“Bsmc ha demostrado un avance considerable de lo compartido en Dejando Un Mensaje, hoy mucho más reflexivo y cauteloso, ante todo observador, pero también arriesgado y dispuesto a medirse en formatos más exigentes. El tipo domina una narrativa que te induce en dos tiempos al centro de la trama, trayendo de vuelta una tendencia tan fundamental del rap –por cierto descuidada en nuestro país— como lo es el storytelling, con la ventaja de tener del otro lado del estudio a un productor inquieto, intuitivo y conocedor de las capacidades del equipo; la madurez precisa para definir y atacar con un LP que cumplirá con no dejarte indiferente.” Con esas palabras me atreví a pronosticar en febrero pasado lo que sería el álbum Sendero Del Huésped de Bsmc & ProsistaBeats, respaldándome en la publicación del maxi/single Sendero De La Muerte, preludio al primer larga duración del dúo. Finalizada la producción y luego de darle el último par de reproducciones antes de preparar su reseña de estreno, confieso que sonreí al leer aquel antiguo párrafo, pues no se trataba sólo de palabrerías.

Sendero Del Huésped es consistencia en forma de rap. Un ejemplar de diecisiete capítulos, sin treguas ni pausas desde su inicio hasta su final, diecisiete historias que por sí solas nos abren un nuevo universo tan reflexivo como conceptual. Música de contenido urgente, cotidiano y visceral. Es una mirada a nosotros mismos proyectada en el entorno, donde realidad y fantasía se enlazan para alzar un único reclamo: vivir hoy.

Con esto Bsmc se confirma como uno de los más iluminados letristas de la nueva camada del rap chileno, concluyendo en cierta forma con una etapa local, por lógica inicial, para posicionarse en niveles más competitivos, por supuesto que en el sano sentido de la palabra. Su descriptiva narrativa domina un ritmo ágil, jugando entre la tercera, primera, e incluso segunda persona para el desarrollo de sus relatos, acomodados principalmente en un tiempo pretérito imperfecto indicativo, aunque muy lejano de los tecnicismos se comprende que la fluidez adquirida en su pluma es gracias a los años de ejercicio autodidacta. El joven Manuel Barrios es un emcee nato, y pese a sumar tres producciones anteriores al Sendero Del Huésped, podemos decir con propiedad que hoy estamos frente a su piedra angular, en la que el escritor se abre para conectarse desde lo más sincero de sí, sensibilizando a través de la honestidad sin necesidad de recurrir a la cursilería barata. Aborda temáticas contingentes con un raciocinio maduro y juicioso, lo que no se me hace posible ejemplificarlo con alguna creación específica, pues se ocupó de darle un acabado redondo al total de la producción. Eso sí, quizás ya sea tiempo de brindarle más naturalidad a sus rapeos y dejar de lado aquel recurso redundante a la potencia que ya goza su voz.

ProsistaBeats (Luis Ahumada) resultó ser el cómplice idóneo en este peregrinaje por el sendero. Su producción es del corte clásico, no en sonido, sino que en estructura, con una influencia muy chilena (oye, qué grato poder decirlo de esa forma). Hay ingenio como además variedad en las fuentes de samples, sin caer en el error de repetir la frase logra darle una distinción a cada pieza a la vez que impone un sello propio y único para todo el álbum. Destacan oportunos cortes  y sintonía con el emcee, claro que como productor le faltó el retoque. En muchos casos el beat acaba de formas demasiado simples, pudiendo haberse valido de ideas complementarias que realcen la estética musical y coincidan con el argumento de la trama, por ejemplo, skits cinematográficos como los de “Sendero de introspección” nunca son mal recibidos, así también cuts de deejay o de frentón unos arreglos musicales. Sin embargo, lo que logró con la responsabilidad de producir, grabar, mezclar y masterizar Sendero Del Huésped es digno de todo mérito. Talagante y Padre Hurtado, comunas renegadas en la mezquina y elitista escena santiaguina, en este episodio se pronuncian con dos ejemplos que son secuelas de sus respectivas escuelas, dando alertas que esto no es un caso aislado y que probablemente debamos prestar un poco más de atención a cómo se están moviendo las cosas por la periferia sur poniente de la gran capital. Por cierto, colaboran con dos buenos textos los emcees Darbeskillz y Malcriaoh D’Zousa, aunque la dinámica y  solidez del LP hace superflua la incorporación de terceros, son oasis que se agradecen e incorporan otra brisa a este disco que creo que se quedará una buena temporada albergado en mi reproductor.

01. El inicio – Entrada al bosque

02. Sendero de luz y oscuridad (con Darbeskillz)
03. Sendero del sol y la luna
04. Sendero de regresión
05. Sendero de la muerte
06. Sendero de reflexión
07. Claro de bosque – Sólo hablaron
08. Sendero de introspección (con Malcriaoh D’Zousa)
09. Sendero del miedo y el valor
10. Sendero de sangre
11. Sendero de contrastes
12. Claro de bosque – Respiro
13. Sendero del desamor
14. Sendero del huésped
15. Sendero de identidad
16. Sendero de superación
17. El fin – Salida del bosque