Neculman es un rapero viñamarino con orígenes y sangre en el Pueblo Nación Mapuche. Su proyecto musical se basa en preservar la memoria indígena, con letras que retratan la resistencia y las distintas injusticias que afectan al pueblo originario. Tiempo después de sacar su álbum, Weichan, el artista estrena el vídeo clip del sencillo “El volar del cóndor”, donde invita a Chaski, cantante de rap aymara con el que crea una unión musical y una reivindicación social que representa a la sangre indígena y busca darle valor a la identidad de ambos pueblos.
Por Jambo Aranda (@jambohuracanboy).
Conexión espiritual en el Cerro Sagrado.
El sencillo “El volar del cóndor” es una producción que complementa lo musical y lo gráfico, con imágenes grabadas al interior de Arica, en el Cerro Sagrado. La intención de la locación es visibilizar la cultura y cosmovisión de los pueblos originarios, por lo que los autores decidieron rescatar paisajes de sectores como Zapahuira, Putre, Socoroma, Ticnamar y Lago Chungará. Todos estos sectores del altiplano significan vestigios de los pueblos preincaicos y son geoglifos ancestrales, considerados sagrados.
“La idea de filmar ahí nace cuando estaba componiendo la canción y, como anteriormente había ido a la ciudad de Arica, fui visualizando en mi mente los lugares donde quería filmar. Para esto junté material audiovisual de dos viajes que hice. En la primera oportunidad filmamos en el Morro de Arica y luego en el Cerro Sagrado, ubicado en el Valle de Azapa. En esa ocasión solicitamos la autorización de un comunero aymara y accedimos a un lugar donde hay geoglifos milenarios, lo que fue una experiencia muy trascendental”.
La ruta por el desierto fue junto a Diego Chaski, guía turístico de la agencia de viajes Qhapac Ñan, lo que ayudó a llevar a cabo el rodaje realizado por Berta Lara Briceño en cámara y pilotaje de dron, contando con la colaboración de Diego Chaski en la asistencia de cámara. El trabajo de montaje y edición fue realizado por el mismo Neculman, quien además es director de Visión Producciones. Sin contar con una postproducción compleja, la pieza audiovisual logra transmitir una vibra de amor por la tierra y el respeto por los antepasados, una temática más que presente en la canción.
El rescate cultural en forma de música.
La unión de ambos raperos no es una casualidad y habla de una necesidad de reivindicar la sangre que corre por sus venas. Los artistas mezclan el castellano con sus respectivas lenguas originarias, dejando frases como “lo que nos une es el pensamiento de nuestros antepasados”. Neculman y Chaski crean algo inédito, con un gran peso sociocultural y político, en un contexto nacional falto de difusión de la cultura indígena. Sobre esto, Chaski reflexiona:
“La idea que tenía Neculman era única: realizar un tema donde se unen dos pueblos originarios con el fin de generar un rescate cultural. Fue un gran reto para ambos, ya que debíamos reflejar nuestra cultura en un tema donde se explique la importancia de mantener nuestras raíces. Durante el proceso fuimos generando más apego con nuestra Pachamama, siendo más conscientes, profundizando nuestros conocimientos al momento de escuchar relatos de hermanos insertados en la cultura. Aprendimos mucho de cada uno de nosotros cuando emprendimos viaje al altiplano, formando un equipo sólido”.
La sonoridad de la canción complementa las letras y la estética del concepto, ya que cuenta con instrumentos como la quena y el charango, interpretados por Willy Al Viento, hermano de sangre de Neculman que también aportó la grabación, mezcla y edición de voces. La producción del beat fue obra de Carlos Selecta, mientras que la masterización vino de parte de Pangea Mastering (Argentina).“El volar del cóndor” se encuentra disponible en todas las plataformas y forma parte de Weichan, álbum del rapero viñamarino.