Algunos beatmakers –como AnuBeats— suelen dejar su trabajo a disposición para uso libre y así quien quiera escribir sobre ellos lo puede hacer sin mayores problemas.

Éste es el caso de Rimador Excesivo y su propuesta musical “Quién lo diría, ¿no?”, una complejísima obra en variados aspectos. Partamos por el vídeo. Éste, realizado por Sankalpadelsur Audiovisual, retrata la cotidianidad de personas afectadas sistemáticamente y más aún sobre la pandemia. Las imágenes son crudas, pero reales. Logra dar un golpe emocional, si es que ésa es la intención, y es que visualmente podemos constatar realidades que en la “normalidad” solemos obviar o aceptar sin más, quedándonos en la comodidad de lo absurdo. Es un vídeo sencillo, pero con un contenido que no deja de ser sorprendentemente brutal.

Por otro lado, la lírica se desarrolla en dos aristas importantes. Una de ellas es el planteamiento de interrogantes y una reflexión respecto a la burla constante de parte de las autoridades sanitarias y de gobierno en contexto de pandemia, donde se dan respuestas paupérrimas a las necesidades de las personas. Asimismo, Rimador Excesivo nos plantea otra reflexión significativa: quién iba a pensar que ya no nos podríamos abrazar entre seres queridos, amistades o familiares, y que estas personas se transformarían en algo que está detrás de una pantalla. Sin embargo, a lo largo de la canción nos sentimos acompañados por esta voz reflexiva que nos viene a mover el piso, pero que, en caso de caída, ahí estará.

Lo que más logra llamar la atención de este trabajo son las reflexiones escritas propuestas en el final del videoclip. Se hace un llamado a combatir diferentes tipos de virus, tanto el covid-19 como también aquellos silenciosos que están acabando con la vida de nuestros hermanos. Se habla de los abusos sistemáticos, la violencia hacia la clase trabajadora, la explotación a los recursos naturales y el abuso institucional en su variedad de presentaciones.

Y un punto importante es que, quien escribe y rapea, es representante y acompañante de una misma población violentada históricamente, sin embargo, va más allá, para proponer como método la educación, la ayuda mutua, la superación del individualismo y el trabajo para que juntas y juntos superemos esta crisis que viene desde hace mucho más tiempo.

El rap y el Hip Hop en general es una interesante herramienta para llevar a cabo este cometido, donde no hagamos vista ciega a lo que existe frente a nuestros ojos y podamos ser más empáticos con nuestros hermanos y hermanas. Y en este caso, Rimador Excesivo logra demostrarlo de manera completa.

Por Camilo Quinteros Espinoza.