirtió harto presupuesto, se hizo en un galpón profesional. Al “Gringo” no le resultó, pero quedó alucinado con las rapeadas del Juan (Sativo). Te lo digo porque llegó a nosotros para comentarnos. Él es primo con Camilo y nosotros ya veníamos tratando de armar algunos proyectos, con ideas de mostrar algo relacionado con el pop de la época, mezclado con rock, que era como su influencia. Él siempre fue el encargado de la gestión, fue tan gestor que se metió a manejar Bambú, la primera banda del Quique Neira. Por eso el Quique participa en “El juego verdadero”, lo involucramos al tiro porque éramos amigos, cercanos. Entonces, el Titín se acercó a nosotros y nos cuenta que conoció a los raperos que más le han gustado y que estaba seguro que si nosotros trabajábamos con ellos podríamos hacer algo muy bueno, porque además ellos querían ser conocidos. Esa vez llegó con un par de cassettes y nos dice que eran los demos que habían hecho, que los escuchemos, pero que sabía que estaban haciendo otro estilo ahora. Con Camilo los recibimos, pero no muy convencidos. Por lo general él era el que guiaba ahí, yo era más receptivo, más artístico o voladito… iba no más, así que le dije que los escucháramos y cada uno se llevó un cassette para su casa. Yo me puse a escuchar y lo encontré muy embalado, un rap súper rápido. Entremedio empiezo a cachar la letra y me sorprendía que le entendía todo, y se tiraba una frase tras otra, algunas para cagarse de la risa. Fue alucinante, se notaba que tenía el talento. Luego nos juntamos, al menos para conocernos y ver si teníamos onda, eso también tiene mucho qué decir. Nos conseguimos la sala de ensayo de Bambú y ahí nos juntamos.
CENZI: ¿Arriba del Jammin?
ADONAI: Sí, ahí conocimos a los cabros. Nos presentamos como sonidistas, productores musicales… y yo a lo más había hecho canciones en mi casa y grabado por ahí, pero no había tenido tantas pegas, no estaba tan metido en el medio. Quedé fascinado con la disposición que tuvieron: los cabros vinieron a trabajar. Nos mostraron algunos temas nuevos y ahí alucine. Era otro estilo, más suave, las letras más poéticas, más sentidas. Yo les mostré alguna cosa que tenía programada. Éramos el pack completo, porque el Camilo tenía contacto con la Emi por Bambú. Ellos eran parte de una serie de bandas que estaba promocionando el sello bajo el pretexto de lanzar el rock nacional, funcionara o no funcionara. De hecho, la mitad de las bandas no funcionaron, pero esa era la disposición y propuesta del sello. Te estoy
hablando de un nivel súper profesional de lo que los inversionistas con dinero, que eran los sellos, estaban haciendo con la música chilena. Ya había salido Lucybell y estaban teniendo un leve auge en lo alternativo, estaban saliendo Los Tetas, al mismo tiempo estaban saliendo algunas bandas medias punk-rock, como los Machuca. Bambú también estaban ahí  y tenían más onda. El Camilo estaba vinculado con todas esas bandas. Los cabros también dijeron que sí al tiro, porque supongo que era la oportunidad más real de estar vinculado a un sello, sacar un disco y estar trabajando con un par de productores que cachaban del sonido y cómo grabar un disco. Yo también me comprometí con el proyecto y nos pusimos a trabajar. Después voy  conociendo a Gastón, que llegó como en la tercera sesión. Empezamos a ponernos de acuerdo con lo que había, que era “El juego verdadero” y “La primera canción” con el Barça. Mi equipo era compatible con los archivos wav, entonces los disquetes de PC eran compatibles con la disquetera del equipo. Yo no sabía eso. Era cosa de meter el disquete, importar los archivos y ya tenías metido el loop adentro de la máquina. Fue todo muy rápido. Ahí les preguntamos a los cabros si es que tenían algo que nosotros pudiéramos escuchar para saber meternos en el estilo y comenzar a digerir cosas. Fue cuando quedé alucinado. Me pasaron los primeros discos de De La Soul, A Tribe Called Quest… fue un chapuzón de música. En ese momento tuve un flashback, sabía que había escuchado música así. Recuerdo que quedé fascinado con mi primer viaje al exterior, que fue donde mis primos de California. Ahí tuve que trabajar tres meses limpiando casas de ricos. Bueno, para mí eran casas de ricos, porque eran grandes y tenían estacionamiento para tres autos, pero en realidad eran casas normales. Allá viajaba mucho, entre Los Angeles, Long Beach, todas esas zonas; entonces en los viajes escuchaba hartas radios, que principalmente tocaban música negra. Me reencontré con una música que me llegó mucho, sin saberlo, sin quererlo, y sin después buscarla… porque ¿qué iba a llegar a buscar a Chile después?
Nota televisiva sobre el proceso de grabación del álbum Ser Humano!! de Tiro De Gracia. Canal Rock&Pop.

CENZI: Oye, una pregunta. Yo me acuerdo que grabaron el “Ser humano N°2”, después “El juego verdadero”… y de la nada apareció una canción que me dejó trastornado, que fue “Sombras chinescas” ¿Cómo nació eso?
ADONAI: Esa la hicimos en la segunda patita. Apareció porque es de Rodrigo Chepillo. Él hizo la canción, la idea musical, y yo luego le agregué baterías, loops, los sampleos chinos. Lo que venía de “El juego verdadero” eran dos loops, yo cargué dos archivos: la batería y el sampleo de Grover Washington. Nosotros veníamos de la cultura de la producción musical más rellenita, entonces cuando teníamos armada la primera maqueta quedamos en que había que hacerle algo más. Le metimos bajos, más baterías, comencé a jugar con los sampleos. Además hice una compra muy buena. Yo ya estaba enterado de las librerías de sonido y compré un disco que es la zorra, que hasta hoy día se vende: el Loop Soup, una compilación de AMG que unieron a sus cuatro mejores sampleros de librería y los metieron en el mismo disco. Incluso salió en el Sample Tank como una de las librerías básicas. Tuve la suerte de tenerlo y tenía ahí todos los loops conocidos y que se han usado a través de todos los tiempos en el Hip Hop y en el house.
¿La conexión con Tiro De Gracia fue luego de tener resueltas las conversaciones o negociaciones con la Emi o simplemente probaron suerte apostando a ganador?

ADONAI: El Camilo tenía el contacto con la Emi por Bambú, entonces ya tenía lugares para tocar. O sea, uno de los primeros lugares donde tocamos fue La Batuta, ahí no va cualquier grupo, sólo quienes ya tienen un nombre formado y más en esos tiempos. Nuestra ventaja era que teníamos un pack de producción hecho. De hecho, después supimos que el Juan había hablado también con el C-Funk de Los Tetas y habían quedado de acuerdo de hacer el disco con ellos. Nosotros nos enteramos al año después, cuando todavía no salía el Ser Humano!! El C-Funk se acerca y nos dice que le habíamos robado a los cabros, que por lo mismo habían hecho el tema “Cha cha cha”. Nosotros no sabíamos eso, nunca nadie nos dijo que se estaba hablando entre Tiro De Gracia y Los Tetas (risas). Fue así.

Colaboración de Juan Sativo para el single “Cha cha cha” del grupo Los Tetas, perteneciente a su EP homonimo. 1997, Emi Odeon.
Ahora cuéntanos, Cenzi, la historia de Makiza.

CENZI: Por una mina barsúa (risas). La hueá es que la Anita (Tijoux) era compañera de colegio del DJ Squat y ella lo contactó porque quería hacer una fiesta y él era deejay. Voy a decir algo que no sé si será verdad o no, pero lo voy a decir igual: creo que esa fiesta fue la semilla que cambió la próxima generación de Hip Hop, porque pese a que no llegó mucha gente, sino más bien los mismos cercanos a la Alianza Francesa, se escuchó mucho rap en ése lugar, entonces mucha gente quiso una fiesta de rap de nuevo… y ahí el local se llenó. Los dueños fueron donde el Squat y le dijeron que querían hacer más fiestas de rap. Él les respondió que lo iba a conversar con sus amigos, que éramos el Seo, el Diego, yo, etc. Hicimos la siguiente fiesta y de ahí no paramos en todos los fines de semana. Así nacieron las fiestas “Sueño Latino”. Invitamos a tocar a Tiro De Gracia, Las Corrosivas, en general a varios grupos que eran amigos. Con eso empezamos a afirmar la DMS como colectivo y se reagruparon algunas bandas. El Diego Medina se fue a Canadá y el Seo quedó solo, entonces empezamos a trabajar los tres con el Squat. Después el Squat nos comentó que la Anita quería rapear e hicieron un tema. Yo no tuve nada qué ver ahí, ni siquiera la conocí, solo sé que ellos se juntaron, hicieron unas letras, después llegaron a mi casa, grabaron… y nunca más la vi. De repente esta mina me llamó un día y me pregunta si me interesaría participar en un proyecto que estaba haciendo. La invité a mi casa y llegó con un raperito. La Anita tocaba mucho con Los Tetas, porque cantaba “La medicina”, Los Tetas andaban con Tiro De Gracia y Tiro De Gracia andaba con un piño de hueones, y entre todos esos un hueones un pendejo llamado Zaturno. Entonces la Anita se acercó a Zaturno, le dijo que hicieran música y que ella conocía a un productor llamado Gastón Gabarro (risas). El primer proyecto de la Anita era con Zaturno, cacha. Después ellos desaparecieron, no sé por qué razón. Al tiempo la Anita se había conseguido una tocata por la canción “La vida es como un sueño”, que ya estaba hecha, así que nos llamó y nos dijo que necesitábamos un nombre de grupo. Mira, por una sola canción querían que nos pusiéramos un nombre, y eso que el Seo ya tenía como tres canciones más con nosotros, pero así empezó todo, por una canción y una llamada: Anita a Squat, Squat a Seo, Seo conmigo, yo a Squat y Anita. Eran puros telefonazos en ése tiempo. Al final quedamos como Makiza, pero el origen fue realmente por una hueá de suerte.
¿Cuáles dirías que fueron los pasos previos para hacer el ruido con el que se despierta el interés de la industria por Makiza?
CENZI: Cuando la Anita y el Seo empezaron a tocar mucho, yo me desenchufé, porque no hacía nada en vivo. Me fui de Makiza. Un día me llama el Seo y me cuentan que estaban grabando en un estudio, por si quería ir a escuchar. Fui y escuché como grabaron Vida Salvaje. Suena como el pico. Si hay algo en lo que me devolvería en el tiempo, sería para meterme más en el estudio de las mezclas de voces, pero eso no era lo mío, lo mío era hacer las bases. No me acuerdo con quien lo grabaron. Buena onda con él, pero quedó mal mezclado. Cuando el disco ya existía vendimos caleta de copias. Si lo piensas bien, si lo sellos están buscando al próximo artista famoso, nosotros hicimos caleta de ruido. La Otra Vida era nuestro partner. El Cekis nos dijo que vendiéramos el disco en su tienda y él ponía los afiches. Tuvimos afiches de Vida Salvaje en todas las calles. Como hicimos tanto ruido creo que los sellos se empezaron a interesar por nosotros.
 Videoclip single “La chupaya” de Makiza

¿De qué forma se dio la entrada a la industria?

CENZI: Con Makiza en algún momento tuvimos cuatro ofertas para firmar con sellos. Uno era con el Gustavo Santaolalla, que era el productor de Molotov, Plastilina Mosh, todos esos grupos. Pero él dijo al tiro que Makiza se transformaba en la banda de una mujer y nosotros tres nos quedábamos atrás. Fue muy claro

ADONAI: ¿Santaolalla? ¡No te creo! Él es el gran productor de Latinoamérica.
CENZI: Sí, pero nos quería cambiar completamente cómo éramos.
ADONAI: ¿Por qué? ¿Cómo lo conocieron?
CENZI: En una tocata.
ADONAI: Ah, ¿los escuchó y se acercó?
CENZI: Sí, se acercó a la Anita. Bueno, y una vez más aparece “El Gringo” famoso en este cuento. En realidad él es muy importante, nadie le da la importancia que se merece. Fuimos a él porque teníamos cuatro sellos interesados en tener a Makiza: el segundo era Sony Music, el tercero era Warner Music, y por último la disquería Fusión que querían empezar a publicar discos. Así que el dueño de Fusión, que era el manager de Inti Illimani, un loco bien famoso, pero que no me puedo acordar del nombre…
ADONAI: Carlos Fonseca.
CENZI: Sí, él. Carlos Fonseca me dijo que entrara a Fusión y sacara todos los discos que quisiera: quinientos, mil, dos mil… los que quiera. Que los use, pero con la condición de devolverlos. Agarré caleta y me fui a la casa a samplear como loco. Casi la mitad de esas producciones quedaron para el disco de Zicuta Ejecuta. Bueno, entonces, él quería, Sony Music quería, Warner quería y Santaolalla quería. Como teníamos cierta claridad mental de cómo podía ser el negocio, sabíamos que nosotros no éramos los indicados para el negocio, así que hablamos con el Titín, que como era gringo e inteligente nos podía ayudar en ése proceso. Nos dijo que lo primero que necesitábamos era tener un manager. La Anita sugirió que fuera el Moraga, el papá del C-Funk. Fuimos, cenamos con él, nos agradeció por considerarlo, pero nos dijo: “No, muchas gracias”. Qué loco igual, si él hubiese sido nuestro manager no sé qué hubiese sido de nuestras carreras. Después de muchas vueltas decidimos ser nosotros mismos nuestro propio manager.
ADONAI: ¿Y por qué no “El Gringo”?

CENZI: Cuando tomábamos las decisiones, se las pasábamos a él y él nos veía los papeles, los números. Él fue quien nos dijo que nos decidiéramos por Sony, por un tema de plata y por imagen, porque nosotros no queríamos cambiar ciertas cosas. Nos dijo que de todos, ellos eran los que más nos daban libertad. Yo creo que pudo haber sido bacán igual haber firmado con Fusión, hubiéramos sido un grupo más folclórico. Fuimos a Sony, negociamos un rato… y de repente de la nada estábamos en el estudio, grabando. No hubo mayor drama en ese sentido.

Registro entrevista a Makiza 1999 por Sergio Lagos. Programa Dínamo, canal Rock&Pop. 

Si llegaste con tu lectura hasta esta instancia, te interrumpo con una pausa para agradecértelo. Las memorias de ambos exponentes no son relatos que se digieren a la ligera, están llenos de recovecos. Tras cada episodio se descubren nuevas anécdotas para desmenuzar. Luego de contextualizar el origen de sus proyectos más influyentes, y en el camino sacar al baile los nombres de varias de las figuras más importantes de nuestra historia musical, toca el momento de hablar la cara b del cassette. Esta última parte detalla la versión no contada del trabajo junto a los sellos, el quiebre de los grupos, la reinvención de los formatos musicales… y, por supuesto, una visión del actual estado de las cosas. Respecto a los protagonistas también se vislumbran posibles proyectos a futuro. Retomamos.


CAPITULO III – “… TE QUEMAS CON UN FUEGO, QUE JUEGA CONTIGO COMO UN MUÑECO”
Inserción en los sellos discográficos. Experiencias, ventajas y desventajas del arte contractual.

Tanto Tiro De Gracia como Makiza están finalmente con sus pies dentro del mercado musical. El rap, la música del barrio, comenzó a ganar terreno y se sitúa a la par de las principales referencias de géneros más tradicionales. Hablemos ahora sobre la experiencia misma de trabajar bajo el yugo de un contrato discográfico, de qué pasa cuando tus obras pasan a ser propiedad de un sello, sobre las exigencias de estos. Por ejemplo, Cenzi comentaba que se le impuso componer con midi para el disco Aerolíneas, ¿hasta qué punto se controla por parte del artista eso del tira y afloja?

ADONAI: Nosotros tuvimos la suerte de que la Emi era un sello que estaba trabajando con el talento nacional, invirtiendo, potenciando. Como te decía, la mitad de las bandas que ellos produjeron y que sacaron discos no siguieron después, o siguieron muy underground; pero también así se hicieron discos bacanes, como los de Joe Vasconcellos o los de Los Tetas, por ejemplo. Claro, el sello después empieza tomar decisiones por la banda, pero por suerte fuimos bien entendidos, los tipos lograron asumir el concepto de que Tiro De Gracia no eran los músicos que querían estar en la entrevista, haciendo lobby. No, Tiro De Gracia venía del pueblo, de lo marginal de Santiago. Y en el fondo no se dieron entrevistas no más, el sello lo permitió, lo tomaron como su marketing: no hacer entrevistas.
Aún así Tiro De Gracia entró siendo un producto atractivo. Se editaron vídeos documentales, el cómic de “Viaje Sin Rumbo” (DISPONIBLE AQUÍ), entre otros formatos de merchandising. Pasó a ser una marca con amplio potencial de mercado, pese a no figurar en primeras planas, como dices.

ADONAI: Claro, se hizo harto material y la Emi determinó que todo lo que salga iba a ser mostrado por el sello. Se sacaron unos vídeos en VHS, por ejemplo.

CENZI: Qué bacán fue esa idea.
ADONAI: Sí, había locos creativos. Ahí había un personaje que todavía está funcionando, que tiene el sello Escarabajo. Es otro Domínguez, primo del “Gringo”, no recuerdo su nombre. Él todavía está trabajando con Zaturno, fueron grandes amigos, incluso le sacó el disco de TapiaRabia por la Emi. Y bueno, entonces resultó ser que el sello comenzó a manejar ciertas cosas y ahí siento yo que la banda comenzó a tranzar un poco, como en los directores. No era como ahora que tú puedes decir que conoces a alguien que sabe lo qué es el Hip Hop y que te puede hacer un vídeo la zorra. En esa época la gente profesional no tenía idea de lo que era el movimiento en sí, entonces comenzamos a hacer los vídeos que proponía la Emi. Se hizo el “Viaje sin rumbo”, que es un muy buen vídeo, también se hizo el “Chupacabras”… todos los hizo Gaspar Domínguez, un director que estuvo un tiempo haciendo hartos programas en el Mega. Él nos entendió bastante bien la onda, pero desde el punto de vista empresarial todo el rato. Se hicieron cosas súper creativas, por ejemplo, se sacó un diario del “Chupacabras” mostrando dibujos y noticias, como parodiando un diario tradicional. Se hizo buen marketing, incluso el mismo cómic, que lo ilustró un loco que es seco, no recuerdo su nombre, pero que sigue trabajando en lo mismo, de hecho.
Cuando se publicó Ser Humano!! tardaron pocos meses para posicionarse en los récords de venta. Frente al éxito, ¿qué postura toma el sello? Empieza la presión por publicar un segundo álbum ¿o qué?

ADONAI: Nos dieron tiempo, pero hubo un momento en que tuvimos que sacarlo. Mira, nosotros tuvimos contrato con la Emi teniendo seis temas, y el disco tuvo dieciséis temas finalmente. Firmamos contrato un año antes de que saliera el Ser Humano!!, con el Carlos Fonseca, que era parte de la Emi, pero duró poco tiempo más y no estuvo cuando salió el disco. Él nos hizo contrato habiendo escuchado seis temas, entre esos estaba “El juego verdadero”. Con eso ya se daba por cumplido, sabía que ya había singles para cumplir con el sello y que sonaran. Luego de haber firmado hicimos esas diez canciones, entonces nos tomamos un tiempo. Yo casi viví en la sala de ensayo, haciendo pistas, probando los arreglos, ensanchando, achicando… editando en el fondo, pero al mismo tiempo iban saliendo canciones nuevas. Tanto así que en unas vacaciones de verano solo nos quedamos en Santiago Juan y yo. Nos juntamos, quisimos avanzar, me mostró unas letras y unos discos para samplear, e hicimos el “Melaza” entre los dos. Para mí la entrada de cómo hacer la música fue así de intensa.
Vídeo promocional single “Melaza” de Tiro De Gracia. Por Juan Sebastián Domínguez
A todo esto, hay un proceso que tengo que añadir y que fue un poco lamentable. No voy a comenzar a mencionar las cosas que pasaron internamente, porque creo que es lo típico que pasa cuando una banda entra al mainstream, donde todos quieren un pedazo de eso. Las fans una vez me sacaron dreads a tirones, imagínate. Tiro De Gracia como que se aisló un poco, nos encerramos en la sala de ensayo y lamentablemente perdimos contacto con la DMS, entre ellos con Gastón y Dj Barça. Pasaron muchas cosas, primero se fue Camilo, que era como el manager. De hecho, Camilo hizo el rol del productor ejecutivo en la producción del Ser Humano!!. Él se movió cada vez que se nos ocurría que un tema lo podíamos hacer con tal persona. Llamaba, contactaba, se reunía, mientras yo me encargaba de trabajar en el sampler y armar las pistas. Para el segundo disco trabajó mucho con nosotros Dj Raff. Nos preguntamos qué quería cada uno. Entre el Zaturno y el Lenwa fueron los que más dijeron que querían hacer un disco rapero, de puro rap. Incluso se nos dio la oportunidad de ir a Nueva York por un contacto de un chileno que tenía la Stress Magazine allá…
CENZI: ¡Virgilio!
ADONAI: Sí. Él nos llevó y nos contactó con un productor puertorriqueño…
CENZI: ¡Iván “Doc” Rodríguez!
ADONAI: El famoso Doc (risas). Él estaba un poco retirado ya. Participó en el clásico EPMD de aquella época, tiene otros trabajos que tú debes conocer Gastón ya que eres sabiondo del Hip Hop.
CENZI: Yo lo fui a conocer cuando fui para allá.
Iván “Doc” Rodríguez
ADONAI: ¡Buena! (risas). Desde un comienzo nos planteamos que el disco sería diferente. No queríamos seguir con el estilo de Tiro De Gracia, queríamos hacer un disco de rap. Fue lo más simple: producir beats y hacer una cosa musical precisa, ni más ni menos. Pero claro, entre medio se metió Gaspar y nos cuenta que tenía un amigo que era arreglador de orquesta. Todos alucinaron y quisieron meter arreglos de orquesta. –“Pero, ¿cómo?”—Decía yo –“¿No habíamos quedado en que íbamos a hacer rap?”–“Filo, si un par de arreglos de orquesta”. Ya bueno, era una nueva experiencia.
CENZI: ¿A cuántos temas le hicieron arreglos?
ADONAI: Como a tres. Era un arreglador bien loco que era top en la época, hacía los tremendos arreglos. Se llama Ciero.
CENZI: Era joven parece. Cuando me dijeron lo de los arreglos yo me imaginaba un viejo cúleao canoso. Un día estábamos en el estudio grabando el disco de Makiza y él estaba grabando otra cosa, así que compartimos en el casino almorzando. Era sano, era tan sano que ya era como fome: “Cállate ya, cállate hueón” (risas). De repente salió con que también había trabajado con Tiro De Gracia, que había hecho los arreglos. Cuando supe casi le pregunto si por favor le podía lamer los pies. El “Suave + suave” es increíble. Creo que esa sigue siendo mi canción favorita dentro de toda la historia del Hip Hop chileno, no hay canción que la supere. No tiene ni pies ni cabeza: entra loco y sale loco, quedas ¡plop!

ADONAI: Ya había hecho unos arreglos de cuerda en un comienzo, Ciero era como el mayor exponente de arreglos de la época aquí en Chile. Cuando terminamos el segundo disco se renovó la gente de la Emi, porque hubo un cambio brusco en el que reemplazaron al presidente que tenían antes. Comenzó a entrar gente que manejó más los movimientos, entonces, en el Decisión, ya se veía más manipulación del sello.

Audio “Suave + suave” con escenas lanzamiento de Decisión emitido por canal Vía X.

Lo último que hiciste con Tiro De Gracia fue el Retorno De Misericordia del 2001, ¿verdad?

ADONAI: Sí.
¿Y para el Patrón De Vicio entró Cenzi?

CENZI: Fue loco eso. Con el Lenwa siempre fue con quien más tuve contacto, entonces lo llamé un día para saludarlo y le conté que estaba pensando que sería bonito un día volver a hacer un tema juntos, porque no habíamos trabajado en harto tiempo. Me dijo que justo estaban buscando a alguien urgente. Fue muy concertada la llamada, así que le dije que lo conversáramos. En ése tiempo su nuevo manager estaba viviendo justo al lado mío, así que fue para mí casa ése mismo día. De una llamada de “hola, cómo estai”, quedamos en producir un nuevo disco. Yo estaba a punto de casarme, así que lo único que pensaba en esa época era que hiciéramos el disco y que me paguen mi plata, nada más. No tenía tiempo para meterme en las pendejadas en las que estuvieran, sólo iba a producir bases, y si les gustaban rapearían sobre ellas. Tuvimos una mala suerte con ése disco, porque como dos días después de que se entregó hubo como un cambio de folio dentro del sello, entonces, Tiro De Gracia, que era una de las bandas más importantes de Chile, no les dieron nada de plata para ése disco. Imagínate, para los vídeos que cuestan como dos millones y medio de pesos, que era como lo normal, a ellos les pasaron ocho gambas para hacer el primero. Ahí ya supe que esto iba a pérdida total, así que apuré para que me pagaran mi plata rápido antes de que quede la cagá, y me retiré. Y quedó la cagá. A ése disco le fue como la mierda y después ¿qué sacaron? ¿Un grandes éxitos? El sello se lavó las manos de Tiro De Gracia.
ADONAI: Lo que pasa es que el sello se gastó mucho con Decisión, y el disco no retribuyó como ellos pensaban.
Mi idea es que ése disco estuvo fuera de época, creo que fue muy adelantado para aquel tiempo.

CENZI: Sí, yo también. ¡Tenían una orquesta! (risas).
ADONAI: (Risas). Puede ser. Hay unos temas que parecen orquesta sinfónica, porque eran arreglos grandotes. Todo eso se grababa en un grupo grande de gente, con cellos, bajos, contrabajos, violines, violas, etc. Fue de locos, porque se grababa uno por uno. Yo estuve ahí cachando cómo se hacía, porque en el fondo eso lo produjo el mismo Ciero en un estudio. Imagínate, en ése disco se gastó todo ése dinero, se viajó a Nueva York a mezclar, que fue una de las decisiones menos acertadas, porque se gastó mucha plata allá.
CENZI: Ojo, que yo tenía la pre-mezcla y te decía que para mí sonaba más Hip Hop ésa primera versión.

ADONAI: Es que se trabajó muy rápido allá y el Doc Rodríguez era un productor que ya había hecho sus hits a fines de los ochenta y comienzos de los noventa, pero después se salió del Hip Hop, tuvo problemas de derechos de autor y malas ondas con unos raperos, así que desapareció ocho años de la escena. Justo en esos momentos el mismo Virgilio (Bravo) lo redescubrió y se le ocurrió que podríamos hacer una cosa juntos, pero claro, el hombre no se metía al estudio en harto tiempo, no había hecho nada importante. Fue eso, entre otras cosas, entonces después hicimos el Retorno De Misericordia, que no salió tan caro producirlo, pero salió justo en la época de la piratería. El año 2001 aparecieron todos los piratas vendiendo discos en las calles. Ahí fue el primer gran quiebre, porque tenías el CD con la carátula por dos lucas, en vez de pagar las ocho lucas que costaban los nacionales. Obviamente vendieron muy poco del tercer disco, a pesar de que sonaron harto algunos hits como “Sueños”“El Hip Hop show” o “América”, que era súper candente igual. Resultó que los números quedaron más o menos no más, entonces, obviamente, para el cuarto disco, que le tocó al Cenzi, llegó gente nueva, miró los números y habrán dicho que para esto no había más. Te digo que los tipos estaban urgidos porque el negocio se les venía abajo. Desde el 2000 en adelante, en cuatro años, llegaron a la cuarta o quinta parte de lo que eran antes.
CENZI: Cerraron cuántos sellos. Me acuerdo que cerró Sony de Argentina y Perú, solo quedó Sony Chile. La cagó.
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¿Qué regalías les quedan hasta ahora de toda esta época? Me refiero a la autoría intelectual de varios hits, si es que queda algo de eso.
 
CENZI: Mira, hasta el día de hoy puedo hacer una canción que si sé que va a sonar en la radio la puedo inscribir en la SCD y tratar de vivir de eso. El negocio no es sacar discos, el negocio es cómo sonar en las radios. Ése es el gran negocio de la música.
ADONAI: Claro, cómo sonar y cómo tocar en vivo, porque en vivo es cómo la música se mantiene. Ahora lo que vende es internet, que está recién comenzando a pagar acá en Chile, por lo menos. iTunes está funcionando hace rato, YouTube y Facebook también están pagando.
¿Qué pasa cuando renuncias o expira la firma de un contrato? ¿Hasta qué punto puedes seguir recibiendo tu parte del pastel? ¿Cuándo artísticamente se llega al tope trabajando para un sello?

CENZI: Hay ciertas cosas con las que cagamos. Por ejemplo, el disco Aerolíneas de Makiza no se puede comprar en ninguna parte en estos momentos. Es ridículo, pero no se puede comprar. Entonces, si yo quisiera venderlo por mí lado, lo podría hacer, pero haciéndome el honesto, ¿cuántas copias podría vender al año? ¿Quince?
ADONAI: Yo creo que más.
CENZI: Ya, dieciséis. Pero si el sello me descubre me pueden demandar, porque legalmente ellos son dueños de los masters. Entonces, hay ciertas cosas que son lamentables, como eso, porque muere un producto. Al final Sony no compró a Makiza, compró el disco y compró el disco Justicia Divina de Némesis. Está bien, ellos invirtieron y jugaron el juego, pero liberarte de los sellos es súper fácil, te puedes cambiar el nombre. Depende de cómo firmes, porque cuando firmamos el contrato de Némesis con Sony yo fui súper claro de que íbamos a hacer un solo disco y nada más. No así Tiro De Gracia, que firmó cuatro y estaban obligados a seguir.
ADONAI: Tres, y después refirmaron un contrato cuando yo salí. Estábamos cumpliendo con el tercero, teníamos los demos y nos propusieron que el marketing sería el siguiente: si nos íbamos, no iban a invertir mucho en nuestro tercer disco porque no les convenía. En cambio, si nosotros decidíamos volver a firmar con el sello, ellos invertían lucas porque íbamos a seguir con ellos. Lo plantearon así no más, careraja. Entonces, yo ya estaba chato de la Emi, habían pasado cosas muy pencas y en ése momento les dije a los cabros que ya era tiempo de cambiar, que no importaba si no le ponían muchas lucas, porque era un buen álbum igual y estábamos con músicos amigos. Ahí me estaba rodeando con músicos que eran más funky, por eso el disco salió más melódico en ése sentido. Resultó ser que los chiquillos quisieron seguir con la Emi, yo tampoco podía creer que quisieran seguir trabajando con ellos. Justo estábamos en una crisis con la manager, que además era la manager de Lucho Jara. Les dije que por favor aprovecháramos e hiciéramos el cambio completo, pero no quisieron. Era como una mamá la Jessica, pero vendiendo shows de Tiro De Gracia y Lucho Jara, entonces vendía shows de Tiro De Gracia cuando le convenía ganar harta plata, y de un número para abajo no vendía. A nosotros igual nos convenía tocar, queríamos tocar, pero los cabros estaban medios cómodos ahí porque la relación era bien maternal y necesitaban eso. Yo les dije que quería salir de la Emi y cambiar de manager, pero ellos quisieron quedarse ahí y con la Jessica, entonces ése fue mi momento de partir. Fue ahí cuando dejé la banda, después de publicar el tercer disco.
 Tiro De Gracia “Comienza Un Nuevo Día”. Home Documental, Propiedad intelectual de Emi Odeon Chilena, 1999.

CAPÍTULO IV – “DIME SÍ O NO: EL RAP CAMBIÓ TU VIDA PARA SIEMPRE”
Independencia contractual, el regreso de la autogestión.

Muy poco es lo que se sabe de ti y de lo qué hiciste Adonai después de tu partida de Tiro De Gracia. ¿En qué seguiste?

ADONAI: Trabajé con Vanbuda en su disco Polémico, pero trabajando más que nada en la grabación, porque la participación en bases musicales fue muy poca. Me encargué de grabarlo y en algunos casos de armar los temas. El disco salió por el sello del “Gringo” con el Chalo GonzálezMutante Discos, que todavía existe. En esa época salió ése disco, el del Raff
CENZI: Y la cagaron, porque yo también les ofrecí sacar el disco. ¿No te acordai? Si tuvimos una reunión, de corbatita (risas). Zicuta Ejecuta también salió con Mutante Discos y en nuestra opinión fue un desastre. O sea, no un desastre, pero simplemente no había ése empuje que sé que yo hacía. Con Aguasónica Producciones pegábamos por todos lados anuncios del Bombas (Demosapiens), del Hip Hop Héroes (Némesis), del Arma Y Desarma (Raíces Subterráneas)… y ¿por qué? Porque éramos dueños de la hueá. Yo le decía al Buda que se iban a equivocar si sacaban el disco con Mutante Discos, que lo hicieran conmigo. Y la vendieron, pero menos mal porque después yo me fui a Canadá (risas).
ADONAI: Y el Buda a España (risas).
Para bien o para mal, a principios de la década pasada se acaba el veranito de San Juan de la era discográfica y por lo visto cada quien continua sus rumbos, pero por las vías independientes de la vocación, trabajando con sellos emergentes, entre ellos Mutante Discos y Aguasónica Producciones. Se recupera eso de “por amor al arte” y lo que venga en adelante no es más que una consecuencia… ¿es así?

CENZI: Yo tenía un sello legalizado y todo, que era Aguasónica Producciones. La idea era transformarlo en un sello como tal: ganar plata, generar trabajos, etc. De hecho, el segundo disco de NémesisHip Hop Héroes, no nos salió ni un peso del bolsillo, fue todo pagado con la plata que ganamos del Bombas de la DMSBombas igual fue un trabajo loco, porque era el primer disco doble de un grupo de rap chileno.
ADONAI: Muy buen disco.
CENZI: Qué loco. ¿Qué hueá teníamos en la cabeza que pensábamos que la gente quería escuchar veintiséis canciones de un grupo? (Risas). Lo divertido es que de todo el disco, la canción más importante del legado de Bombas es “Traficando”. Hay gente en la calle que me ha parado para cantármela.
¿Hubo un reencantamiento con toda esta etapa de autogestionar sus producciones? Porque hablamos desde la ventaja de haber vivido una experiencia mediática que nunca más se abrió para el Hip Hop nacional, para así aplicar ese mismo aprendizaje en el desarrollo profesional de propuestas underground, funcionando desde la independencia contractual.
ADONAI: El disco de Vanbuda fue bien extraño, porque fue como una transición. Nosotros igual queríamos vender la producción, Vanbuda quería ser parte de un sello que apoyara con vídeos. Él es súper amante de la imagen, de la fotografía, de hecho, el disco tiene muy buenas fotos y se las consiguió independientemente, pero costó que saliera porque en el fondo no había un manager y fue largo el proceso de la grabación, la mezcla, etc. Fue un poco extraño ése disco, pero claro, estaba la chance de sacarlo independiente, que Mutante Discos fue finalmente quien lo tomó, pero tampoco fue muy buena la experiencia con ellos. Como que lo sacaron, pero no lo promocionaron mucho. Resulta también que justo Vanbuda tuvo una situación familiar en la que tuvo que irse para España, entonces, ¿qué iba a promocionar yo acá sin él, que era el autor? ¿Qué iba a promocionar Mutante? Como te decía, fue una situación extraña. Yo creo que ahí como referencia puedes tomar lo de Bombas, que ahí los muchachos se movieron, hicieron lo suyo independientemente, con la locura de estar grabando un tremendo disco con tantos participantes…

CENZI: Y ya que hemos estado nostálgicos, curiosamente ése disco lo grabamos casi entero en la misma sala de ensayo donde hicieron el Ser Humano!!

ADONAI: ¿En el Jammin?
CENZI: Sí (risas). Qué divertida es la vida.
Cenzi, además de tus proyectos propios, se te ha visto en distintas etapas, de alguna u otra manera, pendiente y colaborador de la escena. He escuchado trabajos tuyos con referencias de todo tipo, desde Vafe Jhous y Legua York, hasta Los Brujoz y Dania Neko, entre otros.

CENZI: Es que a mí me gusta mucho el rap, de todo tipo. Hay mucha gente que separa, no solo en Chile, sino que en general. Dicen que les gusta el rap, pero no les gusta el gangsta rap, o que les gusta el gangsta rap, pero no la onda jazzista. A mí me gusta todo, entonces el rapero que se me cruza, si lo escucho rapeando, me va a gustar. Claro, no me va a gustar al punto de escucharlo todos los días en mi casa, pero trato de descargarme todos los discos posibles, no hay disco que haya salido que yo no me haya escuchado, entonces, hay algunos raperos con los que me encuentro y pienso: “qué lata que no hayan hecho algo conmigo”, no porque desmerezca lo que los otros hicieron, sino porque a mí me hubiese gustado probar ahí. Creo que no voy a parar, se me hace muy difícil hacerlo.
“Dime sí o no”. Extraído del LP de Cenzi Desde Mi Menor A Mi Mayor (2007-2009)

CAPÍTULO V (FINAL) – “LA CHUPAYA 2013”
Análisis y opinión sobre actualidad musical. Próximos objetivos.

Examinemos la actual producción musical en Chile. Ahora es más sencillo que hace veinte años atrás, hay mucha más accesibilidad, basta con tener un computador, aprenderse un par de tutoriales y producirse. No es la escuela que los formó, pero son los nuevos tiempos. ¿Cómo observan el panorama?
ADONAI: Está a un buen nivel. Lo que he escuchado está bien hecho. Están los medios, es posible por un precio no tan caro armarte de una tarjeta de sonido o de un buen micrófono. Hay muchos estudiantes de sonido que ya egresaron, que están elaborando y haciendo sus propios discos. El otro día estaba escuchando un disco… pucha, no recuerdo de quién era, pero estaba buenísimo, sonando la zorra. Y claro, apenas lo escuché caché al tiro que lo hizo un profesional. Me dijeron que era el productor tanto, que era sonidista. Estaba claro que era un sonidista, porque se la jugó, está súper bien mezclado, masterizado, se entienden todos los rapeos, incluso mejor que muchas producciones que se hicieron en los noventa con estudios pulentos y sonidistas de la época. Y bueno… hay harto rap.
CENZI: Para mí es que ahora están los medios solamente, entonces les suena de una forma. Ahora sí, suena muy homogéneo todo. Todos hacen más o menos lo mismo.
ADONAI: Sí, eso me pasa a mí también. Lo que te dije recién fue respecto al sonido. Yo siempre escucho de todo, me bajo hasta los discos más insólitos, porque me quiero poner en la oreja el cómo está grabado, la cosa técnica; pero pasando a la parte más musical, está claro que hay un gran montón de bases musicales que son iguales, con el mismo beat, los mismos cortes: “tum-tum-pá/tum-tum-pá” (tarareando).
CENZI: Es que es la misma influencia para todos. Me carga la frase “música negra”, porque es como que todo el mundo tuviera la necesidad de samplear de ahí. Igual hay algunos que son más entretenidos y samplean música clásica, otros que agarran un tango, pero en general no es así. Hay productores chilenos que pueden tener toda la discografía de Marvin Gaye, pero no la conocen, porque la escucharon y se la hicieron chupete buscando samples solamente. No sé, yo encuentro fome esa parte. Más encima, cómo cortan los sampleos también es influenciado, hay pocos hueones que hacen hueás novedosas y extrañas. Bueno, todo esto depende también, porque cuando tú entrevistas a músicos como nosotros, que absorbemos discos todo el tiempo, nuestras exigencias son mil veces mayores que a las del típico oyente. Entonces, para el típico oyente quizás no es homogéneo, sino que los discos suenan bacanes, suenan poderosos, el problema es que yo escucho ochocientos discos a la semana, entonces ¿cuál es el que recuerdo? El más distinto, el más jugado. Por ejemplo, a mí se me sobresale el Bubaseta, que lo pueden criticar por mil cosas, pero si yo escuché quince discos y del único que me acordé es del hueón que rapeaba gangoso y cantado: “tipiri woi woi woi”. Es algo que suena completamente fuera del contexto, que yo recordé. Por eso, no soy un buen referente para andar criticando el rap chileno, porque lo voy a criticar por una razón mucho mayor.
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¿Podríamos decir entonces que ya en el 2013 existe un sonido de rap chileno? ¿Detectan quizás un legado perdurable desde su época?

CENZI: Es lo que acabo de decir: lo homogéneo. Para nosotros es homogéneo porque vivimos acá, pero si te vas a Venezuela o Argentina te hace falta ése sonido. Estuve hablando con un productor de aquí  y me comentó que fue a Argentina y le dijeron que nosotros teníamos una batería muy chilena, tanto así que la llaman “la batería chilena”. Es la batería coja: “tu tum sh-k”; algo natural para nosotros, pero para ellos es chileno, así se llama. Entonces, tenemos un sonido completamente chileno, tenemos un manejo del sampleo, que es de la música negra. El rap chileno se maneja brígido con eso, de hecho, creo que el rap chileno es más curioso por los sampleos que el rap gringo, porque aquí se dan el trabajo de buscar, buscar, buscar… ¿cómo se llama esa crew de la que estábamos hablando antes de la entrevista?
RTTC Commite.

CENZI: Ya, Return To The Crates ¿verdad? O sea que los locos hasta en su nombre manifiestan “tenemos que volver a buscar hueás ultra desconocidas”. Y es divertido, porque dentro de lo desconocido que buscan, al final el producto que sacan se suma al legado homogéneo del sonido que se hace.
ADONAI: Ahora, pensando en los principios de Tiro De Gracia, por ejemplo, yo no he escuchado la influencia poética de Juan en otros raperos.
CENZI: (Pensando) No, tienes razón.
ADONAI: O sea, lo que más a lo lejos escucho es como el rap de zona: “Yo defiendo mi zona, yo defiendo mi persona, yo soy el más bacán, estas son mis vivencias y este es mi estilo”. Me gustaría escuchar otras cosas, por ejemplo, me hablas de tus vivencias, pero ¿cuáles son tus vivencias? Más allá de la cosa cotidiana, un poco más de filosofía, psicología… ¿conoces a Matycez de Tomate?
Sí (risas). Precisamente un amigo me había mostrado su música hace poco y me rescaté un par de discos que los vine escuchando en el viaje a Santiago. Un capo el tipo.

ADONAIMatycez tiene su volá porque él es psicólogo, claro que la música a mí no me agrada mucho, pero sí hay frases de él que me gustan porque él va más allá, se mete en el ser humano, en la mente. Por ejemplo, habla de su cigarro y lo que le significa. Destacable como letrista. Ahora, estamos hablando de un tipo que estudió Psicología y fue más allá, ¿quizás para dónde? No sé, ¿a un rap universitario?
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Cerremos esta conversación con algunas conclusiones. Ya quedamos claros con algunas respuestas existenciales como quiénes somos y de dónde venimos… pero ahora, ¿en qué están? ¿Qué es lo que viene?

ADONAI¡The return! Volviendo. Lo que pasa es que hubo un tiempo con Tiro De Gracia en que nos metimos en el negocio de la música, y digo negocio porque ya no se le puede decir de otra forma, en el sentido en que ya tienes tu manager y todo comienza a ser como un trabajo. Es inevitable, obvio, si repetimos todo lo que hacemos para ir a exponer nuestra música, desde las pruebas de sonido, los viajes, etc. Se volvió un poco monótono, y no sólo eso, porque más encima Tiro De Gracia gozó harto tiempo de estar ahí arriba, con los medios, la televisión. Con mucho de eso yo me saturé, y para serte franco, me costó salir de ciertos vicios que me quedaron de esa época, entonces me refugié un poco en la familia. La familia fue mi albergue y el trabajo normal de comprar y vender cosas. Ahora di vuelta la página. Mis hijos me dieron esa sabiduría que muchas veces busqué en el Hip Hop. La sabiduría de saber qué hacer, que también me la dio en algún momento el Hip Hop o la música en general, porque yo soy un melómano, me gustan todos los estilos, por eso finalmente mi música tiene un trocito de cada estilo. Ahora me estoy encontrando de nuevo con hacer música. Decidí volver, porque mis hijos ya están un poco más grandes, ya pasó la etapa familiar. Me estoy equipando con un estudio, pero lo estoy mirando súper piola desde el punto de vista del ingeniero. Me lo planteé así: tendré un estudio, voy a recibir los proyectos que sean, del estilo que sean, de la gente que le guste mi trabajo. El año pasado comencé tímidamente a hacer beats de nuevo y este año me han llegado un par de proyectos electrónicos, estoy haciéndole los arreglos a un dúo de amigos electrónicos también. Nunca dejé de trabajar con Sha K Mu, siempre ha sido un amigo con quien nos hemos acompañado musicalmente. Por ahí más de alguno va a conocer parte de los temas que él subió a internet, también del grupo La Prole, que fue un proyecto reggae.
Quiero trabajar en esto, quiero que la gente se me acerque y me pida que les mezcle las pistas, o que tienen un disco grabado y quieren que se los masterice. Tengo unos parlantes profesionales de los que nunca me deshice, los guardé en bodega junto con mis vinilos porque no cabían dentro de mi familia. Ahora saqué todo de la bodega, volví a escuchar los mismos vinilos de siempre, sigo sampleando… sigo. Ahora estoy ahí, de hecho, escuchar al Gastón, que siempre me ha sorprendido lo musicalmente culturizado que es del Hip Hop, escucharlo hablar de que siga teniendo contacto con la gente, con el pueblo, con las calles…me dan más ganas de meterme. Yo a veces algo a comprar equipos, porque refacciono, entonces voy a las ferias, ando a veces en Los Zapadores o en Arrieta dándome vueltas. Me he dado cuenta que nunca he perdido el contacto con la calle, que es el respeto inicial que me merece de una persona hacia otra, sean como sean, pero que uno entre con un respeto. Me agrada mucho manejarme por los barrios, entrar y saber que le tengo respeto a la gente, que les tengo cariño a las personas que no conozco, por ser, por estar ahí, porque nos topamos y tenemos que hablarnos. Da lo mismo quién eres y dónde estás, si tú tienes respeto por el otro y él te devuelve la mano de la misma manera, da lo mismo si eres o no eres Hip Hop, si eres o no eres punky… somos seres humanos, que es lo importante, lo principal…
CENZI“Somos humanos animales trabajando en lo urbano…”

ADONAI: Volvemos al origen, al comienzo (risas). Eso es lo que me gusta, porque a mí cansó eso de que “el Hip Hop aquí, el Hip Hop acá”. El Hip Hop es una réplica del planeta mismo, es un planeta en sí, donde habrá gente buena onda y gente mala onda igual. Habrán hiphoperos que te van a querer sacar lo que puedan de lo que tengas en tus bolsillos, mientras habrán otros que te van a tapar con poesía, te van a tratar como si fueras su hermano. Ése es el Hip Hop que me encantó, que fue para formar algo de la basura que nos entregan las grandes empresas, porque en el fondo ya no son estados, son empresas, y eso que botan nosotros lo tomamos, lo reciclamos y hacemos arte. Eso se repite en el Hip Hop, hay gente que quiere pisar a los demás y otros que quieren hacer hermandad. Por el Hip Hop tengo mucho respeto. Si tú me hablas del origen de la cultura, yo veo mucho amor, muchas ganas por surgir, a pesar de que las grandes entidades, como el estado-empresa, te quieran poner el pie encima. Ése querer surgir en comunidad es lo que a mí me fascinó desde un comienzo y de lo cual me sentí muy representado, pero claro, después vi la otra cara de la moneda. Me di cuenta que ser Hip Hop no quita que hayan hueones barsas que te quieran golpear, y para eso no vale que te sientas parte de este movimiento o no. En el fondo, yo me siento parte del movimiento de la gente que quiere hacer cosas por la vida, por este planeta, por darle dignidad al hombre. Entonces, ahí me salgo un poco, no me podría considerar hiphopero, me siento muy en unión con muchos de los que se consideran así, y con muchos otros no, pero finalmente, a los cuarenta años, ya sé que la música es algo maravilloso, que llena el alma, y eso es lo que a mí me sigue dando cuerda para estar metido acá.
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Estoy feliz de volver a la música, de volver con la gente precisa que quiera participar en una buena onda. Ahora, se entiende ya que tenemos que sobrevivir, también acá entra el factor dinero, pero todo es conversable siempre. Es diferente quizás al caso de Cenzi, que él tiene su trabajo, vive de eso y luego de ahí sale al mundo Hip Hop. Siento que eso le puede dar más libertad de hacer música, porque yo me dedico a esto, entonces, con esto tengo que pagar arriendo, colegio de mis hijos, comida, etc. Se me genera cierto grado de obligación de que tenga que ser un negocio, pero me he dado cuenta que hay caleta de gente que lo ve así, lo ve posible y lo hace rentable. Gestionan proyectos sociales, mueven bandas, hacen lo que les gusta y además pueden repartir equitativamente. Hay que culturizar que la música es un bien y de la música se puede vivir, no pedirle a nadie que toque gratis, sino que pagar como a ti te gustaría que te paguen, hacer las cosas profesionalmente.
CENZI: Mi forma de pensar es observar y admirar el azar, vivir bajo el regimiento del error, porque regla número uno: nada resulta cómo tú querías. Entonces si no resulta cómo tú quieres, ¿para qué vas a pensar en eso? Yo pienso que si quiero ir desde A hasta Z, será muy interesante ver todo lo que haga en B, C, D, E, F… porque no tengo ni cresta idea de lo que haré. A mis amigos les digo que vengan a mi casa y me preguntan qué vamos a hacer, les respondo que no sé. Es como este restaurant, caminamos sin rumbo y a dónde íbamos era algo que sabríamos cuando llegáramos. Las cosas salen cuando salen, y muchas veces no salen, entonces lo único que te puedo decir ahora sobre mi futuro musical es exactamente lo que siempre he hecho: estrujar el momento en que estás viviendo. Por ejemplo, el otro día me fue a visitar el Búfalo Dit, estábamos tomando once, ni siquiera haciendo música, y le digo que a cierta hora se tenía que ir porque había invitado al Bencho, que ni lo conocía, pero habíamos quedamos de hacer música. Llegó el Bencho, pero no vino en el mismo estado mental en el que yo estaba. Yo soy así: aquí hay una base, hay un lápiz, un papel… escribe. Él es de otra forma, quería conocerme, cachar la música que hay y llevársela para la casa. Entonces, en mi cabeza tenía tres horas dispuestas para trabajar con él, pero hicimos todo lo que teníamos qué hacer en treinta minutos. Al final el Búfalo se quedó, y los hueones, siendo raperos que son, se prendieron, el Vanbuda ése día también estaba en mi casa, entonces era una receta para carrete… ¡y carrete rapero más encima! Al final terminé grabando igual, pero versos de ellos sobre otras bases. El Dit y el Bencho no se conocían, ahora tienen una canción los dos juntos… ése es el azar. Tengo varias canciones así, a ver si las voy juntando y algún día saco un disco con eso.
Microdocumental de Cenzi realizado en el 2013 por Juan Sebastián Domínguez.

ADONAI: ¿Tú no vendes bases entonces? (Risas)
CENZI: No, jamás.
ADONAI: ¿Hay cachado que hay harto negocio de las bases musicales? Yo nunca vendí una.
Claro, porque ustedes vienen de otro formato y concepto sobre creación musical. Hoy en día cada beatmaker o productor es un catalogo en internet con beats a la venta entre cinco y quince mil pesos. Pese a la compra, muchos citan al creador de la base en los créditos como el productor… ¿qué les pasa a ustedes con ese estilo tan indirecto de producción?

CENZI: Para mí son mis guaguas. Cada ritmo que hice, lo hice con cariño, con emoción, con intención. Yo no puedo hablar por lo que sienta otro productor que venda sus bases, pero a mí me es imposible hacer un beat, ponerlo en internet y que un hueón se lo lleve. Por ejemplo, el mismo Bencho, o la Dania Neko que también lo hizo; llegaron a mí casa, agarraron los beats y se los llevaron. A mí me incomodó caleta, quería que lo escucharan, que se inspiren, pero que lo graben en mí casa. No me gusta que lo graben en otra parte, porque dentro de la grabación están los errores, cuando algo queda mal hay que sacarlo, cuando hay una sugerencia o cambio qué hacer, se hace. Eso es producción, es volver a lo que te dije al principio, la diferencia entre hacer un beat y hacer una producción, entonces, yo no vendo beats.
ADONAI: Quizás por eso está tan homogéneo, porque están todos produciendo pistas que se venden en diez o quince lucas, salen rápido y en el fondo sale un estilo. Ése estilo se repite, se repite, se repite.

CENZI: Y son buenos, una cosa no quita la otra, pero imagínate lo bueno que serían si le pusieran más trabajo. Quizás el error sea nuestro (risas).

ADONAI: A mí me pasa lo mismo que a ti. También son hijos, uno quiere saber a dónde van, además los beats no me salen rápido como si fuera hacer cualquier otra cosa.
CENZI: Puede ser nuestro estilo. Nuestra forma de ser es que venimos de una escuela con formato de canción, mientras que los hijos de RZA sólo crecieron escuchándolo a él, para esos productores es normal tener una batería y un loop dando vueltas todo el tiempo, porque RZA tampoco hacía quiebres. Yo soy hijo de Paul McCartney y John Lennon, los medios papás que tengo (risas), entonces por eso siento que cuando me junto con el Pedro Piedra es como estar con un hermano, porque los papás de él son los mismos. No sé si has cachado, pero en todos los discos: BombasJusticia DivinaHip Hop HéroesZicuta Ejecuta… trabajamos algo juntos. Mi visión es simplemente ser, no tengo nada que probar ni que comprobar. Pongo canciones en mi sitio web que muy humildemente tengo ahí, escribo algún pensamiento o comparto alguno de mis discos, y si hay cinco hueones que les gusta, esos ya son cuatro más de lo necesario, porque el único que realmente importa soy yo. Y estoy haciendo lo que a mí me importa.
ADONAI: En ese sentido yo tengo la mira profesional de hacer buenas grabaciones, buenas mezclas. Estoy cada vez probando nuevas técnicas en las mezclas, o técnicas antiguas que no había usado. Mi objetivo siempre será que los discos suenen mejores, aunque mejor es un término muy subjetivo, pero el asunto es por lo menos cumplir para que le guste el disco a quien me esté contratando, logremos su objetivo de comunicarlo con una cierta sonoridad. Como músico y productor creo que todavía no he vuelto, estoy recién metiéndome. Voy a ir a darme una vuelta a la casa de Gastón un par de días a ver si pesco a algunos de los raperos que van a visitarlo a él (risas). Igual quiero ir a conocer su estudio, hace rato que no habíamos hablado.
CENZI: Tú tienes que producir al Búfalo Dit. He hecho todo lo posible por evitarte… y tú, hueón, con esta reunión lo arruinaste todo (risas).
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