en el Club Helénico de Antofagasta la versión inaugural de la serie Escarbando
En El Ander, evento que tiene como propósito el rescate de la identidad
y talento local. Si bien se trataba de una iniciativa que hasta ahora no gozaba
reputación, esta primera piedra resultó ser en su cabalidad el espacio e
instancia que se idealizó desde un principio. Eso si nos basamos esencialmente en
las motivaciones y necesidades de los diversos gestores que coincidieron en sus
visiones y apostaron todo o nada en el origen de un proyecto del que felizmente
ahora se nos permite ser espectadores de su desarrollo.
No es exageración si digo que la jornada estuvo cargada de Hip Hop, pues este
se hizo presente en cualquiera de sus cuatro expresiones, y en respuesta a eso,
una positiva porción de público deseoso de contemplarlo… pero antes de seguir
hablando de los resultados, mejor repasemos brevemente de qué trató esta
primera edición.
fotografías por Güissario Patiño.
Desde temprano nos reunimos algunos de los colaboradores en
el recinto ubicado en calle Sucre, pleno centro de La Perla del norte, siendo
tarea de todos preparar el escenario y la escenografía para el show de la noche,
mientras la gente de Idea Prima se
encargaba de los aspectos técnicos, como el sonido y la iluminación, quedando
todo listo y dispuesto a la hora anunciada. Vale mencionar que días previos a
ese viernes 13 ya se podían ver estratégicas murallas de la ciudad tapizadas
con afiches promocionales, como también se abrió el espacio para la difusión en
programas como “LOL” y “Boulevard Prime” de Antofagasta TV, y los diarios La Estrella de Antofagasta y Soychile.cl; por lo tanto, si había una
idea clara, era la de que esto tenía que resultar.
Quizás la única aprensión reinante era la de si llegaría gente suficiente como
para armar el ambiente: “Aquí todavía no
existe el hábito de pagar por un buen carrete rapero, las tocatas se hacen en
las tardes, en multicanchas. La gente prefiere quedarse en las plazas de sus
barrios en vez de invertir en la entrada de un evento cultural” – me
explicaba un integrante de la organización, pero ya se sabe que el que no
arriesga no gana. Si se reconoce un fallo, hay que buscar la forma de marcar un
quiebre e instaurar una cultura aún ausente, dar a entender de que se está
ofreciendo una alternativa que va más allá de un local para tomarse unas
cervezas. Así que confiando en eso, pasadas las 21:00 horas se hizo la apertura
de puertas y a goteras empezaron a llegar los primeros asistentes y exponentes
invitados. Desde el escenario Dj Tanke soltaba los tracks mientras Golden oficiaba de anfitrión. A un
costado se instalaron los amigos de Directo
Al Cráneo vendiendo productos de la línea Wild Pebre y producciones discográficas nacionales. Buscando
respetar lo que estipulaba el programa, pocos minutos después de las 23:00 se
dio inicio oficial a Escarbando En El Ander.
Desde el fondo del escenario se proyectaron las visuales con registros fotográficos
de piezas de graffiti de algunos exponentes locales. Esa selección forma parte
de un álbum de imágenes que voy alimentando a medida de lo posible desde el fanpage de Laceldadebob.cl, es una recolección que va in crescente y que quisimos incorporar como una ventana a la cotidianidad
urbana antofagastina. Sobre el espectáculo, lo primero fue avanzar con los
octavos de final de la competencia de break dance. Tras el sorteo, Golden llamó a los 16 contendores al
círculo para iniciar la primera tanda del torneo. Los breakers convocados
fueron: Tutone, Parce, Male, Buli, Buri,
Nano, Jorgito, Killah, Diego, Makuto, Motta, Tugo, Pato Roy, Poka, Bryan y Cony.
Los jueces del encuentro fueron los b-boys Moyers,
Monea (ambos de Calama) y Splinter (de Antofagasta). Las
eliminatorias estuvieron reñidas, el nivel era complejo. Cada competidor tenía
que lucirse y demostrar el porqué su estilo se diferenciaba de los demás, así
asegurar su paso a la siguiente ronda. Desde luego todo dentro de un ambiente
muy amistoso y de respeto entre los b-boys y b-girls, para quienes la
competencia fue simplemente una excusa para reunirse a bailar, sea dentro o
fuera del círculo, eso daba igual. Quienes superaron el primer filtro fueron Diego, Jorgito, Nano, Tutone, Pato Roy, Buri, Poka y Cototo.
jóvenes promesa de La Nébula y Tresktorce, quienes tuvieron una cálida acogida por parte del
público presente. Se buscaba eso, darle tribuna a artistas emergentes y no irse
a la segura con un grupo que invite al público a saltar y poner manos en el
aire, sino que se produzca una interacción entre las líricas y la recepción del
oyente. Ambos tenían material para regodiarse. La Nébula por su parte
más apegados al contenido y riqueza del texto, y Tresktorce ya más desenvuelto en el dominio escénico y proyección
de los raps.
jugó un papel fundamental en el desarrollo del evento, pues era quien ponía oportunamente
los cortes de cada batalla. Diego, Nano, Cototo y BurI fueron
quienes clasificaron. El show continuó con las presentaciones de Negro Miranda y Murga. A esta
altura el ambiente estaba más prendido y ejemplo de ello fue la distención de
la puesta en escena de los emcees. Negro
Miranda mostró adelantos de su
próximo disco Restrospección y Murga
hizo lo suyo repasando algunas creaciones de su álbum La Cura. En seguida se
efectuaron las semifinales, quedando Buri
con el cuarto lugar y Nano con el
tercero. La final entre Diego y Cototo se realizaría luego del último
invitado de la noche.
desde Santiago en compañía de su amigo y compañero de grupo en Reclaf Crew, SD La R. Su
presentación fue sólida, acorde a las expectativas del evento y criterios sobre
las bandas afuerinas. No se le hizo difícil conectar con el público, quien
respondió atento a cada rima. Hay que decir que por lo general fueron buenos
los comentarios que se generaron desde la multitud hacia lo que pasaba sobre la
tarima, predominando la escucha activa más que las ganas del vacile por vacile.
Afirmación ciertamente positiva a la misión de Escarbando En El Ander,
pues el carrete en sí estaba bueno, pero no por ello se desvirtuaba la
finalidad, el control siempre se mantuvo y el respeto desde la audiencia se
manifestó tanto hacia los shows como hacia el espacio mismo, donde no se
registró ningún daño. La final fue una batalla difícil de resolverle un
ganador, y tras varios intentos fue finalmente b-boy Diego quien se coronó con el primer puesto del certamen. Hubo
premiación para los tres mejores lugares con productos Wild Pebre y discos
originales, luego de eso continuó la fiesta y las demostraciones espontaneas de
break dance fuera de competencia.
El balance al final de la jornada fue satisfactorio. Se
logra visualizar una continuidad tras esta marcha blanca, por lo que el
objetivo fue felizmente cumplido. Como en todo proyecto son varios los aspectos
a perfeccionar, esa es la nueva tarea, corregir las fallas y reinventar los
aciertos para no caer en la monotonía y lo predecible. Hay bastante talento ahí
fuera para levantar varios eventos de la misma naturaleza, ya teniendo un
precedente resultará mucho más sencillo seguir abriendo espacios.
Felicitaciones a toda la gente que hizo esto posible.