El legado tras la firma de los zaragozanos Violadores Del Verso es uno de los más transversales e influyentes en la historia y formación del rap en español contemporáneo. Más que una referencia del rap hecho en España, Violadores Del Verso es un común denominador del rap hispano. Autonomía, hermandad y disciplina en el rap, serían sólo algunas de las cualidades que los llevaron, de ser un grupo de amigos que intercambiaban maquetas en cintas a mediados de los noventa, a estar en la referencia obligada del género. Creadores del único sello que podría entender, potenciar y mantener su compromiso como fuerza humana: Rap Solo, el mismo que le ha puesto alas a las inquietudes de compañeros en el camino, entre ellos el debut en solitario de Xhelazz con El Soñador Elegido en el 2007, o la discografía completa de El Sr. Rojo con tres títulos publicados entre los años 2005 y 2014.
Mucho podría reseñarse sobre la vida y obra de un grupo como Violadores Del Verso, así como del carácter familiar de una fortaleza como Rap Solo. Personalmente les recomiendo las conversaciones del libro “Los hijos secretos del funk” del periodista Miguel Ángel Sutil (2008, Editorial Zona De Obras – DESCARGAR). Mi plan no es redundar en muchas más líneas detalles ya archivados en la historia. De hecho, por ahora no tenía planes de escribir un artículo sobre ellos. Sabía que algún día sería el Hip Hop mismo quien me diera la oportunidad de sacarle algunas respuestas frente a frente a cualquiera de sus cuatro integrantes. Ese día terminó encontrándome a mí. Fue la llamada de Charlie Marmolejo de Subcomplot la confirmación. Él trabaja bastante con el sitio ImperioH2, quienes además colaboraban con la productora Transistor en la promoción del concierto que presentaría en Santiago a RdeRumba, Sho-Hai y Xhelazz. Estaba la posibilidad de realizarles una entrevista al llamado Trío Calaveras, así que decidimos unir fuerzas para no desperdiciar la chance, pues dos de los cuatro Violadores Del Verso estaban aquí, y junto a ellos el siempre pertinente Xhelazz. Tres de las insignias del sello Rap Solo, todos con anécdotas, experiencias y opiniones independientes, cuyas trayectorias se desenvuelven bajo un mismo código para hoy reencontrarse en una gira que los ha tenido por diversos escenarios de España, llegando también hasta Argentina y Chile. Sobre la entrevista y algunos detalles de su concierto en Santiago es de lo que vine a hablarles.
Entrevista y texto por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).
Fotografías entrevista por De-Sedini | Fotografías concierto por Luciano Marchant R.
Agradecimientos a Subcomplot | ImperioH2
Catorce horas de vuelo traían encima los muchachos. Habían arribado a Santiago esa misma tarde y el descanso era algo que el cuerpo les pedía con urgencia, pero éste no se dio sino hasta después de un almuerzo de recepción en el Mercado Central. La cita con los medios era para las seis de la tarde en el Hotel Plaza San Francisco. Con Charlie llegamos pocos minutos antes de eso. Lo de la entrevista salió tan de imprevisto que al menos había que saber de qué forma la abordaríamos. Fue cuando se asoma Sergio Rodríguez (Sho-Hai) a las afueras del hotel para encender un cigarro. Renunciamos a nuestro intento de planificación y aprovechamos de romper el hielo saludando a uno de los visitantes. Sho-Hai es probablemente el “doble V” más entrañable de los cuatro. De fácil y liviano dialogo, aunque moderado, no acota si no hay necesidad. Me ofrece un cigarro de su cajetilla que no acepté, al rato lo intenta con un chicle. Da señales de que su estado normal es de tranquilamente nervioso. Pese a su carisma, Sergio es un tipo que no simpatiza de las entrevistas, le cohíben, por lo que agradezco la espontaneidad que nos compartió en la conversación que sostuvimos minutos después. Marcos “Culebra” Otero, el sonidista de la banda, también se asoma al alero del hotel y cruza un par de palabras con nosotros. “¿No han venido con Ramón?” – les pregunto. “Hace unos años que ya no trabajamos con él” – me confiesa Sho-Hai. Ramón Alconchel había sido el manager de Violadores Del Verso desde el primer día, pero ahí me enteré que el rol lo asumió “Culebra” y así han funcionado desde hace ya un tiempo. Y si han logrado funcionar así de bien hasta ahora, supuse que no era necesario hacer más preguntas al respecto. Rubén Cuevas (RdeRumba), el hombre detrás de los ritmos y los platos en Violadores, es el siguiente en aparecer. ¿Cómo no? Rumba es un fumador empedernido. Ya iba a comenzar la entrevista y, tras incorporarse de su siesta, debía alcanzar a encender al menos un par. Finalmente se nos incorpora Mario Celimendiz (Xhelazz). Lo primero que despierta mi atención fue el entablillado del índice de su mano derecha. “Me lo esguincé jugando básquet” – responde. Estamos todos. Son cada vez más familiares aquellos modismos de los aragoneses, como “macho” y “co”, pero se hace tarde y es momento de entrar al hotel. Dope Magazine fue el otro medio presente. Como se trataría de entrevistas separadas, nos tocó ser los primeros en entrar a la sala de conferencias. Rumba daba sorbos a su taza de café, Sho-Hai a una birra Austral: “¡Eh!, ésta no es como la Escudo y la Cristal, co” – concluía. Xhelazz todo lo observaba y sonreía cuando lo ameritaba, “Culebra” revisaba que todo estuviera en orden… y la encargada de la productora, insistente, nos presionaba para que nos apuremos. Bueno, conversemos entonces.
PARTE I | VIOLADORES DEL VERSO
Si hablamos de lo que hoy sucede en Violadores Del Verso, no podemos dejar de hablar primero sobre las conclusiones que dejó su receso grupal en el que todos sus integrantes pudieron dedicarse a publicar y promocionar sus trabajos en solitario. Este año se cumple una década desde la salida de Vivir Para Contarlo, su último LP presentado como grupo. Sin planteárselo, consiguieron hacer un disco que se mantuvo número uno en ventas hasta alcanzar el oro y situarse en lo más alto del Hip Hop en España. Son titulares comprometedores, que imagino estremecieron interiormente para afrontar la responsabilidad de la banda con mucha más cautela. Desde las últimas giras oficiales del álbum cada uno se concentró en proyectos personales y pudo mantenerse en actividad independiente o paralelamente a los movimientos del grupo, por lo tanto, nunca ha dejado de haber una noticia de Violadores Del Verso. ¿Fue un planeamiento darle esa intermitencia a su pausa?
RdeRumba: Realmente no fue un plan B decir: venga, vamos a parar ahora y cada uno con su disco. A la gente le apetecía hacer otras movidas. Ten en cuenta que en un disco de rap se dicen muchas cosas, entonces, en un disco de Violadores, con tres rappers, no te da tiempo de decir todo lo que te apetece. Llevábamos muchos años, desde críos. Desde mediados de los noventas que trabajamos sin parar, hacíamos nuestras maquetas, luego los discos. Giras, giras, giras. Llegó un momento de juntarnos y decidir parar un poco. Vivir Para Contarlo fue una bestialidad. No paramos. Quisimos tranquilizarnos y cada uno trabajó algo en solitario, pero tampoco fue tan premeditado.
Sho-Hai: Nos apetecía hacer cosas en solitario, pero tampoco nos pusimos fechas. La historieta fue fluyendo sin planteamiento ni nada. El primero que salió fue el mío, hace cinco años ya, por cierto. Luego lo de Javi con la banda de jazz y después lo de Lírico. Nos apetecía, macho. Era una especie de reto personal de cada uno. Como te decía el Rumba, con un disco de Violadores te puedes quedar con ganas de decir más cosas, o decir cosas más personales que a lo mejor no podrías decir con ellos. Me refiero a profundizar en ti mismo y sacar más cosas de ahí. Lo típico y clásico que se dice: es un disco más personal; pero es que es la puta verdad realmente, co. Era un reto y ahora una meta totalmente conseguida. Yo me quedé muy contento con los resultados, me da gustico. La gente lo recibió de puta madre, estaban guais en los conciertos. La verdad es que quedé muy contento, macho. Fue una inyección de autoestima que me vino de puta madre para mi carrera.
Violadores Del Verso se caracteriza por ser una marca organizada. Con marca me refiero a todo lo que conlleva ser parte de la máquina que hay tras su nombre: el grupo, el estudio de grabación, el sello, la tienda, el merchandising, etc. En este caso, los cuatro integrantes pudieron editar discos entre los años 2009 y 2012, así dedicar al menos un año para cada uno y no cruzarse con las fechas. Da la idea de que cuidan una agenda…
RdeRumba: Pareciera que somos más organizados de lo que somos, pero somos un caos, un caos organizado (risas). Porque realmente se nos ha ido de maleta todo este tiempo. Kase.O está ahora acabando su primer disco. Me refiero a su primer disco de rap, porque su proyecto de jazz fue una cosa que hizo y terminó plasmando en un CD, pero fíjate los años que han pasado y aún no ha salido el disco de Javi, entonces, estamos organizados, pero no tanto como te piensas (risas).
Sho-Hai: La cosa va fluyendo más que nada. Tampoco nos ponemos fechas, pero en algún momento necesitas hacerlo, porque si no, no lo sacas nunca (risas).
Trabajar en solitario les brinda la experiencia de conocer y reconocerse en un público más específico del que ya tienen como grupo. Por ejemplo, Sho-Hai ya sabe cuál es el público que se identifica con su música. Entre ellos puede haber nuevos oyentes que te prefieran en solitario que como Violadores Del Verso, como puede haber otros oyentes más devotos a la banda que no simpaticen con tu trabajo solista. El vínculo ahora es más directo, por lo demás, estás en primera línea: son tus entrevistas, es tu promoción, son tus giras…
Sho-Hai: Claro que sí, co. Es poner tus huevos con la carne del asado, macho. El mío fue el primero en salir, entonces…
RdeRumba: (Carraspea).
Sho-Hai: Bueno, primero sacó Rumba el suyo en el 2004 – ¿Querías escuchar esa mierda, no?—.
RdeRumba: Alguien lo tenía que decir o qué (risas).
Sho-Hai: (Risas) El primero de los rappers de Violadores era yo, entonces estaba esa presión, pero también me olvidé un poco de eso. Quise hacer lo que he hecho siempre, co. Es lo que me gusta y me voy a olvidar del qué dirán, como siempre lo he hecho.
Me decías que la respuesta del público terminó siendo enriquecedora. Sin ir más lejos, hoy estás en Chile presentándote a cinco años del estreno del disco y la gente está pagando su entrada por ver un concierto de Sho-Hai, Xhelazz y RdeRumba, no de Violadores Del Verso. En cierta forma, es reencontrarse con la historia personal que cada uno dejó inconclusa desde los tiempos de las maquetas, cuando unieron fuerzas y terminaron siendo Violadores Del Verso.
Sho-Hai: La verdad es que sí, macho. En cuanto a conciertos y demás, he estado muy contento. Tenía claro que no era lo mismo que con Violadores, que como grupo todo es muy grande. Empecé a hacer actuaciones en salas más pequeñitas, que también ha estado guapo, porque tienes más contacto con la gente que el que puedes tener en un festival. Está guapo el rollo de estar en salas más pequeñitas, el contacto con la gente y el calor humano.
RdeRumba: En la última época de Violadores, antes de la etapa en solitario, era todo muy grande. No es que fueran los festivales únicamente, porque cuando hacíamos conciertos solos, eran en pabellones y salas muy grandes.
En noviembre próximo se cumplen diez años desde la publicación de Vivir Para Contarlo. Ha sido una década de muchos cambios y adaptaciones para la escena rap de España. Aquí y en varios países de Latinoamérica, la española fue una escuela que dejó mucha influencia por la cantidad de álbumes clásicos que era capaz de producir. La transición del cambio de siglo es la que algunos llaman época dorada del rap de España. De un tiempo a esta parte eso dejó de ser así y desde acá se entiende que la movida allá tampoco se vive o transmite generacionalmente de la misma manera. Me atrevo a agregar que Vivir Para Contarlo puede ser uno de los últimos clásicos reales de la oferta ibérica, o al menos de esos discos que puedes escucharte de principio a fin sin desechar canciones. Son interpretaciones personales, por lo que me gustaría conocer su opinión sobre el estado del rap en España viéndolo ahora que como grupo están más alejados del ojo del huracán.
RdeRumba: Cambian muchas cosas en diez años. De partida, en Vivir Para Contarlo aún se vendían discos. Podías llegar a número uno de ventas vendiendo ocho mil o diez mil copias, incluso podías llegar a vender cincuenta mil copias de tu disco. Eso ya no pasa, ni en el rap ni en el pop ni en nada. Ha habido mucho cambio. Mucho grupo se ha quedado atrás, salen otros grupos nuevos de gente más joven. Nosotros en esa época, como llegamos al top y tal, pues nos siguen queriendo, pero hemos querido dedicarnos a trabajar nuestras ideas en solitario y no como excusa para mantenernos, sino que, como te decía, se nos ha ido de maleta todo este tiempo y sin querer. Es que no hemos parado realmente, macho. Entre medio pasan muchas cosas en la vida personal de cada uno. A mí, por ejemplo, me gusta tener mi vida controlada. Sí, me dedico a la música y tal, pero ahora tengo mi familia y me gusta disfrutar y estar. De crío todo era la música.
Ya están en los cuarenta y la vida de adulto-adulto empieza a ocupar espacios que antes no ocupaba.
RdeRumba: ¡No! Treinta, tío. ¿Qué crees? (risas).
A esta altura da la impresión que los seguidores más familiarizados con la banda entendieron la necesidad de esta pausa que los tiene fuera de la promoción discográfica. No se ven presiones o reclamos por la salida urgente de un próximo disco. Además, cada uno está con lo suyo y eso los sigue manteniendo en escena. Estaría de más preguntar para cuándo se pronostica un retorno, pero para cuando esto ocurra, quisiera saber cómo los encuentra a ustedes la situación de salir a mostrar un nuevo disco a tantos años de haberse convertido en los número uno con un LP que no fue preconcebido con esos fines. ¿Hay una presión adicional por las sobrexpectativas que vayan a generarse?
RdeRumba: Es que si te pones a pensar en la presión, pues mejor no lo haces.
Sho-Hai: La presión está ahí y tal, pero te tienes que olvidar de eso, tío, porque si no, no haces nada. Si estás pensando en qué va a pensar la gente, mejor no haces nada. Tienes que hacerlo como lo has hecho siempre, tienes que hacer lo que te gusta, co.
RdeRumba: Ahora lo que viene es el disco de rap de Kase.O. Eso es lo primero que viene ahora. Javi tiene que hacer su disco de rap… y ése sí que tiene presión, ¿vale? (risas).
El disco más esperado de los últimos veinte años. – Kase.O es reconocido como uno de los principales emcees de habla hispana. La amenaza de su primer disco en solitario existe desde que en 1995, con apenas quince años, se autoeditó su segunda maqueta: Dos Rombos –
Sho-Hai: (Risas) Está todo jodido dándole por ahí. Lo de cuándo vuelve Violadores siempre es la pregunta del millón. Primero se acaban los proyectos en solitario que tenemos pendientes y luego la idea es volvernos a juntar y hacer otro disco.
¿Y cuál sería el otro proyecto en solitario queda pendiente además del disco de Kase.O?
Sho-Hai: Bueno, lo voy a decir, ¡qué cojones! (risas). No suelo hacer esto, pero estoy preparando un nuevo disco en solitario. Tengo ya como ocho o nueve temas escritos con instrumentales más o menos elegidas, y para el año que viene, o cuando sea, me sacaré otro disquillo.
¿También con Rumba?
Sho-Hai: Sí, será más o menos como el Doble Vida. Con producciones de Rumba, de Xhelazz y de más gente de Zaragoza. Los Violadores están todos fuera, el único que queda en Zaragoza soy yo. Estos cabrones me han abandonado, todos. Y ahí está. Voy a seguir escribiendo, tengo que hacer unas pruebas también con una banda de músicos para llevar el directo del disco con banda. Estamos probando. Estoy pillando producciones de peña que para el disco anterior no había contado con ella.
Desde que vinieron por primera vez nunca han descuidado su contacto con la escena sudamericana. En los últimos cinco años todos han podido venir al país en representación al menos una vez al año. Con Transistor han trabajado en distintos tipos de conciertos, festivales o giras. Ya se hicieron de sus redes de contacto. Además, Kase.O está instalado en Colombia hace un buen tiempo, donde ha echado nuevas raíces en sus proyectos de vida. Conocen el terreno sudamericano desde siempre, pues hoy en día se presentan en estas costas quizás con más frecuencia que con la que se presentan dentro de la misma Europa. Aquí hay historias, como hay anécdotas. Por ejemplo, para el concierto del 2006 en el estadio Víctor Jara, cuando Kase.O mató a Pinochet a puteadas, salieron a festejar en el carnaval de Plaza Italia.
RdeRumba: Es que aquí la historia es el idioma. Somos europeos, pero tenemos mucho más que ver con la gente de Latinoamérica que con los europeos. Con los gabachos, los alemanes o los ingleses, no es que no tengamos que ver, es que incluso dan asco. No me refiero a la música. Hablo de la historia, de las movidas que están pasando en Europa. Se están poniendo todos nazis. Es un descaro. Aquí nos entienden y nos quieren realmente. Está a tomar por culo de casa, pero nos quieren y nos entienden.
PARTE II | XHELAZZ
Hace nueve años lanzaste tu primera y única producción en larga duración como emcee, El Soñador Elegido. Rap Solo fue quien apostó sus fichas en aquel esperado debut, situándolo en la primera plana de la promoción. Los resultados cumplieron con su promesa, pero desde entonces has guardado silencio, al menos en el micrófono, porque de la producción nunca te has alejado. El 2009 produjiste junto a Rumba el álbum De Vuelta Al Estudio. ¿Qué pasó con ese soñador elegido?
Xhelazz: Yo empecé en el rap produciendo antes que escribiendo. Imagínate que la producción me ha tirado de toda la vida, tío. Me engancha el tema de los samples, soy muy freaky de los programas, con el Rumba hemos hecho unas liadas; pero lo que hago rapeando es porque me ha picado el gusanillo.
¿No hubo una intención de proyectarlo? La experiencia con El Soñador Elegido me recuerda un poco a la historia con Cloaka Company, uno de esos grupos que no necesitaron sacar más que un solo buen disco para satisfacer y darse por satisfechos. Verso Munizzione en el 2003 con Cloaka Company y El Soñador Elegido en el 2007 en solitario, son tus dos principales referencias discográficas y comparten una historia similar.
Xhelazz: Cloaka se dejó por cosas personales de cada uno. Realmente no era por la música, era porque no nos aguantábamos entre nosotros (risas). Es así. Rapeando a todos nos molaba todo, a todos nos gustaba la música de todos, todos estábamos contentos; pero luego había unas rayas personales de unos con los otros que hacían que todo fuera a ningún lado. Si no se rompía ahí, se iba a romper más adelante, y por lo que parece no hubo tantas ganas como para seguir. Sobre mi trayectoria como solista, tampoco se puede decir que por no haber sacado otro disco desde el anterior no he hecho nada. He hecho letras nuevas, he hecho ritmos nuevos, he producido a gente por ahí. He hecho ritmos para Juaninacka, Dani Ro, Hate. El Langui me pidió un ritmo, hice los remixes con RdeRumba. Hay gente que puede decir que no he hecho nada, pero, por detrás, sí. Otra cosa es que me guste el resultado final y me los quiera quedar y tal.
Así ha sido la forma desde el inicio. Siempre componiendo, pero muy para ti. Recuerdo una entrevista en la que aseguras que RdeRumba fue quien te incentivaba a mantenerte escribiendo nuevas canciones cuando éste pasaba tus maquetas por su programa de radio. Ya entrando a la familia Rap Solo hiciste mucho más públicas tus facetas, sobre todo siendo parte de la gira Presente (2006-2007), pero hoy vuelves a ese origen más hermético.
Xhelazz: Antes Rumba lo decía muy bien, aunque hablaban de ellos, pero yo me vi muy reflejado en eso de ser un caos organizado. Yo hago mucho, pero solo. Muchas veces llego donde Rumba diciéndole que no me atrevo a mostrar esto, o que hice algo que me gusta, pero luego no me gusta. Al final acabas como el cangrejo, echándote para atrás, y eso es sumamente malo. Pero sí que hay una parte de organización. Por ejemplo, ahora ya llevo unas cuantas canciones que sé que podrían pasar veinte años más, y en veinte años las sacaría igual de contento, ¿sabes? Pero eso me cuesta mucho. Yo funciono así.
Al menos te vale para venir a casi diez años de la salida de tu último disco, estar en Chile y presentarlo en directo, que es una deuda que quedó pendiente en el 2008 cuando se suspendió el concierto que te trajo por primera vez en estas tierras.
Xhelazz: Hombre, han pasado muchos años. Se han hecho bolos, y también estoy haciendo ahora por la fusión que hemos hecho. Estando solo también haría, pero mucho menos.
PARTE III | EL TRÍO CALAVERAS
¿Cuál es el formato de directo que están montando para su gira? ¿Van por separado o hacen una mixtura entre todos?
RdeRumba: Hacemos un popurrí. No queríamos a Xhelazz un rato y después a Hate otro rato. Queríamos lo más guapo de los dos.
Sho-Hai: Los tres a saco. Somos un grupo: El Trío Calaveras (risas).
Desde Zaragoza está saliendo mucho material fresco que acá es bien recibido. Sharif Fernández tiene buena difusión, Dani Ro desde un lado más independiente, los trabajos editados por Eterno Miusik, etc. Zaragoza fue por un tiempo la ciudad de Violadores Del Verso, pero ahora han salido de esa sombra muchas aristas y la escena se ha vuelto bastante más nutrida, en parte por entrar en una era donde no se necesita de la ayuda de un sello para difundirse. ¿Cómo la están viendo ustedes internamente?
RdeRumba: Claro. Todos esos grupos que nombras llevan muchos años realmente, han estado toda una vida ahí. En Zaragoza nunca ha habido un ansia de explotar desde el principio. Como lo que pasó con Rapsus, ¿vale? Rapsusklei llevaba años y años hasta que sacó su primera movida. Años de rodaje hasta sentirse preparado para dar el salto a los discos. Ahora realmente es más fácil también sacar un disco.
Sho-Hai: Yo creo que el juego dentro de la música ha cambiado mucho. Ahora mismo en España hay grupos que no tienen discográficas ni sus discos en las tiendas, y la están reventando más que cualquier otro que sí cuenta con un apoyo. Se difunden a través de redes sociales, se pegan sus pegatinas y está guai. Está cambiando y nosotros lo estamos viendo. El tiempo pasa y lo normal es que sea así. Hace quince años, si no tenías un disco editado, no eras nada.
Allá lo independiente es lo que está rellenando los contenidos de los medios. Te pones a pensar y te das cuenta que un método muy similar es el que se ha aplicado en varios de los países de Latinoamérica. Controlar tus propios negocios y no depender de una industria, como también la importancia de sumar fuerzas y empujar proyectos que tengan más solidez, como ha resultado con los sellos o colectivos independientes. Son también esas las bases que a ustedes los llevó de ser un combo de exponentes emergentes de distintos barrios zaragozanos, a convertirse en uno de los pilares del rap en castellano. Quizás esa autosuficiencia sea una de las claves del éxito de Violadores Del Verso, experiencias que han marcado ciertas pautas en el mercado español de Hip Hop. En este mismo instante se está estrenando el álbum Bon Voyage de los chilenos Liricistas, el primer grupo sudamericano fichado por Boa en su plan de expansión por el continente. Desde aquí es una opción para llegar más lejos con la música, pero los grupos ya vienen con una dinámica de trabajo propia y saborean sus propios frutos. Me imagino que similar a lo que viven ustedes, que trabajan la distribución con la misma discográfica, pero internamente mantienen el control de todo lo que desde Rap Solo salga. ¿Qué conclusiones nos pueden compartir sobre sus experiencias?
RdeRumba: Pues si les publicaron un disco, enhorabuena. Habrá que escuchar eso. Con Boa trabajamos algunos servicios específicos. Es una empresa y son empresarios. Trabajan bien. Los discos están en las tiendas cuando tienen que estar. Nosotros nos atrevimos a ser independientes y nos fue bien. Tampoco hemos sido unos locos drogatas que se han gastado la pasta en drogas, putas y oro, entonces, hemos invertido en nuestro estudio, nuestra compañía, nuestras historias, nuestra editorial. Hemos tenido un poco de cabeza, pero poco (risas).
Sho-Hai: Tener tú el control de todo lo que pase con tu carrera es lo mejor, así no te contaminas.
PARTE IV | VIVIR PARA CONTARLO ES LA LEY
Cuando supe de este concierto no me hice expectativas muy altas. Pintaba interesante, pero no sé si para pagar los $18.000 que se pedían por la entrada. Me enteré cuando aún se veía lejano ese 28 de mayo en el calendario, y de pronto me recuerdan que esa misma semana sería. Y es que juntos o separados, los Violadores Del Verso han estado en un venir constante, que registra al menos una visita en Chile por año. Siendo así, más novedosa resultaba la presencia de Xhelazz, pero en esta época su nombre en el flyer no sugiere la frescura que proyectaba a fines de la década pasada. No sé. Creo que mientras más adulto te haces, te vas volviendo más selectivo en los panoramas, o te fijas en otros “peros” antes de decidirte por ir. Como tuve la suerte de ser invitado, no tenía sentido pensar en más excusas, aunque casi me eché para atrás en plena entrada del Teatro Cariola cuando un guardia quiso quitarme el moledor y su contenido, sin embargo, no es nada que no se solucione con un más cauto segundo intento.
Entré cuando los estelares iban en su segunda o tercera canción. Cariola repletaba no más de tres cuartas partes de su capacidad. Se sentía aquella diferencia que hablamos con los invitados en la entrevista, la de llegar a un público más selectivo que el que caracteriza a un concierto de Violadores Del Verso. Éste era un séquito mucho más delimitado, que se movilizaba más por el criterio que por el fanatismo. Arriba, en el escenario, los tres zaragozanos correspondían a sus fieles con un directo que no dejaba espacio de la tarima sin rellenar. Xhelazz y Sho-Hai tienen recorrido juntos, se conocen bien, disfrutan los escenarios que comparten. Por lo demás, RdeRumba tiene influencia en las andanzas solitarias de ambos emcees como el principal productor. Ensamblar lo mejor de cada uno y alinearlo con el conjunto de creaciones que comparten no debió ser una tarea demasiado difícil. El directo obedecía un mismo hilo narrativo.
Sho-Hai se sacaba algunas de las más recordadas de su Doble Vida, entre ellas “De paso”, “Para ser un rapper” y “Ella”. Xhelazz hacía lo mismo con las de El Soñador Elegido, consiguiendo mayor respuesta con canciones como “Una mirada”, “La soledad comienza” y “Confesionario de papel”. Colaboraciones de ambos emcees, como “Hamor”, “Hodio”, “Alas rotas”, “Rap vs racismo” y “Sólo importa el rap”, tenían su incorporación segura. La rutina cuidaba una dinámica que no permitía distracciones para los asistentes. Algunas mixturas, como la fusión de “Sólo son vidas” y “Sólo son birras”, hicieron de su repertorio un platillo de fácil digestión. Hubo nostalgia cuando sonaron instrumentales de registros como “Verso municcione” y “Spanish tatami” de los desaparecidos Cloaka Company, así también con himnos de Violadores Del Verso protagonizados por Sho-Hai, entre los que destacaron “El rey de las cantinas” o “A las cosas por su nombre”. Corrían los minutos y el espectáculo no perdía el ritmo. RdeRumba, a.k.a. Abmur Laineg, disfrutaba desde su altar el Hip Hop que compartían sus colegas, pero tampoco permitía que éstos brillen más que él. Estaba despierto en cada intervención, scratch o apoyo de voz. Rumba controlaba la función desde el fondo y agitaba los ánimos del público.
Eran tres viejos robles demostrando sabiduría en el escenario. Rumba y Sho-Hai ya están en sus cuarenta años. Xhelazz galopa de cerca al mismo folio. El rigor y experiencia que les ha entregado sus años de ejercicio relacionados al grupo más importante del cartel se hace notar. La exigencia de su retorno a escena una vez cerrado el show fue natural e inmediata. El Trío Calaveras se empapaba de un cariño franco brindado por un público que logró conquistar con la prolijidad y familiaridad de su directo. Supongo que, tal como me pasó a mí, muchos llegaron a la sala sin esperar una función extraordinaria, pero en el acto, se fueron convencidos por la calidad que garantiza una estampa como la de Rap Solo: “Un auténtico seminario de rap” – como me comentaba Jonas Sanche.