Promaabro se consagra con “Just Rapper”.

Promaabro se consagra con “Just Rapper”.

A Just Rapper le suceden otros nueve títulos de la discografía de Promaabro, sin embargo, carga la responsabilidad de ser el álbum que empieza a escribir una nueva historia en su trayectoria.

Por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).
Agradecimientos a Agencia Mingala.

“En todas partes”:

Llega tras dos años de trabajo incesante, en que el quintanormalino se dejó el alma por distintos rincones del país terminando de convencer a la audiencia que quedó entreabierta el 2020 con el rap sincero de Por El Resto De Mis Ocasos, viviendo con intensidad las experiencias que detonaron un montón de estrenos, colaboraciones o reconocimientos aplaudidos por una escena que ya le reconoce como uno más y espera atenta su próxima jugada.

Just Rapper, entonces, es el primer álbum de Promaabro hecho en conciencia de que lo espera una audiencia.

No quiero desviarme demasiado del tema, pero, poder hablar hoy de un despertar masivo de expectativas –como lo es el caso de Promaabro y varios de sus colegas que no por casualidad también comparten créditos en el tracklist de su nuevo lanzamiento—, me parecen señales de que en Chile ya está apropiada la temperatura para abrir el telón a una era de nuevos clásicos para nuestra escena de rap, siendo producciones como Just Rapper confirmaciones de un estado mental colectivo que se encuentra en fondo y forma “rimando” para un mismo sentido. ¿Te acuerdas la última vez que pasó eso? ¿Te acuerdas cuando dejó de pasar?

“Desde el underground pal mundo”:

Personalmente tenía ganas de ver a Promaabro y sentarme a conversar sobre su presente, algo menos breve e impersonal que esas ocasiones puntuales en que nos cruzamos en el último año, de las que especialmente recuerdo una en Sácate Una Cosita rodeado del cariño de todos los amigos que también se presentaban en el íntimo escenario, otra más solitario en Temuco para el Festival Wallmapu Hip Hop frente a un multitudinario y exigente publico sureño que logró echarse al bolsillo a rap limpio, y una tercera en que estuvo como invitado de Zitazoe para su presentación en El Sur Es Hardcore. Resumidamente, y sin querer queriendo, fue una forma de atestiguar su evolución en un reducido período, un crecimiento pavimentado con solidez, en el que le vi conquistar a una audiencia en presencia a través del ejercicio de ser Hip Hop, una revolución en tiempos donde la validación la dan la imagen y los números de internet. Dejar pasar más tiempo antes de vernos implicaba el riesgo de perderse esa fase preliminar a la que se pronostica como una de las carreras con más proyección de la nueva escena local.

Son las calurosas primeras semanas de enero y todavía estamos al menos a un par de meses de que se estrene Just Rapper, pero el disco ya está acabado hace un rato, de hecho, ya está despachado a la distribuidora. La planificación respecto al proceso es real incluso por abajo de la alfombra.

Voy por un café en barrio Brasil con Javier Valencia, la persona detrás del rapero que se prepara para sacer el álbum probablemente más importante de su carrera hasta ahora. Me cuenta del proyecto con su transparencia característica. Sabe en qué punto de su historia está y lo que está apostando con esta jugada. Me muestra un tracklist ambicioso y seductor. El Pro supo mover sus piezas y rescatar en cada arista de esta escena lo necesario para dar lo mejor con una oferta absolutamente coherente consigo mismo. Y como la calidad y la creatividad ya están garantizadas, puede que incluso esté de más escuchar esas canciones en esta reunión, pero sí es importante conocer cómo se prepara para llevar lo que ha construido a un siguiente nivel, profesionalizar esa autogestión que lo llevó a buen puerto antes de zarpar definitivamente, justificar lo aprendido sin acomodarse en el mismo loop.

Javier inspira motivación y seguridad, aunque es normal que una parte de él cargue el cansancio de llevar esta obsesión hasta este punto culmine. En las carpetas de su laptop se exhiben en orden registros de cada hito que conlleva este proceso, los realizados y los por realizar. Ha pensado en todo y sigue buscando cómo hacer aún mejor dentro de sus posibilidades la campaña que acompañará la salida de Just Rapper, del que hasta entonces aún no se anunciaba oficialmente su salida. Me da a entender entonces que ha dominado lo de no tropezar con la piedra más común del género: la ansiedad, dedicándose a hacer más que hablar de lo que está haciendo. Tiene claro que si no lo vive hoy de esta maratónica manera y deliberando en frialdad los próximos movimientos es menos probable que algún día en esa misma mesa del café sea un equipo de trabajo completo quienes tengan la misión junto a él de presentar todo lo que se ha hecho.

“Busco cumplir las expectativas cuando me describen como uno de los mejores en lo que hago.”

Todos los poderes están concentrados en esos archivos, los esfuerzos y anhelos honestos se revelan en esas horas de reunión, y el aliento de cada una de sus palabras cobra vida en las líneas que rellenan la trama de una obra que osa desnudar lo humano de cualquier rapero en lugar de vestir y adornar el sueño americano de cualquier rapero. Quería tener esa conversación humana con Promaabro para semanas después entender de mejor manera a Just Rapper y la cosecha que significa su existencia.

“Sólo un rapero”

El álbum se define y resuelve en veinte cortes que se ordenan según su espíritu a lo largo de la reproducción, trasluciéndose en un mismo manifiesto su ímpetu como emcee, lo sensible y vulnerable de sus emociones más humanas, convicciones artísticas, sociales y personales, como también esperanzas y descargos desde la trinchera en que lo encuentra este episodio de su vida.

Le acompañan una colorida paleta de colegas, como Warrior de Rapper School, Zita Zoe, Jotaose Lagos, Sativanderground, Rick Santino, Shesho Rap, Ymec & Jet Castillo, Seo2, NCS Aravena & Douglass, Dj Jere, Dj See All, Control Habilis y Dj Dacel, además de incluir algunos skits con el saludo y bendición de pares como Chystemc, Jonas Sanche, Bascur, Dr. Bene y Funky Flu.

La diversidad de sonidos que conducen el versátil viaje es gracias a la colaboración de beatmakers como Angelo Soliloquio, Azma.raw, El Bruto CHR, Gonem, Nef Talib, Sanguel, SmallVillain, YonomasBeats, FVLM93, Dj Dacel, Rick Santino, Elias Roca, BlackCompanyEstudios, Macrodee y el español Tan Brownie, además de arreglos e intervenciones de músicos como Fusa y Panthy.

El álbum está disponible en todas las plataformas digitales desde el 17 de marzo y su estreno fue antecedido por una cuidadosa cuota de singles, destacando algunos audiovisuales como “Escupo al cielo”, “Callos y astillas”, “Quién te salva” y “Una letra en la lista”. La grabación y parte de la pre-mezcla fue realizada por Jardxcoamo en H.D.P. Estudios, mientras que de la mezcla y masterización se encargó Nef Talib en Kenos Prod. La dirección de arte es de Bruno G. Pino (Diseño CH) basado en la fotografía original de Víctor Alegría.

“Ustedes tienen números, pero no tienen letras”:

Just Rapper cumple con ser el examen que valida la graduación de Promaabro y con honores. Un proyecto de naturaleza colaborativa, como su entendimiento del Hip Hop que defiende y practica, pero no por ello deja de brillar como anfitrión. Setenta minutos en los que se evidencia no haber descuidado un solo segundo de su composición, donde desfilan a sus anchas el ingenio, sustancia y calidad de sus imprevisibles barras, las más versátiles versiones de un flow categórico y pulido como el suyo, y un bombardeo diverso e ininterrumpido de emociones, sentires y representaciones de lo humano y lo rapero en este tiempo.

A pocas semanas de su estreno las cosas no han cambiado mucho, sin embargo, Javier Valencia pisa y camina en un suelo más firme. Tiene la experiencia a su favor, pero recién se dispone a vivir el año cero de su historia para encarnar su propia era, encontrar su manera, dilucidar cuál será su camino y de qué forma lo encuentra éste con una eventual nueva era dorada para el rap nacional que ya edifica con una selección de la que ya forma parte.

Just Rapper, al igual que muchos lanzamientos de esta época, y precisamente de lo que llevamos de año, inscribe un precedente importante para el devenir del género nacional, imprimiendo una propia estampa definida con madurez y calma, pero con la lucidez y vitalidad que caracteriza a la actual y rejuvenecida generación treinteañera. En esa historia tiene su lugar desde hoy y para siempre Just Rapper del bro más pro, una buena ejemplificación en el presente del estado del rap en Chile, no por los códigos y referencias que cargue, sino por la esencia misma desde donde se construye: “Todo lo que soy y todo lo que vivo es Hip Hop.”

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