Seguramente asististe a más de una fiesta, concierto o festival, e incluso puede que te hayas subido como artista a un escenario, sin saber que detrás de toda esa producción que lo hizo inolvidable para ti estaba José Vera Montoya, conocido dentro de la escena como Pepe Weekend desde que tengo uso de razón.
De los tiempos en que el rap aún era un pasatiempo que difícilmente salía de tocatas en multicanchas, él fue uno de los fundamentales en jugársela por abrir otros circuitos que brinden profesionalismo y continuidad al crecimiento, desde aquellas recordadas fiestas en Maipú a giras internacionales de mega festivales, y en el camino acompañando e inspirando el desarrollo de un sinnúmero de proyectos relacionados a la producción de eventos que de una u otra forma hicieron sustentable el movimiento. Definitivamente el capo de la producción general y técnica para los conciertos de la escena de rap nacional, dándole categoría en sonido, iluminación, visuales y diseño a incontables escenarios.
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Hace menos de un par de semanas me lo crucé en los pasillos de Movistar Arena para el concierto de Wu-Tang Clan en Chile. Lo vi y pensé con alegría “este tipo siempre está y ha estado”, recordando años anteriores cuando recibía por Messenger las notificaciones de sus clásicas fiestas Weekend Rap sabiendo hacer buen uso de las redes sociales desde la época en que éstas únicamente eran MSN, MySpace y Fotolog. Adelantado y sin límites, y sin conocernos más allá que de nombre, en un par de oportunidades no tuvo inconvenientes en orientarme o tenderme una mano incluso antes de que esto que hago tomara el nombre de La Celda de Bob. Esa gente por algo queda para siempre.
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Pepe partió hasta otro lugar y no creo que nadie pueda ocupar el lugar que sólo él se atrevió a alcanzar, pero dejó la puerta abierta, el camino pavimentado, las instrucciones y el ejemplo de cómo ser un Keep It Real con nuestros sueños y trabajar sin excusas por ello. No estaba en la primera plana ni figurando en los escenarios, pero siempre estuvo ahí, de los esenciales que son invisibles a los ojos, pero que sin su existencia probablemente muchas cosas habrían sido de otra forma.
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Se extrañará tu presencia, Pepe.
Gracias por todo.