Gráficas por Alfredo Villagrán (Eje-Z).
más de la zona.
Recuerdo que en el mismo periodo entrevisté a El Gordo Flacko, quien fue uno de los primeros de la banda en querer canalizar de lleno sus inquietudes en producciones individuales, claro que a éste sólo conocí por conversaciones virtuales. La historia de los demás integrantes fue similar en el transcurso de la actual década. Vale además destacar que Emisario, otro personaje típico del lugar, a quien se le veía siempre atendiendo un puesto en la feria artesanal, puso en lo alto el nombre de El Quisco con la serie de fiestas y conciertos “Rapero Playero”, convocando a buena parte de la escena litoralense y también metropolitana. Por su parte, Epitafio ha encabezado un sinnúmero de talleres de Hip Hop en la comuna, además de mantenerse a un ritmo creativo de un disco por año, trabajando principalmente con el productor NotredamBeat. Las técnicas y calidad de sus piezas autogestionadas fueron de menos a más. Destaca el complemento audiovisual con el que fue promocionando su discografía. Entre esos títulos me quedó muy grabado en la memoria el vídeo clip del single “La cita”, un ejemplo de aquel rap honesto consigo mismo que caracteriza al emcee.
Hace unos días publicó su último vídeo clip: “Honor a quien honor merece”. Un tributo y validación a los protagonistas de la historia del rap en Chile, aquel reconocimiento que pocos aquí podrían hacer sin caer en parcialidades o contar la versión de los hechos desde un único punto de vista. Epitafio hace un catastro que se inicia desde fines de los ochentas con el merecido homenaje que se le debe a la importancia de Pedro Foncea y De iruza en el germen de la semilla que luego tuvo sus brotes en íconos como Los Marginales, Fuerza Hip Hop, M–16, Panteras Negras, La Pozze Latina o Las Corrosivas. La transición del cambio de milenio la marcan nombres como los de Rezonancia, Makiza, Tiro De Gracia, Calambre y SQB. También se recuerdan aquellos difíciles primeros años de los dosmiles, una muy breve pincelada por los tiempos que corren y una reivindicación de los que han descentralizado el rap desde las regiones, principalmente a los grupos y emcees del litoral central, desde Clan Secuente o Conflicto Urbano, hasta Basek, Arte Elegante, Rick Santino, y, desde luego, U.K.F. En un principio creí que la canción daba para un tercer párrafo que profundice en las formas en las que hoy ha logrado desenvolverse el rap nacional, pero si lo pensamos con detenimiento, ésa es historia que se ha documentado de diversas formas, incluso externalizándose en alguno que otro noticiario, mientras que pocos son los que se han preocupado de legitimar la prehistoria al 2010. Educación para las nuevas generaciones y una conciliación del presente con los viejos habitantes es lo que nos promueve estos cuatro minutos de emotivo (sí, me quedó el brazo pelúo) homenaje: de rapero a rapero. La instrumental se la sacó el capo Emisario, la producción musical es como siempre de NotredamBeat y el audiovisual lo remató Gianluca Satriani de GSFilms Litoral. Bravo, Epitafio.