Nada más distante de lo que fue mi intención inicial, resultó ser la columna publicada en el diario La Nación sobre lo acontecido en el recién pasado festival
Microphone Master. Se me presentó la oportunidad de redactar unas líneas que acompañen la galería de imágenes de su reportero gráfico y tras consultar sobre las condiciones, decidí aceptar la oferta. La verdad, es que me pareció tentadora la idea aprovechar un medio de comunicación tan influyente en nuestro país, para que el Hip Hop sea abordado con la importancia y altura de miras que exige cualquier otro movimiento cultural. Con frecuencia, vemos como en la televisión o la prensa escrita caricaturizan el concepto del prototipo rapero
lumpen poblacional, sin siquiera mostrar el mínimo interés por interiorizarse en lo que verdaderamente acaece, funda o argumenta nuestra identidad; llevándolo la mayor parte de las veces a un contexto de ridiculización, e incluso discriminatorio. Por lo mismo, abordé la nota desde un punto de vista más objetivo y agudo que cualquier resumen que pude haber publicado en este espacio. ¿A quién le iba a importar que
Sello Personal haya interpretado el tema
Original Rhymes? pensé, si primero había que hacer entender a un Sr. Pérez cualquiera, el cómo funciona y se mueve nuestro mundo de la misma manera que lo entendemos y vivimos nosotros. Que el rap en Chile ya no es una distracción de medio tiempo para un pre-adolescente que se baja los pantalones a escondidas de la mamá y que sus principales modelos a seguir son personas adultas, con ideales, filosofías de vida, e incluso sus mismos formadores educacionales.
Supuse que al ser un inexperto en la materia periodística, mi texto podría estar propenso a cualquier modificación gramatical, que pude haberme pasado por alto importantes reglas de puntuación, o que quizás ésa no era precisamente la palabra correcta; pero sólo bastó con leer el título para darme cuenta que había una tergiversación inmensa del contexto original, y que a pesar de haber dejado únicamente el último párrafo, ni siquiera el editor fue capaz de entender el trasfondo de todo lo expuesto. Me dio risa más que otra cosa, pero creo que es la primera vez en la vida que agradezco el hecho de que no hayan respetado mi firma para un texto de mi autoría (cosa que habían prometido a todo esto). Muy lejano de la realidad y muy pobre de contenido para ser la línea editorial de una entidad como La Nación es el artículo final, pero por lo menos el intento lo hice. Acá les dejo mi verdadera versión de los hechos.
Festival Microphone Master 2011: Chile celebra cumbre nacional de ritmo y poesía.
“Vamos, te invito a la calle. Somos dueños de la música del futuro” recuerdo que era el mensaje que infundía Zaturno en la introducción del track Espacial (1999, Tiro de Gracia – Decisión). Ha pasado más de una década desde la publicación de aquella placa, mismo lapso que ha sido imprescindible para el enriquecimiento del género musical de la cultura Hip Hop en Chile, revistiendo y reforzando los cimientos empedrados por los inmortalizados protagonistas de la vieja escuela. Hoy, el rap nacional goza de precedentes, principios, pluralidad, identidad y una constante tendencia a la evolución; siendo después de los originarios concernientes norteamericanos, la segunda mayor influencia para el resto del continente. Si bien es cierto, la intervención de la industria discográfica y la presencia o interés de los medios de comunicación oficiales no es algo que avale dicha afirmación, tampoco podemos desentendernos de los hechos al comprobar in situ el abanico de nuevos horizontes que proporciona el ímpetu del movimiento underground, o como leí hace algunos días de Mc Unabez (Diseñador Gráfico Profesional—Letrista): es que ya no pueden tapar el Sol con un dedo; refiriéndose a una nota emitida por televisión abierta infundada por las dos semanas de actividades culturales y educativas manifestadas en el Festival De la calle al GAM (Centro Gabriela Mistral). Comenzando la segunda década de los 2.000, podemos apuntar a una cuarta generación de individuos partidarios de esta forma de vida, pero con la progresión de que el oyente ya no mantiene entre su colección un par de discos como referencias criollas, pues los nuevos atrayentes de la cultura se educan única y exclusivamente escuchando el rap que hacen sus compatriotas. Hoy Chile se retroalimenta así mismo.
El pasado sábado 19 de marzo en parque El Mañío (Quilicura), se realizó la segunda edición del Festival Microphone Master. Concierto multitudinario de convocatoria libre y gratuita, presentado por la resistente agrupación noventera ZNC (Zona Norte Central), que reúne un catálogo con veinte de los más diestros expositores del género. Desde temprana hora, se veían las caras afanosas de los primeros seguidores, que no importándoles las caldeadas horas de espera, permanecían inamovibles de su privilegiada ubicación. ¿Y quién los culpa? La parrilla resultaba más que atractiva y el montaje era el idóneo para nada más interactuar y conectarse con el espectáculo que nuestros representantes tenían para mostrar. El certamen logró reunir una cifra aproximada de 4.500 almas, todos en evidente estado de festividad y fraternidad, predominando espontáneamente el respeto entre los pares y con el espacio. Conductas que vale la pena ventilar, más cuando nuestra idiosincrasia cultural como nación dicta todo lo contrario en los mínimos detalles, como procurar entre todos –y de manera inconsciente— mantener el papel higiénico y cualquiera de los cuatro baños químicos en buenas condiciones para quien lo requiera a futuro, o retener a quien distraído y aturdido por una tarde de empinarse varios melones con vino haya descuidado su mochila o billetera para devolvérsela.
En la misma jornada, un adolescente de 15 años pudo deslumbrarse al observar en primera fila la destreza y complejidad de los fraseos de SLC (Letrista—Docente de inglés en enseñanza básica y media), emocionarse y sumergirse en un viaje introspectivo gracias a la poesía de Cevladé (Letrista—Director y docente de lenguaje en enseñanza básica), manifestar su devoción por la calidad musical y desplante escénico de los virtuosos MutanteStyle (Puerto Montt), vibrar y activar sus sentidos con la buena ejecución del hiphop-reggeae con influjos de francés de Origenbeats (Chileno nacido y criado en Francia—Letrista y productor musical), interpretar y empatizar con el mensaje y la crítica social de Salvaje Decibel o saludar y estrechar la mano de Hordatoj (Productor musical y letrista, uno de los principales responsables de la nominación al Grammy Latino de Anita Tijoux).
Por razones externas a la organización y a lo que acontecía en el recinto, el concierto tuvo que finalizar antes de lo programado por obligación de Carabineros, ya que en los alrededores, una disputa entre narcotraficantes de la comuna terminó con la vida un individuo y los antisociales buscaron refugio entre la muchedumbre del parque, no sin antes causar alboroto al interior. A pesar de que las bandas más esperadas del festival no pudieron hacer su aparición, la multitud entendió y desalojó el recinto en perfecto orden, manifestando su gratitud hacia los organizadores y artistas con sinceros aplausos colectivos.
Aunque lo que pudo ser una tarde perfecta se vio opacada por acciones de terceros, nada nos quita esa sensación de satisfacción al justificarnos que luego de haber visto por tantos años al rap chileno en pañales, es en ésta época que da sus primeros pasos y se afirma con solidez, sin la necesidad de un manoseo externo y lucrativo que sirva de empuje. Todo lo conseguido y aprendido ha sido gracias a sus mismos militantes. Descubrí entonces que ésa era la citada “música del futuro” que profesaba
Zaturno.
Darío Gutiérrez (22 años).
Laceldadebob.cl
Es lo que siempre he dicho , por mas aporte que un agente periodistico haga sobre el hiphop , siempre parte de una secadora industrial , por ende el rap esta colonizado y los raperos se prestan para colonizarse…nunca se confia en quien crea las modas…nunca se confia en el medio por mas caritativos que quieran ser…siempre logran restarle importancia al hecho real y lo hacen ver como un jovi.
Esto mismo paso en el TourAccion Social que hizo la red.
Aprendizaje de esto…NO QUERER ENTRAR AL MEDIO POR QUE EL MEDIO TE CONTROLA.
Buena crticia hermano.
reaspetos.