Hace más o menos un mes estuve parando unos días en Viña Del Mar. Allá, curioso por conocer cómo se desenvuelve la movida local, compartí con varios raperos residentes en la zona. Algunos viejos conocidos, como Danny Teks, otros que tuve el placer de conocer, como Dehlone, Videsend y la gente del incipiente sello Word Rappers, y también otros a los que conocía de toda una vida, pero no en persona, como el caso de los Mantekilla Digital. A la dupla de La Derretida (Nalini Galdames) y Chico A (Alex Saavedra) los escuché desde cabrito, cuando vivía en el sur y empecé a creerme rapero, así que no me podía sacar ese dejo de nerviosismo por estar frente a frente con ellos, hablando de tú a tú, recordando mi sensación cuando retrocedía esos tracks voladores de cabeza que se incluían en cassettes recopilatorios como los del sello Kalimba que escasamente llegaban hasta allá. Fue una reunión amena y espontánea. Compartimos unas ricas pizzas preparadas por Nalini, mientras Alex desclasificaba historias y anécdotas como si fuéramos amigos de antaño. Más allá de lo musical, ellos son una pareja inspiradora, resistente a la adversidad de los años, tanto en lo familiar como en lo artístico, o más bien, a eso de ser y mantenerse como una familia de artistas. Sus cuatro hijos son la fiel consecuencia de un estilo inquieto y original como el de Mantekilla Digital y en aquella tertulia también se hacían presentes desde sus respectivos mundos. Los dos mayores ya hicieron suya la música, por las suyas, y su virtuosismo hoy les devuelve e infunde a sus padres parte de esa infinidad de posibilidades creativas que acompañó el génesis musical de su proyecto, que este 2018 celebra sus primeros 18 años de existencia.
Si bien es verdad que la dupla Mantekilla Digital no ha compartido más lanzamientos que sus recordados Reponedores Del Sentido (LP 2002, Kalimba Records | SPOTIFY) y Peligro De Temporal (EP 2006, Ldro | SPOTIFY), el silencio discográfico en los últimos dos tercios de su carrera no se asocia a ninguna disolución del grupo. El hecho de formar y dedicarse a una nueva familia probablemente haya sido el punto a favor para darle al suyo la madurez que difícilmente alcanzan los proyectos musicales, y así hacer caso omiso a los vicios y exigencias que aquel mundillo representa y muchas veces termina por agotar las posibilidades de las propuestas con mejor proyección. Mantekilla Digital es un grupo que se ha hecho literalmente adulto en sus casi dos décadas de historia, donde sus integrantes se han mantenido unidos bajo las mismas convicciones que las de sus orígenes, mutando de formas más transversales tal vez que la necesidad de estar editando periódicamente nuevas producciones, pues lo suyo es encontrarse en lo cotidiano y no sólo en la coincidencia creativa. Y así lo comprobé al escuchar algunas de las maquetas de su tercer álbum que ya se está cocinando. Claramente ese nuevo trabajo no será un regreso, porque nunca se han separado ni tampoco han dejado de estar estrechamente relacionados con la música y la cultura Hip Hop. Sólo han estado en una pausa mediática, una pausa definitivamente necesaria para madurar los conceptos y las experiencias, y así, al momento de encerrarse en un estudio, volver a entregar un material que refresque los sentidos como lo hicieron allá por el 2002, cuando aún estaba todo por inventarse. ¿Y qué decir de aquellos adelantos exclusivos que tuve el privilegio de escuchar? Pues que los años no le pasan la cuenta a la frescura de este par de viejos zorros, pero el Hip Hop vivido, vacilado y sufrido sí que se les nota. Rap adulto, de ese fundamental para compartirles a nuestros hijos, de ese imprescindible para comenzar a hablar de la vigencia de una primera generación de músicos de rap en Chile, pero que en contenido nos comparte filosofías de vida cargadas de sabiduría y enseñanzas, que oportunamente contrasta con el cliché del veterano que reclama atención y respeto por glorias pasadas. Fue un bonito encuentro, que me deja conclusiones como la querer ser como los Mantekilla Digital cuando sea grande, tanto y más que cuando era chico.
Por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).
Todo por la música:
Hace un tiempo esta simpática familia musical conocida como los Saavedra Galdames sufrió el robo de sus instrumentos musicales. Un golpe bajo, principalmente para sus hijos mayores, adolescentes que encontraron en las melodías su refugio en edad de incomprensiones. Buscando reparar la perdida, se ha organizado un interesante y particular evento para este miércoles 10 de enero en Bar El Clan, ubicado en barrio Bellavista, en el cual se aprovecharán de festejar los 18 años de Mantekilla Digital rodeado del cariño de sus incondicionales seguidores y acompañados de grandes colegas exponentes del rap, jazz y soul chileno, entre ellos Jonas Sanche, FDA (Gen, Koala Contreras y Pato Dus), Solo di Medina, Boogie Mike, Dj Seltzer y Dj Pascal. Puedes revisar toda la información en el EVENTO DE FACEBOOK.