El día en que Vico C grabó su álbum “Vivo”: “Los quiero como si los hubiese parío”.

El día en que Vico C grabó su álbum “Vivo”: “Los quiero como si los hubiese parío”.

Tras el éxito conquistando con Aquel Que Había Muerto lanzado los primeros días de diciembre de 1998 y que en pocas semanas logró superar las 50.000 unidades vendidas convirtiéndose rápidamente en disco de oro, correspondía un retorno apoteósico de Vico C a los escenarios para celebrar esta nueva era en su historia musical y personal.

Esto se programó para los días 24 y 25 de abril del año 1999, en el Anfiteatro Tito Puente (entonces llamado Anfiteatro Luis Muñoz Marín) del barrio Hato Rey de San Juan en Puerto Rico.

La curiosidad de estas dos fechas es que en cada una se experimentaría un concierto diferente. El del 24 de abril llevaba por nombre “Vico C: Antes y después”, y repasaba puntos altos de su carrera, pero el del día siguiente estaría dedicado plenamente a estrenar en los escenarios la trama de Aquel Que Había Muerto para luego embarcarse definitivamente en la gira del mismo.

Ese fin de semana un total de 7000 personas respaldaron este determinante hito en la trayectoria de Luis Armando Lozada Cruz, quien acuñó a esta etapa la frase “los quiero como si los hubiese parío”.

En vivo, “El Filosofo” contaba con el apañe de su compañero de principios Dj Negro y una banda formada por José Gómez en el teclado, Ismael Rivera en la batería, José Alvarado en el bajo, Wiso Aponte en la guitarra, más los coros de Coco Casiano y Baby Shabba.

Poco más de dos años después, específicamente el 5 de junio del año 2001, se lanza al mercado a través del sello Emi el álbum Vivo de Vico C, el cual registra una buena parte del concierto “Vico C: Antes y después”.

En el 2002, en la tercera edición de los Latin Grammys, Vivo se lleva el reconocimiento como “mejor álbum de rap” además de ser nominado como “álbum del año”, y la revista Billboard le reconoce con el “Premio Rap Latino”.

Pregúntale a tu papá por mí:

En aquel entonces era otro preadolescente más que había descubierto a Vico C por una copia de la copia de la copia de la copia de la copia del cassette de Aquel Que Había Muerto. Vivía en Temuco en una época donde aún no era tan fácil adquirir nueva música y eso de tener un computador en casa y encima con conexión a internet todavía era privilegio exclusivo de una minoría, pero recuerdo que de alguna u otra manera la vitrina de la tienda Subversivo Skate siempre sorprendía con alguna nueva caratula entre los cassettes de su catalogo. ¿Vico C en vivo? ¡Me lo compré! Sonaba ahí no más, pero le di todas las vueltas posibles.

Se me hacía muy humano escuchar al mito puertorriqueño de esa manera. Sin tener yo experiencias en conciertos, lo encontraba capísimo y dinámico para dirigir su directo en compañía de Dj Negro, jugando con su historia y los ánimos de un público que por el sonido de fondo y la imagen desteñida de la caratula me imaginaba multitudinario e infinito.

El lado A estaba cabrón, pero el B tenía buenas versiones de canciones que envasadas nunca me causaron lo mismo que en esa cinta. Ahora lo estoy reviviendo y creo que en cualquier momento tengo que poner La Red para verme una maratón de “El Princípe del Rap en Bel-Air” y grabarme un especial de la WWF: Soy un niño de 13 años, pero cuando tenga 34, probablemente Vico C siga estando donde me lo estoy imaginando.

Por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).

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