Varios sábados atrás fui al lanzamiento del
nuevo vídeo clip de un grupo de aquí, de Antofagasta. El evento en sí estuvo
bien ameno. Se realizó en la localmente conocida Sala Fusa y contó con las presentaciones de algunas bandas de reggae
y rap; entre ellas un par de propuestas más nuevas y el otro par ya más
experimentado. Quienes convocaban al estreno eran los cabros de Elemento Dual, pero su protagonismo esa
noche sólo se limitó a presentar y explicar el nuevo material, no se incluyeron
como parte del repertorio. La gente manifestó una cálida recepción hacia la pieza
exhibida. Se entendía, sinceramente no hubo motivos para que no fuera de esa
forma. Como comentaba en la entrada anterior, llegué a esta ciudad
desconociendo el lujo de detalle de su escena, con la convicción eso sí de
permitirme ir descubriéndola de a poco, pues como sabemos es muy difícil
profundizar en los rincones de Chile cuando las miradas se concentran
principalmente en Santiago, aunque claro, siempre van a existir un par de
referencias que destacar por ciudad o región, sin embargo, ése par es solo una
mínima porción visible de todo un movimiento que trabaja silenciosa, pero
constantemente. Estando acá, conociendo, no me ha dejado otra cosa sino que buenas
impresiones. Uno no se va dando cuenta de cómo se van perdiendo facultades
simples, como la del asombro, la que en parte siento haber recuperado este
último tiempo. Entre esas gratas impresiones tienen su lugar Elemento Dual. Había hecho una
observación bien ligera al respecto a través del fanpage de Lacelda cuando se publicó dicho vídeo, pero la instancia
hoy permite poder indagar más a fondo en los orígenes y motivaciones de este
dúo.
Güissario Patiño.
dejar claro que la ciudad de Antofagasta es, entre otras cosas, un centro de
llegada para quienes buscan mejores oportunidades. Entiéndase oportunidades
como una meta netamente económica. Aquí te encuentras de todo un poco. Hay
extranjeros en todos sus formatos y colores, principalmente hermanos latinos,
como también es común conocer chilenos provenientes de otras ciudades, sean del
centro o del sur, pero que encontraron aquí una buena opción de crecimiento profesional.
La oferta laboral es amplia, basta con darle unas vueltas al centro para
confirmar que tienda por medio hay al menos una vacante anunciada. Los sueldos van acorde al costo de la vida,
que es notoriamente más alto que en otros lugares, por ende la actividad comercial
no se detiene, crece rápidamente. Varios de estos aspectos me llamaron la
atención desde un principio. No entendía, por ejemplo, cómo podía haber tanta afluencia
de público comprando en un Jumbo a
las nueve de la mañana un día de semana, o que los centros comerciales se
vieran un día lunes de la misma forma en que lucen un sábado en cualquier otra
ciudad. En resumen, aquí hay plata… y donde hay plata también habrá habitantes
que lo quieran hacer notar. Uno lo interpreta así cuando ve esa obsesión por
tener el mejor modelo de auto, el qué tan grande es el logo Adidas de tu prenda, el atasco que se
produce en la salida del estacionamiento del mall, etc. Desde luego existe un
contraste y ése está bien marcado. Hay una diferencia palpable entre un barrio
y otro, pero la desigualdad diría yo que es algo más bien material. Por esas
casualidades yo me encuentro en un lugar al que podríamos llamar como “de buena
situación”, sin embargo, la carencia aquí se aprecia en otros matices o hábitos,
como la poca empatía entre cohabitantes o
el miserable respeto y consideración hacia el personal de aseo y mantención del
edificio. En términos chilenos: la del roto con plata.
Cada punto de este mundo tiene sus
particularidades, lamentablemente aquí se acentúa más esa aspiración material,
el comercio se presenta invasivo y eso termina imponiendo un quiebre cultural,
pues como bien comentaba un lector el otro día, los sitios de esparcimiento
quedan retirados e ir de visita al centro comercial termina siendo el panorama
más práctico y simple para una familia el fin de semana. Pero es eso entre
otros muchos atributos definitivamente más valorables, si quienes conscientes
decidan evadir esos síntomas siempre van a encontrar su método. No todo es
negativo y el hecho de que esto sea centro de llegada abre muchísimas puertas, es
una oportunidad para intercambiar pensamientos, retroalimentarse culturalmente,
rebuscárselas para descubrir que hay más de una alternativa para intentar llevar una
vida tranquila. Coincidiendo en esto de las búsquedas de respuestas que exceden
lo relativo, curioso fue notar que varios de los raperos que he conocido aquí sigan
la filosofía de Krishna. Los cabros al menos la tienen clarita, su discurso
anti-sistema no tiene parlamento, actúa tanto desde lo espiritual como de lo terrenal.
Su doctrina es más bien íntima, respetuosa y tolerante hacia el entorno, no es
una carta de presentación ni menos una pose con la que hacerle frente al mundo.
Precisamente Elemento Dual son otros
de los que quisieron ir más allá de lo efímero. Supe de su existencia como grupo
junto con la exhibición de su vídeo “Realidad ilusoria”, haciéndome sentido
el hecho de que su temática validara aquella teoría sobre la ostentación social
como suposición de un peldaño que mida el éxito.
El grupo se origina el año 2009 con Bhakti Rupi (Bárbara Araya) y Dhanañjaya
Das (Diego Esquivel) en las
voces, más Dj Banga en los scratchs.
Desde sus inicios la finalidad ha sido la de propagar un mensaje de
consciencia, transmitir realidades que difícilmente encuentran espacio en la
sociedad occidental, pero que identifican necesarias hacer llegar a la masa y
demostrar que hay otros recorridos que el del punto A al B. Su primer disco, En El
Campo De Batalla, fue editado por Cart
Records y publicado a fines del año 2010. Definen esta obra prima como la
batalla diaria en la que se envuelven sus ganas de luchar contra la mente, el
ego y el sistema que engaña como una ilusión. Con esa primera pieza
consiguieron insertarse en la escena como una propuesta convincente, de propósitos
definidos, teniendo una alentadora acogida en círculos contestatarios en
general, no cerrándose únicamente en el rap.
Actualmente Elemento Dual se encuentra trabajando en su segunda producción pronosticada
para fines del 2013, de ahí es donde sale el single “Realidad ilusoria”, el
mismo que auspicia el guión para el vídeo clip realizado por el autodidacta y
capo Enrique Farías de Revolución Audiovisual. “Esta realización muestra el materialismo al
que estamos propensos y expuestos. Habla también de que no debemos descuidar el
amor y la espiritualidad, ya que esta es la verdadera riqueza que debemos
entregar y recibir. El vídeo fue filmado en oficinas salitreras, donde el
materialismo está en ruinas, queriendo demostrar lo temporal que es este
concepto. También grabamos en el Valle De Paposo, descubriendo cómo puede
florecer el amor en el desierto si es que existe la fe” – explica Diego Esquivel.
Elemento Dual aporta una visión
positivamente juiciosa, en ningún caso fustigadora a lo que no representa sus
creencias, sino que ofrece una alternativa, que bien puedes tomarla o dejarla
pasar, pero ya el simple hecho de estar al tanto sobre su existencia es que
está apropiadamente lograda la intención de la conciencia social sin llevarla a
otros níveles más demagogos.
(PROD. REVOLUCIÓN AUDIOVISUAL)
(LP 2010, CART RECORDS)