A mí también me dio por escuchar rap de Argentina cuando su nueva generación de exponentes renovó con buenos aires lo que hasta entonces era su monopolizado catalogo. En mi reproductor fueron acomodándose algunas producciones salientes de lugares como El Triángulo Estudio, por ejemplo. Las reproducciones automáticas de las sugerencias de YouTube me mantenían descubriendo nuevos títulos después de cada “full album” que devoraba. Algo interesante estaba comenzando a ocurrir en el Hip Hop trasandino y aquellas insinuaciones nos advertían que el proceso sería entretenido. Sonaban bien, y eso ya era algo de peso para complementar sus ganas de entrar cancheramente al juego. Digamos que el estado actual del rap argentino es muy similar a lo que empezó a ocurrir en Chile hace una década. Desde luego compartí una que otra referencia a través de mis redes sociales. Un día de esos me habla el Chavo Ruiz del programa El Pulso De Las Rimas para recomendarme el álbum Fristail, Birra, Faso de unos tal Linyeras Crú. ¿Qué puedo decir? ¡Me voló la cabeza, boludo! ¿Por qué? Bueno, siendo francos, F.B.F. no entraba con la estética más fina del panorama. Diría que su tarjeta de presentación era algo mucho más punk que cualquiera de la de sus pares. Gráficas, sonido, vídeos o difusión, todo demostraba ser hecho agotando al tope los pocos recursos a los que tenían acceso, sin embargo, el todo o nada de Linyeras Crú no lo encontramos en otra cosa más que en el contenido, confirmándose que la excusa del envase es para quien no tenga lo huevos de soportar lo que hay en su interior.

A diferencia de otras propuestas que escuché provenientes de la hermana Argentina, este álbum despertó principalmente mi atención por sonar con esa identidad gaucha que hasta entonces no me había encontrado en una expresión como el rap, o digamos que de la manera en que ellos la hacen. Si en el reproductor cargo discos como Artaud o Del 63 para el día a día, ¿por qué el rap debería estar exento de compartirme esas incomprensiones de la vida, pero adaptadas a los tiempos que corren? Fristail, Birra, Faso –cuyo título homenajea a la cinta “Pizza, birra, faso” de Bruno Stagnaro y Adrián Caetano— son los relatos adolescentes de un rocho porteño que nos sitúa en su realidad, sin europeísmos ni norteamericanismos, invitándonos a descubrir la ciudad de los pobres corazones a través de sus modismos y costumbres: “A unos cuantos pecho frío les arranqué el corazón que me sirven de hielo para el fernuco de mi botella de Coca descuajeringada”. Queriendo llegar a la raíz de este registro, me fui hasta Buenos Aires el verano pasado y contacté con sus autores. El bondi me dejó en Boedo, barrio donde me esperaban Devak24 (productor), Lohko de Libra (emcee) y también Pan$a PH (visuales). Conectamos en lo que tardan en hacerse humo un par de buenos porros king size cortesía de los anfitriones. Los nuevos amigos estaban en plena faena creativa de su segunda entrega discográfica: Con La Bolsa Al Hombro, placa que acaba de estrenarse y que me complace poder compartírselas a todos ustedes de esta manera.

Por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).
Fotografías por Mauro Nicolás Aquino (a.k.a. PH Pan$a).

DE LA CALLE AL LINYERATORIO.

Había sido un día de entrar a conocer y también tratar de entender el funcionamiento de la escena argentina de rap. Compartí un almuerzo con Urbanse (José Guevara), para luego tomar el ómnibus desde el microcentro hasta Lanús, barrio donde nos esperaba el colombiano DJ Destroy Arms (Diego Pérez) en su departamento y así seguir con las conversaciones. La recepción que me dieron ambos miembros de La Conexión Real fue tan literal como el nombre de su clicka. Le comenté al Urba que mi siguiente destino era irme hasta Boedo a compartir con los Linyeras. Barrios muy distantes. Si lo comparamos con Santiago, digamos que es como trasladarse desde San Bernardo hasta Independencia, o algo así me pareció (no sé, venía voladísimo). No había relación entre los barrios ni tampoco entre sus escuadras de raperos, pero sí note que había un respeto silencioso. El rap en Argentina está en esa fase efervescente en que todos saben lo que está pasando, pero cada quien se muestra indiferente, en la suya y con los suyos. Sin embargo, Urba tiene esa escuela inteligente de todo analizarlo para pasar en limpio conclusiones asertivas. De lo mucho que conversamos, me dio gusto comprobar que respecto a Linyeras Crú compartía una opinión similar a la que yo traía desde Chile: “ese guacho hace un rap que está re-porteño”.

Y bueno, llegamos mi maleta y yo hasta lo de los Linyeras: –Me presento. Me llamo Darío y me dicen Patiño. Vengo de Chile. Me gustó lo que hicieron en su disco anterior, por eso quisiera conocerlos—. Veamos ahora quiénes son estos turros.

LOHKO DE LIBRA (FLACO VÁSQUEZ): “Me presento. Soy emece, soy argento, y de los pocos que rapearon con acento autóctono en el 2014”. Maximiliano Vásquez es el emcee y responsable de la escritura cruda que da la personalidad a Linyeras Crú. Como varios de su generación, se inició en el rap allá por el 2007 haciendo freestyle callejero. No tardó muchos más años en llevar aquella habilidad innata para la rima a la creación de canciones. Fundó Linyeras junto a un amigo hoy privado de libertad. Su estilo es directo y chulo, agudo para el punchline y la metáfora instantánea de la calle. De hecho, calle es precisamente su mejor descripción: “Todos sabemos dónde está la calle, pero ahora lo único que importa es que la calle es tierra de nadie, y yo me siento un don Nadie”. Libra diseña fórmulas propias. Su estilo es libre, o como lo llamó en su primer álbum, estilo Libra. Ahí demostró varias capacidades que lo validaron como una de las promesas más fuertes de la actual escena argentina, aunque él está verdaderamente alejado de todo lo que se quiera entender como escena. Esa postura no es capricho ni pose, es preocupación de ver cómo se ha deformado la escuela estricta que a él lo formó, lo cual se refleja en fenómenos como el manoseo mercantil de las batallas de freestyle o la estética noventera que hoy marca tendencia en el rap: “Si ser hater es tirarle mierda a los que manchan de mierda el Hip Hop, entonces soy el más hater de todos”. En Fristail, Birra, Faso, editado a fines del 2014, nos deslumbró con ingenio y picardía, aunque todavía no se desligaba del todo de esa inmadurez adolescente. Las rigurosidades de la vida hoy lo han convertido en un escritor profundo y meticuloso, que no deja rimas al azar. Si bien es un cabrón que no tiene reparos en irse de frente al panorama rapero o incluso contra su misma familia, Libra es un tipo de una humanidad tremenda, receptivo a todo comentario u opinión, humilde como ningún otro argentino que conocí. “Yo odio a los argentinos” – recuerdo que me confesó cuando hablábamos del carácter pasional que rige la personalidad de su nación. Su rap es visceral, nos narra vivencias. Es un diario vivir de un alma vagabunda vomitado en formato crudo y sin cortes. “No es alarde, es un desahogo” – firmó en la presentación de su último disco este autodenominado hijo menos deseado de la vagina del Hip Hop. Y de eso es lo que va su Hip Hop.

DEVAK24: A Gabriel Rodríguez lo conocí también por recomendación del Chavo Ruiz. Devak (o Debacleare) es el encargado de la producción musical en Linyeras Crú, pero digamos que ésta es sólo una mínima faceta de su inquieta actividad como rapero. Dos tercios de su vida los ha dedicado a ser emcee. Es un hiperquinético que no descansa. Su estilo en el rap es muy distinto al hardcore que caracteriza a su compañero. Devak también desahoga vivencias, pero experimenta distintos colores. Su nombre está en la referencia del underground argentino y no es de extrañarse verlo figurar en algunos de los conciertos más importantes que ahí se realizan, o al menos en Buenos Aires. En el 2015 presentó uno de sus proyectos más ambiciosos: A.E.V.Q.F. (Antes Es Vivir Que Filosofar), un álbum doble en el que se explaya a sus anchas como el emcee, beatmaker y productor que es. Ha editado una que otra beat-tape y también recopilatorios de sus inéditos. Por lo general sus trabajos son extensos, ya que siempre está creando piezas que van almacenándose hasta compilarse en una muestra. Uno de las últimos en publicarse llegaba a las ochenta canciones. Devak va de frente, sin filtros: “Si me hubieras caído mal, te lo hago saber. Si te molesta, bueno, entonces nos ponemos a pelear” – me decía en su departamento mirándome con esa cara de loco que tiene, pero en el fondo es un tipo liviano y sumamente agradecido. Fue una mano salvadora cuando llegué a la ciudad de la furia. Como pudo, me fue orientando en aquel improvisado viaje. Ahora hablamos cada vez que podemos. Como Linyeras ha sido el responsable de dar con el sonido que brinde la atmosfera oscura que tiñe al grupo, además de entrometerse en algunos de los rapeos del Libra. Más que un productor musical, es un productor de ideas, por lo mismo su círculo tiene plena confianza en su trabajo y experiencia como motor de nuevos proyectos.

LINYERAS CRÚ – CON LA BOLSA AL HOMBRO:

El nombre de Linyeras Crú no tardó en tener presencia en algunas de las principales ciudades o provincias argentinas después de que en el 2014 publicaron su primer álbum, Fristail, Birra, Faso. Lohko de Libra y Devak24, emcee y productor respectivamente, trajeron de vuelta la esencia del rap estricto a la escena argentina sin escudarse en esa cualidad como argumento de su obra. Simplemente les fluyó de esa forma porque es el modo en que saben hacerlo. En el 2016 regresan para presentar su esperada segunda placa: Con La Bolsa Al Hombro. Catorce composiciones que resumen la lucidez del actual estado del rap en Argentina, el cual poco a poco va perfilándose para posicionarse como una de las nuevas potencias en América Latina. Son relatos salvajes, sin maquillaje, cargados de franqueza y credibilidad en cada línea. Libra da un paso trascendental en su trayectoria como escritor y emcee con el desempeño mostrado en este resumen de uno de los episodios más crudos de su vida, mientras Devak le da el respaldo suficiente para ordenar, articular y encauzar con mesura, la que es hasta ahora una de las propuestas más irreverentes del rap argento, pero que encuentra aquella definición en la forma más que en el contenido. Con la Bolsa Al Hombro reúne varios de los rapeos más interesantes de analizar en el presente sudamericano, que nos sitúa más que nunca en un hoy que se esmera en construir una escena sólida, como movimiento y no como egos individuales. Descubriéndose en esa madurez, involuntariamente cumple con los méritos de convertirse en una referencia capaz de extenderse más allá de sus fronteras, pues el resultado es un producto fresco, original y consciente, pero, sobre todo, que nos recuerda porqué Argentina es cuna de hitos en la cultura popular.

Queda camino por recorrer, está claro, sin embargo, aquí hay tan sólo una muestra de la importancia que tiene el rap como reflejo de nuestras realidades, aceptándola con sus vicios, ires y venires; no siendo portavoces ni cínicos denunciantes de la sociedad, sino que simplemente unos más de los que transitan por la misma vereda. Con la Bolsa Al Hombro está producido mayoritariamente por Devak, aunque con algunos aportes del mismo Libra. En las voces encontramos colaboraciones de Devak en “Cosas del destino” y Chimy Hendrix en “No puedo parar” y “Nenes lokos y borrachos”. Las fotografías promocionales son autoría de Mauro Nicolás Aquino, mientras que Julian Sequeira recibe los créditos por la impecable dirección del vídeo clip de “Cosas del destino”. Es la nueva escuela que gana terreno en la influencia del Hip Hop argentino. El Enjambre Records lo confirma acogiendo entre sus tropas este lanzamiento que a pocas horas de su estreno no ha cosechado más que elogios entre los pares, con una propuesta que no busca protagonistas, sino unir fuerzas para abrir puertas dentro del mismo underground. Sabelo.

DESCARGA: LINYERAS CRÚ – CON LA BOLSA AL HOMBRO (LP 2016, EL ENJAMBRE RECORDS)