En diciembre del año pasado me fui una mañana a desayunar al TameHouse. Eran los días en que su guerrero guardián, Aerstame, empezaría a soltar la música que había estado preparando secretamente en su templo durante los últimos años, así que me invitó a conocer esas nuevas técnicas. Ahí pude escuchar y ver los videos de varios singles que el rapero y productor ha soltado desde entonces, y otros que seguramente ya saldrán si es que los resultados lo convencen del todo, pues de lo contrario se quedarán ahí para siempre. En la entrevista que publiqué cuando lanzó, “Mi camino”, me referí escuetamente a ese privilegio de escuchar las rolas inéditas, precisamente para no matar la sorpresa de lo que vendría tras ese primer single. A casi un año de eso, con siete singles nuevos y dos beat-tapes editadas sumando y sumando reproducciones en las plataformas digitales, creo que no tiene sentido guardarme la admiración que me causó confirmar la paciencia y compromiso que le dedica a Camilo a sus procesos creativos.
Por Darío Gutiérrez O. (a.k.a. Güissario Patiño).
Agradecimientos a Agencia Mingala.
El presente:
A Aerstame lo conocí el año 2017 cuando aceptó ir de invitado a mi programa. Yo, como fan, me pegué conversando sobre su última década de trayectoria, mirando el pasado más que el presente, pero al final de la entrevista, cuando tocaba soltarse unas barras, se sacó unas inéditas sobre un beat propio que terminó presentando como “Fuerza”, un adelanto de su futuro.
Ese generoso rapeo, crudo y natural como lo escupió, cayó como bálsamo en los oídos de seguidores que siempre nos gusta escucharlo en paralelo a lo que hace con Movimiento Original. Y ahí quedó como favorito en varias colecciones. Incluso Dj Avilés lo pinchó en el tercer volumen de su mixtape de rap chileno. ¿Cuándo sale esto? Es una interrogante frecuente durante los últimos tres años en la caja de comentarios del vídeo en YouTube. ¿Cuándo sale? Le pregunté también cuando estuve en su estudio. Sonríe convencido y con cara de pillo. “Ya, escucha”, me dice. Y deja sonando una versión totalmente distinta al mítico freestyle que se sacó en el programa. Una maqueta clásica de rap, de barras sobre un beat, fue convertida en una obra llena de detalles, capas de voces, arreglos de guitarra e incluso orquestados. Entendí entonces esa fuerza interna llamada paciencia que le da esa naturaleza única a carreras como la de Aerstame.
Esa joyita se estrenó recién hace unos días y su autor la ha tenido guardada, como tantas otras, con paciencia sagrada, sin apuros ni ansiedades, sin esclavizarse por la necesidad de una respuesta de su público. En un mundo como el del Hip Hop, donde suele verse la estimulación al ego a base de comentarios, recomendaciones o menciones, algo en lo que todos y todas caemos de alguna forma, me parece una victoria lograr callar esa impaciencia, trabajar meticulosamente las ideas hasta armar un buen montón de creaciones y que todas te convenzan, que ninguna sea lo primero que salió, sino que madure conforme pasan los meses o los años, y que al momento de salir siga siendo la versión actual de quien esté detrás del arte y no algo que guardó con los años y que soltó sólo por tenerle cariño. Eso se siente cuando escuchas un disco, puedes reconocer con facilidad cuáles fueron las primeras y las últimas canciones del proceso, y en este caso, “La fuerza” de Aerstame fue una de sus primeras composiciones en este desafío de su nuevo álbum que ha ido revelando en formato de singles periódicamente, lleva más de tres años cocinándose y no por eso necesitó ser la primera en salir. Salió cuando debía salir, y su público, que ha sabido educar desde sus formas, lo aceptó como lo que es: un presente.
“Ya no miraré el ayer y no lo arrepentiré, no me preocupa el futuro si aún no ha llegao’.
El presente alumbraré con el fuego de mi ser y la fuerza interna que se declara inmortal y permanecerá.”
“La fuerza” de Aerstame.
No hay duda en que lo acontecido de este 2020 no fue excusa para que Aerstame tenga uno de los años más activos e inquietos de su trayectoria, subrayando en cada lanzamiento la calidad y versatilidad de su propuesta, incorporando en sus últimos estrenos la participación de destacados exponentes mundiales, entre ellos Aczino de México, McKlopedia de Venezuela, Green Valley, Rapsusklei, Ricky Hombre Libre de España e incluso el cantautor chileno El Macha de El Bloque Depresivo.
En “La fuerza” vuelve a encontrarse consigo mismo. Esta composición representa un profundo viaje al interior, en donde el autor establece un paralelo entre su historia personal y los aprendizajes e influencias que lo han llevado hasta su presente, donde se distinguen nombres icónicos como los de Bruce Lee, a quien reconoce como uno de los más presentes en su biblioteca, Bob Dylan, Muhammad Ali, Illapu, Toteking, SFDK, Residente y hasta Mahatma Gandhi. Este último referenciado en el verso “luchando sin luchar”, que es una de los conceptos principales que encierran esta creación.
«Más que la fuerza física, hablo de la fortaleza interna, la fuerza pacífica que no recurre a la violencia, sino a la autosuperación. Como digo en la canción: “Pa’ mí la fuerza es más que un todo vale, pa’ mí la fuerza es quien se controla y no sale de sus cabales, si el mal viene lo tumbo como monjes ancestrales, puedo encarar al mundo, igual que Jorge González”. Para mí Jorge es un gran sabio. Siempre se enfrentó con su opinión y su voz, sin miedo a la incomodidad, para dar su punto de vista sobre nuestra sociedad. Su legado es fundamental para entender lo que estamos viviendo hoy en día como Pueblo.»
La base musical de “La fuerza” está trabajada sobre una instrumental del propio Aerstame, que en su atmosfera original consigue introducirnos a ese viaje interior, como una meditación que nos invita a explorar distintos aspectos de nuestro ser, reconociendo y aceptado las distintas dualidades (“humanamente inconsecuente”), pero que, tras algunos años de meticuloso trabajo, logró transformar sus matices gracias a la intervención de músicos y productores como Pera Prezz y principalmente Andrés Celis, quien, con sus arreglos orquestales, la llevó hacia otras dimensiones, sacándola del lugar común de una simple canción de rap. La mezcla corrió por parte de Miguel Celis, mientras que en la masterización nuevamente cuenta con la mano experta de Chalo G.
Como es costumbre, el estreno se acompaña de una atractiva pieza audiovisual dirigida y animada por Herman Jopia, que esta vez contó con la colaboración de Erick Escobar en la cámara, y que grafica esta navegación en un espacio profundo, tan denso como infinito, que se complementa con los efectos sonoros de esta dimensión desconocida desde donde nace el relato.