CEVLADÉ | Lanzamiento REQUIEM FOR A DRINK

El pasado viernes 14 de diciembre, Cevladé realizó la presentación en vivo de su obra discográfica Réquiem
For A Drink
, la cual fue lanzada al mercado la primavera pasada. El
concierto fue efectuado en el legendario Teatro
Cariola, ubicado en pleno centro de
Santiago, y contó con las presentaciones en vivo de Ladenegro Cuarteto, Omega el CTM y Borderline

Laceldadebob.cl fue invitada a la
ceremonia, y resueltos los temas de pasajes y equipo de trabajo, viajé a
Santiago una vez más para presenciar una nueva puesta en escena de uno de los
más experimentados y vanguardistas exponentes del rap patrio de todos los
tiempos, al menos es la impresión que me queda después de dos invitaciones a
lanzamientos anteriores. Sobre lo qué pasó esa jornada, o más bien, sobre cómo
lo vi, es de lo que te voy a hablar en las próximas líneas.
Texto: Güissario
Patiño.
Fotografías: Luciano Marchant.
Laceldadebob.cl 2012.

ANTES DEL REQUIEM
Le tengo un cariño especial al disco Requiem For A Drink
dentro de los que han salido bajo la etiqueta de rap chileno este 2012. Como
uno de los muchos seguidores de la obra de Wladimir
Espinosa, también me llegó el
momento groupie de decirle: “hermano, entera bacanes tus letras, me
siento terrible identificado”
; independiente, desde luego, a toda la carga
irónica que esto pueda insinuar. Su salida coincidió en un momento personal de
decisiones importantes, por lo que más allá de ser otro disco que publicar en
el blog, fue un mini refugio necesario que encontré en la música, y esa misma
subjetividad con lo que lo asimilé quizás me hizo optar por no encargarme de
escribirle una reseña cuando le hice la entrevista en septiembre pasado, sino
que preferí encomendarle esa misión a mi colega mexicano John Colt para sucategórico espacio Border Magazine. Y así como el Requiem
se convirtió en una panacea, su autor por esos días fue un buen mentor y
camarada, pues compartimos humana y cotidianamente en distintas situaciones
relacionadas siempre a la promoción de su LP, por lo cual, puedo decir que me
siento en parte testigo de cómo fue tomando forma el concierto ofrecido por él
la tarde del 14 de diciembre.

Recuerdo que a mediados de septiembre, época en que Cevladé recién vendía la primera edición de copias de Requiem
For A Drink
, me invitó a una exhibición de la productora Street Loyalty donde participaría con un
pequeño show. Aquel espectáculo fue sobre la azotea de un viejo edificio, y el
formato del directo era improvisar con una banda de músicos jazzeros de fondo a
los que Cevladé desconocía tanto como ellos lo desconocían a él. La química
musical fue instantánea, como si detrás de eso existieran varias horas de
ensayo y preparación. Al finalizar, nos pusimos a conversar del nuevo disco y
de la entrevista que habíamos acordado para su promoción, cuando se le acercó Cristóbal Massis, el baterista de la
banda, felicitándolo por su trabajo y manifestándole sus ganas de algún día
poder hacer algo juntos. Días después, me tocaría visitar a Cevla para
concretar aquella entrevista. Él se encontraba haciendo reservas y
presupuestos, especulando fechas y capacidades, pensando desde ya el cuándo y
el dónde del lanzamiento de su nuevo disco. Le pregunté por qué no se atrevía a
hacer algo más grande para esta vez, pues ya cuenta con un público incondicional
que es más numeroso y en Chile la cultura de pagar por una entrada ya está
instaurada, así que en vez de pensar en llenar una sala con capacidad para 250
personas como ya lo ha hecho otras veces, apostara por alguna con capacidad
para unas cuantas más, como por ejemplo, el Teatro Cariola, que
puede albergar aproximadamente a unas 1.000. Titubeó muy poco entre los pro y
los contra, sin embargo, al día siguiente me confirmó por chat que se decidió y
reservó una fecha. No muchos días después, me pidió que lo acompañe a la
entrega de discos a la salida de una estación de metro. En el viaje en auto
íbamos conversando sobre el lanzamiento, tirando algunas ideas del show y
detalles de la promoción. En eso, le recordé la oferta de la banda con la que
tocó días atrás y lo brillante que sería concebir dos tipos de espectáculos
completamente distintos para la misma jornada, que haga valer la pena este
nuevo desafío de un espacio físico mayor y asegure la satisfacción de los
asistentes para marcar un piso en el siguiente nivel. “¿Cómo creís que voy a rapear tanto rato?”, me decía mientras me
miraba con cara de “¿vo’ soy hueón?”. Yo
le respondía: “son volás no más po’
compadre”.



Al cabo de unos meses pude ser finalmente espectador de ese
lanzamiento, y la satisfacción como tal fue enorme. El mérito y los créditos
son responsabilidad absoluta de Cevladé, no hay duda, pero así como pude
aportarle mi granito de arena con un par de ideas que llevó a la práctica, sé
que tras él existe otro grupo humano y creativo que también tiene fe ciega en
esas capacidades y ven en su personaje el conducto para canalizar las más locas
ocurrencias que no cualquier intérprete de rap nacional podría definir, es
decir, Cevladé fue nuestra excusa para concretar el concierto de rap en Chile
que siempre quisimos presenciar… algunos de sus amigos seguramente me darán la
razón.


LA POESÍA ES SANGRE


A un par de horas previas al inicio del show, ya comenzaban
a verse los primeros seguidores en las puertas del Teatro Cariola, la
mayoría de estos buscando conseguir su entrada a tiempo, vendiéndose esa misma
tarde una importante fracción del total disponible. El inicio del espectáculo
estaba programado para las 19:30, y se retrasó hasta eso de las 20:10, cuando
la voz en off de Cevladé saluda a todos sus concurrentes y dicta las
condiciones y medidas para cuidar el recinto. Tras eso, agradece nuestra
presencia y nos invita a todos a disfrutar del espectáculo que preparó,
presentando el show de apertura de Omega
el CTM
, quien hizo su aparición en compañía de Anubiz y Dj Matz. “Bienvenido
al inframundo”
, “Inframundo”, “Voy a pintar”, “Un CTM”, “El
desmadre”, “Burla”, “Soy un borracho” y “La Baltiloka”
, fueron parte de
su rutina en una presentación en que los ánimos del público fueron de menos a
más, idóneo para calentar los motores y romper la rigidez de la estructura “escenario-butacas”
del teatro. Para sus últimas canciones, el público ya estaba de pie y dispuesto
a seguir la fiesta, dándole respaldo a cada track con el calor de sus aplausos.
Despidió su acto no sin antes agradecer al público por el éxito que tuvo la
edición de copias de Bienvenido Al Inframundo que hace
unos días lanzó el diario La Cuarta
para todo el país, haciendo honor a un triunfo para la escena underground
chilena con esta primera entrada a una difusión popular y profesional.

A las 20:35, el cuarteto de los Ladenegro empiezan a ubicarse en sus posiciones, sonando primero en
el saxofón Franz Mesko con una
entrada que cualquiera imaginaría a Booker Ervin introduciendo a Charles Mingus,
sucediéndole Cristóbal Massis en la batería, Raimundo Barría en el teclado, Daniel
Miranda en la guitarra, Gonzalo Gómez en el bajo y Dj Matz en las tornamesas. Como bien dijo
Cevladé: el único cuarteto de seis componentes en Chile. Ya sonando la banda completa
con el ritmo inicial, hace su aparición Cevladé en medio de una fuerte ovación
que quiso dosificar entre sus compañeros de escenario.

La rutina fue sólida, diversa y esplendente. Cevladé, tal y
como han hecho los mejores exponentes líricos del género, cruzó las barreras
musicales del sample, bombo y caja, para ponerle orquesta a su literatura,
darle una nueva vida a sus textos y reconquistar a su audiencia con una
propuesta fresca, dinámica y trascendental. Su show con Ladenegro Cuarteto
superó la hora y media de duración, y consistió en una repasada a lo mejor de
sus producciones de los últimos seis años. “Ahora quieres que vuelva”, “La odisea pt.
2”, “Dulce de niña”, “Canción para una adolescente”, “La panacea” y “Las
lágrimas no ayudan”
, fueron las creaciones que marcaron el inicio, por
supuesto seguida cada una con los coros del público atento desde el primer
compás. La banda Ladenegro hacía lo
suyo en toda pausa del emcee, cada pieza era indispensable para prolongar y
matizar las emociones que se producían en el interior del teatro.

Siguieron otras como “Te quiero”, “Enamorado”, “Déjame solo”,
“Madrigal triste”, “La odisea pt. 4”, “Carta de renuncia”, “Rapeando bajo la
lluvia”, “Blanco y negro”
y el ya clásico cierre con “Él
quiere volver”
, donde se alcanzó el máximo climax de complicidad entre
asistentes y músicos, y que coronó el show con un dialogo entre cada elemento
del llamado cuarteto.
A esa altura entraba en duda de la capacidad de Cevladé para
continuar el show. Sus interpretaciones por lo general sustentan entonaciones
altas y otras viscerales, la presentación no fue sencilla y los skills variaban
en distintos niveles. Sin haber rapeado aún un solo tema de su último disco,
había desarrollado un show de proporciones no habituales en lo que se conoce
dentro de los espectáculos del rap en Chile.

Pocos minutos antes de las 22:00, Borderline hicieron su ingreso al escenario del Cariola. Parte de su repertorio fue “Creo
que quieres morir”, “Exiliados”, “No hay más”, “Esto también pasará”, “El
hombre más triste que jamás haya conocido”, “P.U.T.A.”, “Me quieres”, “No era
un niño normal” y “CHAN!”.
Javierusk
, además de lucirse entre la
audiencia masculina con esa gracia y actitud reservada característica, sedujo
al general del público con el potencial de sus entonaciones. El lugar lo
permitía, he visto shows anteriores en donde el audio hace que la
particularidad de su timbre se pierda en el vacío, pero esta vez la tuvimos en
su máxima capacidad y la diferencia es palpable. Por otra parte, teníamos a El Tipo
dominando con unos skills que se salen, conocedor y a la vez dueño del espacio
físico en el que se desenvuelve. Ese fue el interludio que nos dejaron unos Borderline cada vez más expertos y a la
altura de cualquier tipo de escenario, que en cada extremo del teatro custodiaban
los controles técnicos sus beatmakers Dieguelz
y Utópiko.


Como si fuera poco, para esas horas no quedaba ni más ni
menos que el motivo de la convocatoria: el asesinato colectivo de la Orden RFD, el lanzamiento oficial del Requiem
For A Drink
. La estética del concierto cambió de forma radical, de
pronto todo se tiñó de tonos grises. En la pantalla gigante aparecieron las
primeras proyecciones relacionadas a eso de las 22:30. Acto seguido, Cevladé a.k.a.
Mario De La Milnova y a Dj Matz retornaron
en escena.

El desarrollo de la presentación tuvo el mismo curso que
ponerle play al trabajo en estudio, con la diferencia de que su defensa tenía
un directo riguroso que lo respalde. Desde el “Salmo 1”, “A un paso del fin pt.
1”, “El escape” y “Elegía para un verso”
, donde aparecieron los
primeros colaboradores: JP Saavedra
y El Tipo, todos vestidos corporativamente con camisetas de la Orden RFD diseñadas exclusivamente para
la función. El desfile de colaboradores continúo con los aplaudidos ZitaZoe en “A ton etoile” y Grafy en “La apología de Lucifer”, y luego el retorno de JP Saavedra
junto a Cristian Jeria para “Basta de problemas”. La
seriedad llegó con “La odisea pt. 1” y “El lamento del pueblo”, la primera mucho más sentida por el público que la segunda.

 Como dije, sospeché en algún momento que a Cevladé se la
ganaría la falta de aliento, pero ni por si acaso. Hasta ese entonces, con más
de dos horas de rap demonio en las cuerdas vocales, maravillaba a su audiencia
sin espacio al fallo. Javierusk
volvió al escenario para acompañarle en los coros de “El último anciano” y
luego irrumpirían El Tipo y Zebatack para una primera parte de “El
vaso medio roto”
, siendo reemplazados inmediatamente por Omega y Cevladé con la tercera y cuarta estrofa. 

“La
poesía es sangre”
, el impecable “Sin título” y “A un paso del fin pt. 2”,
fue la formula decreciente con que las energías se calmaron. De esta forma
Cevladé completó casi tres horas con uno de los mejores espectáculos ofrecidos
por algún emcee de la escena, tres horas llenas de vitalidad, emoción, y
habilidades del conjunto de colaboradores que le apoyaron en esta campaña. No
puedo dejar de mencionar a Dj Matz, pertinente y prudente, dando en el directo
un soporte fidedigno al del trabajo en el estudio, perseverando ese perfil
comedido que lo caracteriza sin dejar de mantener el rol protagónico a lo largo
de toda la ceremonia.

Más que agradecer la invitación como medio a esta
celebración, quiero agradecer haber podido ser espectador de todo lo relatado.
Hechos como estos sientan las bases para aumentar el grado de exigencia en el
nivel del movimiento, confirmar que siempre se puede llegar un poco más allá y
que los límites los imponemos nosotros mismos. Mis sinceras felicitaciones a cada
uno de los responsables, desde luego a Cevladé por la gran campaña que realizó
con la empresa de Requiem For A Drink y el reconocimiento que logró con dicha
pieza a nivel continental.

GALERÍA DE IMAGENES REQUIEM FOR A DRINK

Cevlade – Documental Lanzamiento Requiem for a Drink

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