Finalmente hoy es el día en que Humberto Toledo, mejor conocido como Búfalo Dit, nos desenvaina El Hijo De La Gran Búfala, su primera referencia de larga duración presentada en solitario.

Se ha despertado una llamativa expectación en relación a la nueva entrega del rapero de Independencia, y es que Búfalo no es ninguna primicia, hace más de una quincena de años viene haciendo lo suyo en el más estricto de los rigores, alejado de los focos, mas no del reconocimiento, siendo con toda propiedad una de las canas de la nueva escuela. Por lo demás, me atrevo a agregar que se reconoce en su figura la respuesta a la demanda de un sector que de un tiempo a esta parte viene haciéndose más ruidoso dentro de la escena, aquel porcentaje exigente e inflexible ante las ofertas que no proponen alguna novedad al del cartel estándar del rap chileno. Es decir, el emcee tiene de su parte la experticia y la frescura, dos elementos de los que pocos pueden privilegiarse cuando la misión es preparar un primer álbum.

Claro que eso de primer álbum no es algo para interpretarlo de una forma tan literal como se lee. El origen de la escuela de Búfalo Dit se remonta al año 1996, cuando junto a DJ Spanto forma el grupo Krianza, quedando de testimonio las maquetas Tráfico De Karmas (2004) y Más De Lo Único (2007). Luego se atrevió en solitario con un breve demo de nombre ANIMAL (2007) y en el 2008 conectó con DJ Craft para dar arranque al dúo Primer Corte, quienes lanzaron los discos Lo Peor En Años (2009) y De Vuelta A Clases (2011). También ha colaborado en las producciones de pares como Frainstrumentos, Nick Calaveras, Insert Coinz, Zebatack o Sabotage, así como en un sinfín de creaciones inéditas que pululan en la red.

En cambio, El Hijo De La Gran Búfala representa una iniciación, la declaración de un autor que se reservó, pero no en silencio, sino que hizo uso de su propio
curriculum como entrenamiento natural, así analizar el entorno a la vez que analizarse a sí mismo, conocer el juego desde distintas perspectivas para concertar el momento oportuno de intervenir. Es de esa forma como al menos puedo interpretar las líneas con que “De la gran Búfala” abre el disco.

Dit se caracteriza por un estilo que cuida el detalle, donde cada rima está calculadamente puesta en su sitio, favoreciendo la razón antes que la estética, aunque claro está que es de los pocos que sabe conjugar ambos criterios con espontaneidad. Fraseos cabezones en ideas extensas, a las que no puedes desatenderles el hilo, pues simplemente te pierdes. Búfalo se muestra en la plenitud de su lucidez artística, dominante en la escritura, en la proyección de sus pensamientos que evidencian la madurez y sensatez de sus propios cuestionamientos, lo cual se expresa en versos como: “Voy enfermo como Chile bailando Follow the leader, gracias a eso ya hay cumas adorando a Hitler. La involución permite que ni siquiera grite, te tiene enfermo haciendo una revolución por twitter”.

El inicio es ágil y aplastante. Aquel flow hipnótico tira de su artillería textual en párrafos como “Te va a doler” y “Mosca”, aunque luego toma algunos lapsos monótonos y predecibles. Si bien la placa cuenta con producciones de músicos destacados en el área, como Cenzi, RodBonzai, CeesMusic y principalmente RTTC Commite, quizás la principal crítica sea no contar con una única concepción de musicalidad definida, sino que hacerla sobre buenas bases auspiciadas por los mencionados. Búfalo es bueno, tanto así que uno como oyente sabe que podría ser aún mejor con una buena dirección que lo desmarque aún más de lo que hoy se acostumbra en Chile. Es una montaña rusa en la que no alcanzas a agarrar el aire cuando ya te tiene de vuelta, encontrándole similitud entre la discografía de rap nacional únicamente con el efecto de Juan Sativo en Ser Hümano!!, por lo que se me hace imposible no recordar la sentencia de Cenzi a Adonai en la pasada entrevista publicada en este blog: “Tú tienes que producir al Búfalo Dit”.

Cenzi es un visionario y no dice las cosas por decirlas, ejemplo práctico está en la diferencia del track “Te va doler” respecto del resto. “Enfermo” es otro acierto innegable, aunque reiterativo en sus estribillos como también ocurre en otras piezas del álbum. El disco recupera su intensidad desde “Fluye el pulso” en adelante, que es el momento en que empiezan a olfatearse distintos aromas. Búfalo se pasea entre lo estricto y lo sabroso. Es capaz de invitar a Zonora Point a rapear en la única producción de su autoría en “Sangre y palabra”, y luego knockear adversarios junto a SLC en la masacre “Tú no nos ves”, todo esto sin dejar de ser Búfalo Dit. “Apuesto el doble”, “Sal y aliño”, “Cuento”, así como el gran “Qué más”, son conclusiones de un emcee de postura sólida, impermeable de la contaminación de la escena, quien no ha dudado en aislarse y tomar sus pausas cuando ha sido necesario, para así para reencontrarse con el encanto de la esencia, retornar con inteligencia y hacer su jugada sin dar palos de ciego: “las birras del mismo bar, las rimas del mismo niño”

BÚFALO DIT – SAL & ALIÑO (VÍDEO CLIP)