Hace algunas semanas me escribió Adosene para contarme que ya se venía la salida del álbum debut de Doggyfellaz. Había estado al tanto de la formación de este nuevo grupo desde que sorprendieron a principios de este activo 2021 con “1920 shot”, el vídeo single que nos advirtió de su existencia, y pese a la grata sorpresa de descubrir quiénes conforman la propuesta, la experiencia algo me ha enseñado sobre eso de no ilusionarse tan fácilmente con este tipo de historias, pues ya he visto muchas buenas juntas que se insinúan como un nuevo proyecto musical hasta que de pronto todo queda ahí, sin embargo, conforme pasaron los meses y los siguientes adelantos, este combo demostró que sus fichas estaban puestas a conciencia en esta apuesta y su aparición en escena no era sólo una reunión más entre amigos que hacen rap en sus tiempos libres, al contrario.

Por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).
Agradecimientos a Agencia Mingala.

Escuela floridana:

Doggyfellaz se presentan con la difícil misión de mantener el legado del legendario rap de La Florida, comuna reconocida entre las escuelas más estrictas y fértiles del área metropolitana. Allí se formó como emcee Byrone, cuyo nombre se asocia a influyentes proyectos de la zona en las últimas dos décadas, como La Peeña o Mic Aberración. Adosene y JavKillah pertenecen a De Killtros y también KS’ Nostra, otras de las formaciones icónicas del barrio del sur de Santiago, principalmente en el legado de la última década. Cercano a esas historias siempre se mantuvo L’Sig, quien, a pesar de no asociársele a alguna estampa representativa como las ya mencionadas, hizo escuela en las mismas tablas y plazas, con ellos, pero también donde lo llevara su inquietud.

A estas alturas del juego ninguno de los cuatro integrantes tiene algo que demostrar, simplemente seguir subiendo niveles y estar en el sitio que cada uno con su historia ha edificado. A pesar de que se mantienen trabajando en proyectos personales o grupales de forma paralela, hoy sus necesidades y desafíos coinciden en un mismo punto de madurez y lo materializan en 19.20, su primera entrega discográfica bajo el nombre de Doggyfellaz.

“Existía mucha necesidad de hacer un proyecto de rap que avanzara rápido y se concretara. La idea era recuperar de alguna forma el rap que representaba el barrio La Florida en un momento de nuestras vidas, e integrarle lo que hemos aprendido a la fecha.”

El proyecto Doggyfellaz nace recién en octubre del 2020, y en menos de medio año lograron definir una buena primera entrega de nueve canciones, diferentes en métricas, ritmos y temáticas, donde principalmente se evidencia que los años de experiencias y ejercicio no les hace distraerse ni perder el tiempo en errores de novatos. 19.20 es el álbum debut de un nuevo grupo, pero de raperos expertos, que hacen honor a la disciplina y calidad de los barrios entre los paraderos 19 y 20 de Avenida La Florida, donde cada uno aprendió e hizo su música. Allí radica la referencia del título.

“Pensamos en emcees con motivación, que tuviesen la oportunidad de escribir y grabar rápido, que pudiesen concentrarse en lograr terminar el EP en un lapso de seis meses, independiente a sus proyectos paralelos.”

 A pesar de hoy vivir en La Serena, Adosene, emcee y beatmaker en De Killtros, constantemente está yendo y viniendo. En esta última etapa sus regresos al barrio de su infancia traía la responsabilidad de hacer que exista esta instancia:

“Yo me propuse realizar todos los beats del disco, creando uno por semana y así darnos dos semanas para escribir y grabar. A medida que fuimos avanzando, nos fue gustando cada vez más el proyecto, logramos concretar el sonido que queríamos junto con el estilo de temas que teníamos en mente. Pensamos es un disco clásico de rap chileno, representante de La Florida barrio, pero con una madurez distinta en los ritmos, métricas y mensajes.”

19.20 cuenta con colaboraciones de amigos y compañeros del círculo de Doggyfellaz, como Grafy, Chystemc, De Killtros, Angus D y Solo di Medina. A las instrumentales de Adosene se le suman los arreglos musicales de Besk, Fen Music, Dj Transe y Dj See All, mientras que en la mezcla y masterización está JesteinRitmos.

Buenos Muchachos:

Llevo varios días repasando el resultado de esta nueva alianza, y me parece que este encuentro es una reafirmación necesaria para cada una de sus partes, tal vez la mejor opción para complementar y explotar el que desde esta perspectiva se entiende como el punto más interesante de sus respectivas historias, aquella jugada que les permite sacarse las ganas de expresar lo que se tiene para decir en esta edad y aportar a la escena una versión más madura y diferente de la historia que los ha consagrado.

Por una parte, JavKillah no se ha detenido desde que volvió al ejercicio tras algunos años de ausencia. El 2020 debutó con su álbum solista Modoru y luego junto a L´Sig presentaron Crema & Crimen. Todo eso paralelo a la agenda que ha marcado el retorno de su grupo De Killtros, quienes han publicado en el último año un disco inédito del año 2008 llamado 140 Garras, singles y vídeo clips que adelantan el esperado segundo LP de la jauría tras su debut en el 2010 con Maapakn. Definitivamente ésta es la etapa en que mejor se combinan los factores creativo y productivo de su carrera, recuperando el tiempo perdido y avanzando con confianza de la mano de su compañero de grupo Adosene, distinguido por su identidad y sonido como beatmaker que ha acompañado distintos momentos de la historia del rap en Chile, pero que en esta etapa por fin se plantea un desafío más personal estando al timón de la banda sonora de Doggyfellaz. Al mismo tiempo, mantiene una protagónica participación en la producción de los próximos discos de su compañero Petizoo y su grupo De Killtros.

Tras muchos años de experiencias, Byrone lanzó en el 2014 su primer álbum solista, Rap Puro Respiro, y el llamado de Doggyfellaz coincidió con la preparación de su segundo proyecto: Letality. De seguro este paréntesis le brindó un nuevo aire y ritmo a su misión. Creo que siempre es un gusto escuchar a Byrone, por lo que se agradecen este tipo de instancias que lo invitan a explayarse más allá de un par de barras en alguna colaboración. De hecho, me parece que su estilo es muy pariente a la escuela de L’Sig, de esos raperos que, principalmente, rapean. La carrera solista de L’Sig se inicia en el 2013 el día en que tomó sus maletas y se fue a vivir nuevas vidas a Oceanía. Antes de eso lo avala una década de prestigio en el underground desde las comunas de La Florida y P.A.C. Suma hasta ahora tres discos como solista: Infinito (2013), Post Data (2016) y recientemente Empatía Y Tiempos De Ego (2020) que sella su retorno a Chile, paralelo al ya mencionado Crema & Crimen junto a JavKillah. Sin dudas, L’Sig también goza una de las etapas de más acción de su historia, por lo que imagino se le hizo natural sumarse a la sinergia de Doggyfellaz.

 19.20 cumple con ser la bandera que marca la existencia de este nuevo proyecto que mezcla y fortalece la esencia sucia y callejera que defiende el estilo de cada uno de sus involucrados. La preparación del álbum fluyó por naturaleza y así también fueron madurando los conceptos que acompañaron el proceso hasta su finalización.

Doggyfellaz es el rap de toda la vida de La Florida, pero fuera del marco adolescente que caracterizó sus mejores años. Mantiene la actitud, pero en sus capas descubre versiones de sus propios autores que hablan desde lo más humano, demostrando la comodidad que sintieron en la creación y desarrollo de su propuesta, siendo un disco que se hace así mismo durante el proceso. Destacan en eso canciones como “Al cielo” y “Me iré”, precisamente las que cierran este recorrido de 35 minutos y que fueron parte de los adelantos de este proyecto que finalmente se estrenó de forma oficial el pasado viernes 18 de junio.